CARRERA PROFESIONAL

El acuerdo del 27 de noviembre de 2006 supone un hito para la sanidad en la Comunidad de Madrid. A partir de ahora se inicia el camino de la “carrera profesional” para los titulados sanitarios. Supone la culminación de un largo proceso y la consecución de una reivindicación de muchos profesionales. Con ella se supone que tendremos un elemento más de motivación en nuestro puesto de trabajo.

Eran muchas las expectativas generadas, y no sólo en el aspecto retributivo. Para nosotros la instauración de la carrera profesional supondría un impulso, pues en su consecución se vería reflejado el trabajo individual, los esfuerzos diferenciadores de nuestro quehacer, sin menoscabo de la dimensión colectiva o de equipo. Hasta ahora, pensamos, no hay elementos objetivos para ver premiado el trabajo desarrollado en la docencia pre y posgrado, en la investigación, en la gestión o en la asistencia.

Sin embargo, y tan sólo tras una lectura superficial del acuerdo, no nos parece tan positivo. La ponderación que se da a la tarea asistencial nos parece excesiva por entender que la calidad asistencial, más o menos excelente, se nos presupone y se nos exige. Las facetas docente e investigadora, las que ponen en juego nuestros recursos personales, económicos e incluso familiares tienen muy poco peso comparativamente. Y esto no favorece a la Fisioterapia,  ni a las demás profesiones sanitarias, porque la buena práctica asistencial, la que vela por la atención a la persona pero que además tiene en cuenta los avances de la ciencia, la que busca nuevas soluciones, la que abre campos de tratamiento, no se ve impulsada. La formación, imprescindible sin duda para mejorar la asistencia tiene igualmente poco peso. Y entonces el panorama se convierte en poco más que desolador. Parece que la carrera profesional, anhelo para los que tienen “ganas de hacer cosas” y tienen la humana aspiración de reconocimiento, se convierte en una prebenda dineraria, en un complemento de antigüedad. Porque con el desarrollo de nuestra labor diaria difícilmente no se conseguiría ascender de nivel. Entonces, nos preguntamos, ¿dónde está el reconocimiento al desarrollo profesional?

Hay otros aspectos que merecería un análisis más detallado como la irreversibilidad o la arbitriariedad en cuanto a criterios que podrían dar lugar a suspicacia para ascender de nivel sin cumplimiento estricto de los requisitos. O el hecho de que se entre directamente en el nivel I por el hecho de tener cinco años de experiencia, porque entonces ¿dónde queda reconocido el trabajo docente, investigador o la asistencia a cursos en esos cinco años?

Podríamos concluir, al menos temporalmente, que este acuerdo no colma las expectativas generadas en cuanto a que la carrera daría un espaldarazo a la docencia de calidad, a la investigación o a la búsqueda de una ampliación de conocimiento en cursos de posgrado y, por ende, a una asistencia más sólida, más exigente, más científica. En definitiva, muchos fisioterapeutas van a ganar más, se abrirán brechas salariales más anchas y muchas veces injustas y la fisioterapia quizás, ojalá nos equivoquemos, se vea perjudicada.

Continúa.

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2 comentarios

  1. QUE OPINON ME DARIA QE MODIFICACIONES TIENE Y COMO SE DESARROLLA ESTA CARRERA Y CUAL ES SUCAMPO DE ACCION

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