Capital social vínculo (“Bonding”) y Capital social puente (“Bridging”)

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

Dentro de nuestra serie de Desarrollo comunitario, seguimos explorando el concepto de capital social. Una de las aportaciones mas valiosas es la diferenciación entre el capital social vínculo o cohesivo (Bonding social capital) y el capital social puente o conectivo (Bridging social capital). Permite reflexionar sobre una importante diferencia: la fraternidad entre iguales o la fraternidad entre diferentes. La forma como se combinan ambos tipos de capital social determinará la segmentación de nuestras ciudades, la actitud ante la inmigración, ante los impuestos o hacia la educación y la sanidad públicas. Es decir, el modelo de sociedad, más o menos igualitaria, que construimos.

Dos ejemplos de diferente tipo de capital social: A la izquierda: Ejemplo de actividades generadoras de capital social vincular o cohesivo: foto de fiesta de debut de señoritas que usa ABC para anunciar el baile del club internacional de tenis (Majadahonda-Madrid). Fuente: http://www.abc.com.py/nota/23142-fiestas-de-debut-en-clubes/. A la derecha: ejemplo de capital social puente o conectivo: interculturalidad en las Fiestas de Lavapiés (Madrid). Foto de Ben (Notes from Spain), 14 de agosto de 2006. Fuente: http://latabacalera.net/proyecto/convocatoria-del-grupo-tabacalera-somos-tods-la-participacion-vecinal-en-los-procesos-colectivos/

El capital social vínculo

Putnam[1] distingue entre dos tipos de capital social: el inclusivo (bridging) y el exclusivo (bonding)[2]El capital social vínculo es por el que se refuerzan los lazos entre grupos homogéneos a partir de identidades excluyentes (determinadas por características de etnias, clase o situación social, ocupación, hermandad, juramento de lealtad, creencia religiosa, etc.). Los lazos y los mecanismos de solidaridad son fuertes para los que comparten las características, pero, a la vez, muy excluyentes para los ajenos a la misma.

Ejemplos de capital social vínculo serian el que generan las organizaciones de fraternidad étnica  o nacional, como las de inmigrantes (las de chinos, en España u otras partes del mundo; o los de gallegos o asturianos en Latinoamérica), que facilitan la inmigración, acogen a estos a su llegada, les buscan un trabajo y favorecen que se relacionan y se casen exclusivamente entre ellos. También los grupos de lectura o costura de mujeres con base religiosa, los clubs parroquiales (sean cristianos, judíos, evangelistas, musulmanes, etc.) o los exclusivos clubs sociales o “de campo”, limitados a los socios de privilegiada extracción social.

Fotografia del Hospital del Centro Gallego de Buenos Aires de 1950 en el dia que falleció Castelao. Fuente: http://www.galiciaunica.es/actualidad/?page_id=597

La mafia es una organización con un gran capital social (de este tipo): facilita la ayuda mutua a “los nuestros” (la Cosa Nostra), a la vez que la exclusión de “los otros” (incluso su eliminación física) y de los que se salen de las normas y patrones de pertenencia. Todos estos ejemplos, aparentemente tan diferentes, son redes de apoyo social y psicológico para los miembros menos afortunados de su comunidad, proporcionándoles, por ejemplo, apoyo financiero para empezar un negocio, clientes, y trabajadores leales para los comerciantes locales.

¿Significa esto que las organizaciones mafiosas o los clubs sociales elitistas sean elementos positivos para la cohesión social de una comunidad o barrio? Como suponéis, depende de la homogeneidad del barrio o comunidad y del ámbito comunitario a que nos referimos. La respuesta es positiva si los miembros de la comunidad pertenecen a la misma elite social o están vinculados a la misma organización mafiosa. Es negativa si nos referimos a un ámbito comunitario más amplio, donde están encuadradas estas organizaciones o clubs. En ese ámbito serán factores de segmentación social y barreras para la cohesión social.

 

Las ventajas de tender puentes entre desiguales

Al contrario, el capital social puente o conectivo refuerza los lazos sociales por encima de las barreras étnicas, culturales, sociales o religiosas. Ejemplos son los movimientos de derechos civiles, movimientos juveniles inclusivos, organizaciones religiosas ecuménicas, organizaciones ecologistas, asociaciones de madres y padres de alumnos (en colegios no segregados), clubs deportivos interraciales e interclasistas, huertos urbanos con orientación inclusiva (ver: Salop Drive Market Garden, un ejemplo de Agricultura Urbana) etc.

Al igual que el capital social vínculo es muy eficaz para fortalecer la solidaridad y reciprocidad entre sus miembros, el capital social puente es muy eficaz para facilitar el acceso a recursos o activos externos, ajenos a nuestro círculo o cultura. Por ejemplo, cuando se busca trabajo, los familiares o conocidos (los llamados “vínculos fuertes”) te proporcionan un conocimiento de los mismos contactos y oportunidades que ya conoces por ti mismo. Sin embargo, los conocidos mas distantes (“vínculos débiles”), es decir, de aquellos que además posiblemente no pertenecen a tu etnia, religión o clase social, probablemente te facilitarán el acceso a oportunidades laborales no esperadas. Estar «bien conectado» facilita encontrar trabajos o clientes. El capital social vínculo es bueno para arreglárselas (“getting by”) y el capital social puente es crucial para tener éxito (“getting ahead”).

Homogeneidad vs. Heterogeneidad de la comunidad es un factor importante en relación al tipo de capital social necesario para la cohesion social. El capital social vinculo funciona muy bien y favorece la cohesión social en comunidades homogeneas (ejemplo, comunidades rurales o barrios urbanos étnica o socialmente homogéneos), pero no ocurre lo mismo en comunidades heterogéneas donde tiene que combinarse con el capital puente. La diferencia dificulta la cohesión basada en la identidad. Comunidades aparentemente muy solidarias tienen actitudes y comportamientos egoistas cuando aparecen los diferentes (ejemplo inmigrantes, gitanos, etc.).

La solidaridad limitada a los iguales va aparejada a dinámicas de exclusión en zonas urbanas o barrios con un importante porcentaje de inmigrantes y una composición social heterogénea (situación típica de los barrios céntricos de las grandes ciudades). Esta situación social, sin un potente capital vínculo que fortaleza «el mestizaje», favorece el que los diferentes se sientan incómodos y se muden de barrio, agrupándose con otros iguales, o que intenten expulsar a los diferentes. Es la fuente del urbanismo monocolor y segregado: urbanizaciones cerradas de clase media o alta, con guardias de seguridad, guettos étnicamente homogéneos, etc.).

Entrada a una urbanización cerrada en Mendoza, Argentina. Fuente: http://elsomnidelcartograf.blogspot.com/2008/11/las-urbanizaciones-cerradas.html

Por ello, en estas comunidades heterogéneas y en estos barrios urbanos céntricos, las actividades sociales, culturales, educativas, políticas, deportivas y de ocio, que favorezcan el encuentro y la relación de personas de diferente origen, ayuden a diluir nuestros miedos, inseguridades y paranoias frente al otro, y son el mejor camino para fortalecer la comunidad y hacerla prosperar.

El capital social puente construye identidades y reciprocidades mas anchas, ricas y complejas, frente al capital social vínculo que lo que hace es fortalecer nuestro yo mas “paleto”, simple, limitado y pobre. El primero permite ponerse en el lugar del “otro”, el segundo refuerza el vínculo con el aparentemente similar, a partir del rechazo del “otro”. Es la fuente de la xenofobia y el clasismo. También del nepotismo, la información privilegiada y la corrupción.

Por el contrario, el capital social puente permite que circulen las ideas, la información y las oportunidades. Saca el máximo provecho al talento de todas las personas de la comunidad y a que revierta en el beneficio de todos. Permite sinergias entre culturas y grupos sociales y favorece sociedades abiertas, creativas, innovadoras, cosmopolitas y flexibles. Favorece la permeabilidad y el ascenso social  y construye sociedades más igualitarias.

 

Ejemplo de capital social puente o conectivo: Vecinos de Lavapies, de diferente origen cultural y social, enfrentándose a la policía por el sesgo étnico en los controles e identificaciones a vecinos del barrio. Fuente: SAMUEL SÁNCHEZ. EL PAIS. 13 julio 20011.

 

Un ejemplo claro de solidaridad entre diferentes: la educación pública

La educación publica integrada y universal favorece el capital social puente, permitiendo el encuentro y los lazos entre alumnos de diferente extracción social y pertenencia cultural o étnica. Al contrario, los sistemas educativos que favorecen la categorización de los centros educativos  según la clase social (colegios públicos para pobres, colegios concertados para clase media y colegios privados para clases altas), o según la cultura o religión de pertenencia (colegios católicos, evangelistas, judíos o musulmanes), tienen un bajo nivel de capital social vínculo.

En este sentido, los programas de libre elección de colegio o “cheques escolares” favorecen esta segmentación social, exacerban las desigualdades existentes y eliminan las “externalidades” positivas de la educación pública (la ganancia de capital social puente). Lo mismo podemos decir en cuanto al sistema sanitario o las organizaciones juveniles o deportivas. Su mayor o menor inclusividad determinara el tipo de capital social desarrollado.

 

La camiseta verde, el simbolo del actual conflicto madrileño en defensa de la escuela publica

 

Mis impuestos para los míos

Como veremos, en los estudios de Putnam el grado de capital social de un estado esta fuertemente asociado con el nivel de cumplimiento fiscal. Los estados que tienen un mayor índice de capital social son aquellos que tienen una menor evasión fiscal. Sin embargo, hay un factor que lo modifica: el grado de homogeneidad, por ejemplo, el % de inmigrantes.

Las comunidades con un bajo porcentaje de inmigrantes tendrían más fácil la cohesión y la solidaridad interclasista: es decir, establecer lazos de solidaridad tipo capital social vínculo. Sin embargo, la inmigración determina barrios culturalmente heterogéneos y la resistencia de los autóctonos[3] a pagar impuestos que según ellos contribuyen más a una solidaridad entre diferentes (CS puente) que entre iguales (CS vínculo). Los retornos de los impuestos irían a “los otros”, en forma de becas de comedor, o asistencia sociosanitaria a los inmigrantes. No se suele considerar las aportaciones de los otros al sistema fiscal. En la base esta la idea de que el contrato social, que determinó el estado de bienestar social y sus servicios, se habría firmado entre “nosotros” (los ricos y pobres de los nuestros). Los que vienen de fuera (“ellos”)  no estarían incluidos en este contrato y, por lo tanto, no tendrían derecho a beneficiarse del paraguas social.

Esta idea solo se desmonta cuando se percibe que la homogeneidad, “el nosotros”, está no solo determinado por la lengua, el color de la piel o la religión, sino por la clase social. Los aparentemente diferentes son iguales en un sentido. Personas de diferente color o religión comparten estatus social, generalmente clase social baja.  Y se debe recordar que el contrato social “se firmó” entre los privilegiados y los desafortunados del sistema, para asegurar una protección social para todos y una progresivamente mayor igualdad de oportunidades, que contrarreste la tendencia natural de las sociedades capitalistas a la desigualdad y, por lo tanto, a la dominación del privilegiado sobre el desposeido.

 

Dos categorías no excluyentes, pero a veces antagónicas.

Algunos grupos sociales se vinculan internamente alrededor de algunas dimensiones sociales y son capaces de crear puentes hacia el exterior para  otras. Por ejemplo, la iglesia negra (la de los afroamericanos) reúne gente de la misma etnia y religión, perteneciente a diferentes clases sociales. En este sentido, tambien se puede considerar las Casas regionales gallegas o asturianas en Latinoamérica como organizaciones que combinaban capital social vínculo (el vínculo de ser gallegos o asturianos) con capital social puente (al apoyar a compatriotas de diferente extracción social). Otros ejemplos son las redes sociales o grupos de chats de Internet crean puentes por encima de la geografía, género, edad y religión, siendo sin embargo, muy homogéneas en cuanto al nivel educativo o la ideología. Es decir, capital vínculo o capital puente no son categorías excluyentes, mediante las que puedan dividirse claramente las redes sociales, sino que son dimensiones útiles para comparar diferentes formas de capital social.

Sin embargo, a veces actúan como dimensiones antagónicas. Un ejemplo que pone Putnam es la llamada controversia del autobús (Busing controversy), sobre la política de integración escolar de blancos y negros, basada en el desplazamiento en autobús de los alumnos desde sus comunidades o barrios, étnicamente homogéneos, para ser escolarizados en centros racialmente integrados. Los defensores argumentaban que esta medida favorecía el capital social puente (familiaridad, tolerancia, solidaridad, confianza, hábitos de cooperación y respecto mutuo por encima de barreras étnicas). Los detractores del “busing” argumentaban que la medida era un ataque contra el capital social vínculo, al eliminar las escuelas de vecindad, donde se construye la amistad, los hábitos de cooperación y solidaridad en el vecindario. Es decir algunas ganancias de capital vínculo implican un detrimento del capital puente, pero también viceversa.

Convivencia interétnica en una escuela de Minnesota.: Fuente: Courtney Perry for Education Week

http://www.edweek.org/ew/articles/2011/10/05/06eden_ep.h31.html

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Este artículo forma parte de la serie “Desarrollo comunitario”, escrito por Javier Segura del Pozo, que lleva las siguientes entregas publicadas hasta ahora:

  1. Desarrollo comunitario-Community development
  2. Desarrollo comunitario radical, según Margaret Ledwith
  3. Las uniones de crédito (”Credit union”)
  4. Las comunidades compasivas: el bienestar en el  final de la vida
  5. Food mapping: midiendo el acceso a alimentos saludables
  6. Salop Drive Market Garden, un ejemplo de Agricultura Urbana.
  7. El enfoque ABCD de desarrollo comunitario
  8. El mapa de recursos de una comunidad (Asset mapping)
  9. La investigación apreciativa (Appreciative inquiry)
  10. El banco de tiempo
  11. José María Arizmendarrieta y el movimiento cooperativo de Mondragón
  12. “Healthy living centres” o centros de vida saludable, Gran Bretaña (1999-2010)
  13. Saul Alinsky y las reglas del buen rebelde
  14. El capital social
  15. Capital social vínculo (“bonding”) y Capital social puente (“bridging”)

 

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[1] Robert Putnam. “Bowling alone. The collapse and revival of American Community”.  Simon and Schuster Paperback, New York, 2000

[2] Según Putnam, los autores de estos términos podrían ser Ross Gittel y Avis Vidal en “Community Organisation: Building Social Capital as a Development Strategy”. Sage 1998.

[3] “Autóctonos”, es decir, los hijos, nietos o bisnietos de inmigrantes (especialmente, en EE.UU., pero también en ciudades españolas como Madrid).

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11 comentarios

  1. gracias, Javier; llevaba tiempo buscando alguna reflexión sobre los «capitales sociales» de Putnam y su traducción al castellano
    Un abrazo y gracias
    repu

  2. Gracias por el análisis y resumen de un tema de actualidad. Estoy por iniciar una investigación en el ámbito rural de México sobre ese aspecto. Si ocnocce alguna herramienta que pudiera serme útil se lo agradeceré. Consuelo tiene mi correo electrónico.
    Régulo

  3. Al respecto de lo que comentas sobre el capital social bonding, que generalmente se utiliza como ejemplo de «mal capital social» yo siempre suelo citar el informe de la OCDE donde se habla de ello (es del 2001 y se titula «The Well-being of nations. The role of Human and Social Capital» donde afirma que existen “formas particulares del capital social “vínculo” (bonding social capital) que tienen el potencial para impedir la cohesión social en determinadas circunstancias. En este sentido, el capital social no es diferente de otras formas de capital, cuya utilización puede servir para distintos fines – no todos necesariamente convenientes para las comunidades en general. Algunos grupos muy delimitados como, por ejemplo, cárteles, grupos de traficantes de inmigrantes ilegales, operaciones de la mafia y grupos terroristas pueden incorporar altos niveles de confianza interna y la reciprocidad. Asimismo, estos mismos grupos pueden contener a personas con altos niveles de capital humano, financiero y usar otras formas de capital para objetivos socialmente destructivos e indeseables. Algunas formas de enlaces sociales exclusivos a nivel nacional o regional pueden tener consecuencias destructivas socialmente. Estos ejemplos no socavan el potencial del capital humano y social para generar beneficios para todos o la mayoría de miembros de la sociedad en otras situaciones. Generalmente los beneficios de la mayoría de tipos de capital social vínculo y puente (bridging social capital) superan con mucho las consecuencias negativas.”

    Es decir, es mejor un poco de capital social vínculo que nada de capital social.

  4. Depende de quien se beneficie del vínculo y quien no (incluso quede excluido o perjudicado por ese vinculo). ¿No crees, Marta?

    Por definición, no existe una sociedad sin capital social. Una sociedad sin vinculos sociales es una contradiccion en sí misma. Llevándole la contraria a Margeret Tatcher: en vez de la sociedad, lo que no existe es «el individuo»…la persona ajena a la sociedad.

    La cuestión es otra. No es un tema cuantitativo (mas vale poco que nada), sino moral: ¿Capital social para qué y para quién? ¿Para qué beneficios? ¿Para qué beneficiarios?

    Hace unos días vi la pelicula «Criadas y Señoras» (en inglés: «The Help»). Ilustra muy bien la diferencia entre el denso capital vinculo (entre señoras blancas o entre criadas negras… o, curiosamente, entre niñas blancas y sus cuidadoras negras)y el escaso capital puente (y la cruel dominación) entre blancas adultas y negras adultas.

    Y tambien refleja muy bien la diferencia entre solidaridad y caridad. La discriminación de las blancas hacia las negras, en el Missisipi de principios de los 60, era perfectamente compatible con las recolectas caritativas en los clubs de bridge de las Señoras blancas en favor de»los negritos de Africa» (!!!)

    Un saludo

  5. Javier, yo creo que ambos aspectos son necesarios, cantidad y calidad. Es decir, ambos son deseables, pero en su justa medida. Una gran cantidad de capital social carente de calidad puede no ser suficiente para el desarrollo, aunque siempre son preferibles los movimientos cooperativos que los anárquicos; pero esos movimientos cooperativos pueden conducir a comportamientos perjudiciales para el contexto analizado o, incluso, para el conjunto de la sociedad (porque los grupos podrían ser muy cerrados y facilitar la aparición de capital social “vínculo”). Por lo tanto lo deseable sería, no la maximización de la cantidad o calidad del capital social, sino la optimización de las mismas. Además, el desarrollo económico de las sociedades atraviesa distintas fases y durante ellas van variando todos los tipos de capital presentes. No es necesario el mismo capital social, al igual que ocurre con el capital humano o el capital físico, para una sociedad eminentemente agraria que para una sociedad de servicios. Las relaciones que se van a establecer varían dependiendo de la etapa de crecimiento que estén atravesando y, por lo tanto, las formas que adopta el capital social serán también distintas.

  6. Felicidades por el articulo, estoy realizando un investigación sobre OSC en México, y esta información me va ayudar mucho

  7. Estimado Javier:
    Muy buen articulo, esperando una respuesta, me gustaría saber si es posible que puedas facilitar la bibliografía utilizada para la preparación del trabajo, ya que me gustaría indagar mas respecto a la temática, pero viendo en especifico el material utilizado. Saludos y felicitaciones.

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