Presentando el libro sobre el nacimiento de la Biopolítica en España (2): Sobre el libro

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

 

La España barroca y la Biopolítica absolutista

 

Una vez explicado en la pasada entrega  cómo he llegado al libro de Paco Vázquez y porqué me interesa el tema tratado, paso a contaros mis impresiones como lector del libro. Cuando lees a Foucault recorres la historia de los últimos dos o tres siglos en escenarios que son fundamentalmente Francia, Inglaterra y Alemania. Por ello, te preguntas cómo se pueden aplicar estas ideas y análisis a la historia de España. Aquí es donde entra el valor del libro presentado, que no deja de ser una aplicación del análisis foucaultiano a nuestra historia. Sin embargo, el punto fuerte de este libro no es, como uno pudiera pensar el siglo XIX o XX, sino el periodo barroco (siglos XVII y XVIII). La Biopolítica es un término que algunos reservan al periodo que sigue a la ilustración y la revolución industrial. Paco Vázquez “lo estira para atrás”, hablando de una Biopolítica absolutista (previa a lo que él llama la Biopolítica liberal clásica), que se corresponde a la época que Foucault describe como dominancia de la racionalidad del mercantilismo y el cameralismo. 

 

Expulsión de moriscos. Pintura de Luis Molina. Fuente: http://www.tebeosfera.com/1/Documento/Articulo/Olvidados/Molina/Luis.htm

Conversión de moriscos. Retablo de Felipe Vigamya

En total, Vazquez distingue seis tipos de biopoliticas:

 

a) Biopolítica absolutista. (1600-1820)

b) Biopolítica liberal clásica (1820-1870).

c) Biopolítica interventora (1870-1939).

d) Biopolítica totalitaria (1940-1975).

e) Biopolítica social (1975-1985).

f) Biopolítica liberal avanzada o neoliberal (1985- ).

 

Frente a la idea de que antes de la ilustración estaba la sinrazón medieval, Paco Vázquez nos descubre a algunos otro tipo de racionalidades premodernas, que son fundamentales para entender el origen y desarrollo de loa modernidad. Conocemos otros actores como los arbitristas del XVII y los proyectistas del XVIII.

 

 

La política de los cielos

 

Una de las peculiaridades de nuestra historia es el papel que ha jugado en ella la Iglesia católica y como ha influido en la biopolitica o ha tenido una biopolitica propia, la que se llama gráficamente “La política de los cielos”. Frente a la idea de que la iglesia es un poder fáctico al servicio de la clase dominante, surge en ciertos momentos históricos, como un poder autónomo, enfrentado a veces a los intereses de la clase dominante y del gobierno (por ejemplo, frente a los intereses por evitar la despoblación). Como dijo Paco Vázquez en esta presentación, el libro ilustra como este poder político (sobre las poblaciones y su presión sobre el gobierno)  no arranca ni mucho menos con el nacional-catolicismo franquista, sino que tiene una raíz mucho más profunda y anterior. La dinámica de la Contrareforma es uno de los precedentes. No se puede entender la biopolitica en España sin considerar el especial papel que juega esta «politica de los cielos». Es una de nuestras originalidades (Spain is different!).

 

Así pues, esta es una de las partes del libro que te refuerza la idea de la necesidad de aprender del pasado para entender el presente. Descubrir lo semejante que son experiencias e ideas pasadas en comparación con conflictos presentes, como el que estamos viviendo respecto a la postura de la iglesia sobre los temas que actualmente denominamos de «salud sexual y reproductiva». Aunque Paco Vázquez quiso dejar clara su opinión de que la iglesia no se ha comportado siempre como bloque monolítico, sino como “un campo de fuerzas”, yo añadiría que parece ser que los vectores dominantes de este campo siempre empujan hacia el mismo lado.

 

Grabado que representa la expulsión de los moriscos

 

La colonización de Sierra Morena, como “área de demostración”.

 

Otro episodio descrito en el libro que me resulto fascinante fue el experimento de ingeniería social de la colonización de Sierra Morena, conducida por Olavide. Los que estamos en empresas de salud comunitaria, que a veces incluyen promocionar proyectos de “áreas de demostración” circunscritos a algunos territorios, no debemos dejar de considerar estas experiencias previas. La locura inherente a querer registrar y controlar todo y aislarlo del entorno. No os perdáis el enorme “cuadro de mandos” o “panóptico” que se montó Olavide hasta el punto de controlar cualquier detalle de la vida cotidiana de los colonos.

 

 

Izquierda: Pablo de Olavide ; Derecha: Plano de La Carolina de 1848

 

La educación sexual a partir de la preocupación por la masturbación

 

Podría mencionar otras partes del libro que nos hacen pensar en nuestra practica salubristas presente, como la higiene de la procreación o la educación sexual a partir de la preocupación obsesiva por la masturbación, la educación sanitaria y la divulgación medica (cuya lógica tiene un precedente en “la literatura del arte de conservar la salud”). La lectura sobre los intentos de regular las mancebías, nos provocara una sonrisa respecto al debate actual (¿?) sobre la legalización o no de la prostitución.

 

Aseo en un prostíbulo del siglo XVI. Fuente: Alma mater hisapelense. http://personal.us.es/alporu/histsevilla/prostitucion.htm

 

Una vacuna frente a la nostalgia por la medicina social del XIX y XX

 

Los que en algún momento hemos sentido cierta nostalgia respecta a la medicina social del siglo XIX, la cual habíamos asociado a figuras nobles como Virchow o el Movimiento de Salud Pública inglés a favor de los pobres, nos encontramos que debemos ser precavidos con esta nostalgia. Descubrimos en estos mismos tiempos personajes e ideas no tan nobles, como la fascinación que tuvieron los médicos y científicos de la época (de todo tipo de ideología) por la eugenesia. Como el socialista Madrazo, que abogaba por la esterilización de los gitanos o el fascista Vallejo Nájera, que buscaba “el gen rojo” en las mujeres republicanas presas. No menos significativo es el papel que jugó la medicina social como amortiguador de las reivindicaciones de la clase obrera, bien ilustrado en una cita del Dr. Francos Rodríguez que aparece en el libro. Véase en este blog el artículo: «La alianza entre medicina social, regeneracionismo y eugenesia en España»

 

La persecución de la homosexualidad es otro tema tratado en el libro. El sueño, 1866, Gustave Courbet (Musée du Petit Palais, Paris). En este espléndido óleo Courbet representa una de las primeras escenas lésbicas de la historia, Fuente: Alma Mater hispalense. http://personal.us.es/alporu/histsevilla/homosexualidad_sodomia.htm

 

El papel de los ayuntamientos y la sanidad municipal

 

Los ayuntamientos pasan de ser el brazo de la policía sanitaria de la corona, en la Biopolítica absolutista, a ser el espacio de delegación de la Biopolítica liberal, al considerarse en esta última epoca que están más próximos a la sociedad civil y a los pobres. Los médicos entran en la constitución de la sanidad municipal sustituyendo a la iglesia. No debemos olvidarnos, los que ahora trabajamos en la sanidad municipal, que ésta tiene su origen en la Beneficencia, que a su vez  se constituyó para el disciplinamiento individual, despolitizado y descentralizado del pobre y de las “clases peligrosas”. Véase en este blog el texto: «La beneficiencia, la sanidad municipal y la ciudad higiénica».

 

 

Los apenas 10 años de Biopolítica social en España

 

Parte de las ideas de Foucault y sus seguidores se construyen sobre la critica al intervencionismo del estado de bienestar y de su maquinaria burocrática. Aunque la crítica también se extiende al neoliberalismo, a veces parece que Foucault y el postmodernismo sienten cierta simpatía por la crítica neoliberal al intrusivo poder del Estado, en general, y a las políticas welfaristas, en particular[1]. Sin embargo, cuando vemos el reducido periodo histórico que en nuestro país ocupó el desarrollo del consecuente raquítico Estado de Bienestar (1975-1985)[2], antes de que nos viniera el tsunami de “la Biopolítica neoliberal” (1985-?), que sigue en su tenaz proceso de desmontaje de los débiles paredes y de minado de los jóvenes cimientos de la estructura publica (considerada por los neoliberales como burocracia welfarista susceptible de ser eliminada)[3], nos da la sensación que mas que necesitar que los postmodernistas y los postmodernos nos adviertan sobre el peligro del intervencionismo del Estado, lo que necesitamos es haber alcanzado ese nivel de peligro. La amenaza a nuestra libertad esta, obviamente, en estos momentos en otro lado.

 

 

Una obra en proceso.

 

De los seis periodos biopoliticos mencionados, el libro se centra pues fundamentalmente en el primero y toca algo los dos siguientes. Sin embargo los tres últimos, Biopolítica totalitaria, social y neoliberal (que abarcan el periodo de nuestra propia biografía: me refiero a los que nacimos en los 40 o los 50), están pendientes de escribir y publicar. Estoy impaciente por leerlos. Animamos a Paco Vázquez en esta tarea. Serán una aportación interesante para entender mejor nuestra historia y nuestra trayectoria profesional como salubristas, que en mi caso arranca en la Biopolítica social y a veces parece, a menos que alguien lo remedie, que va a acabar en plena e inacabable Biopolítica neoliberal.

 

Cerraré esta larga crónica diciendo que animo a leer el libro. Que merece la pena, aunque advierto que “no es una novela histórica”. Es decir, que el libro es fruto de una investigación universitaria y que las necesidades metodológicas y científicas (por ejemplo, la de citación continua), a veces parecen llevar a sacrificar la brillantez narrativa, imponiendo ciertos ritmos y formatos de exposición, que requieren un esfuerzo por parte del lector.

 

 

Portada del libro

 

Nuevos conocidos, nuevos aportes

 

También diré que el acto de presentación, que en algunos momentos pareció ser una reunión gozosa de foucaultianos, permitió el encuentro y mestizaje entre el mundo de la universidad y la investigación con el mundo de la intervención sanitaria; de profesores con salubristas. Fue además una estupenda oportunidad para conocer en persona a interesantes profesionales y expertos del mundo de la historia, el arte y la filosofía, que estaban allí presentes. Entre ellos, mencionemos a Rosario García del Pozo, pionera en la introducción de las obras de Foucault en la Universidad de Sevilla en la década de los 80, y que tenia razones sobradas para estar satisfecha y orgullosa en este día; Raquel Álvarez Peláez, médica e historiadora, especialista en historia de la eugenesia en España; Javier Ugarte Pérez, filósofo especialista en Biopolítica y Foucault, e impulsor de muchas iniciativas, como es el seminario de biopolitica celebrado en el CSIC. Tambien pudimos contar con la compañia de nuestro estimado Josu Larrañaga Altuna, catedrático de arte y director del departamento de pintura de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, estudioso del pensamiento de Foucault, y otros autores como Ranciére, relativo al arte y a la creación artística (véase el interesante taller-seminario de artes plásticas codirigido por Josu y celebrado en Cuenca con la presencia de Jacques Ranciére) . Esperamos seguir disfrutando en el futuro con las interesantes aportaciones de todos ellos y de otros muchos.

 


[1] Véase, entre otros, Moreno Pestaña, Jose Luis. “Foucault, crítico de la izquierda”. Viento Sur. Nº 100. Enero 2009. accesible en:

http://www.vientosur.info/articulosabiertos/VS-100-18-moreno-michelfoucault.pdf

 

[2] De acuerdo a mis experiencias, yo correría y alargaría este periodo a 1978-1993

 

[3] Véase en nuestra reciente realidad de la Comunidad de Madrid, el desmontaje de los dispositivos de apoyo a la educación y sanidad públicas (incluyendo las Direcciones Generales de Planificación Sanitaria y  de Salud Pública o los Centros de Apoyo al Profesorado y los equipos psicopedagógicos), la externalización de muchos servicios sociales, la eliminación de la territorialización (a traves del progresivo desmantelamiento de los Servicios de Salud Pública de Área y de su red de centros de area y distrito, la contracción de las Gerencias de Atención Primaria de Área o, para rematar la faena, el actual proyecto de Área Única de Salud), signos todos ellos de la progresiva privatización de la sanidad, la educación y los servicios sociales (progresivo aumento de la proporción de centros educativos concertadas respecto al total en nuestra comunidad, progresiva provisión de servicios por centros asistenciales privados financiados con dinero público, «externalización» de equipos, actividades, profesionales y gestión de centros en el area de servicios sociales, cesión de la construcción y gestión de centros hospitalarios y sus areas de influencia correspondientes a grupos empresariales frutos de la alianza entre constructoras y multinacionales sanitarias, con evidente afan y racionalidades organizativas de lucro, etc). Se ha seguido pues  una coherente politica neoliberal de «adelgazamiento del estado», de  fe en la mayor eficacia de la iniciativa privada y de confianza en «la mano invisible» del mercado. Aunque si el venerado Adam Smith levantara la cabeza veria que esta mano no es tan invisible, ni el mercado este tan abierto, ni mucho menos, a la igualdad de oportunidades y la iniciativa fruto del «interes» individual. Pero esto es otra historia, que dejaremos para otro día.

Compartir:

Un comentario

  1. Lamenté no haber podido estar en la presentación del libro de Vázquez, pero después de leerte todavía lo lamento más. Admirable tu primera parte de este artículo, donde reconoces tu presencia en medio del peligro. `¡Adelante con ese trabajo¡ saludos.

Deja un comentario