EL «ENGAÑO» DE LA FORMACIÓN A DISTACIA

Un negocio en auge

No es un fenómeno reciente, pues lo observamos desde hace ya varios años. La educación a distancia tiene ya una tradición en el ámbito universitario de decenios. Goza además de pretigio, dado que se atribuyen a sus alumnos unas cualidades autodidactas que no se ven potenciadas de igual manera en la educación presencial. Los exámenes, lo hemos comprobado personalmente, son rigurosos, serios, y evalúan la totalidad del plan de estudios. Posee, en su vertiente universitaria, unas bondades propias  que conceden mucha credibilidad a los títulos obtenidos. Pero cuando hablamos de formación a distancia nos estamos refiriendo a  la abundancia de cursos que se ofertan a los profesionales sanitarios, y más concretamente, a los fisioterapeutas. Desde la distancia ingenua pueden parecer una loable iniciativa para cubrir necesidades de conocimiento en profesionales que disponen de poco o ningún tiempo para asistir a clases presenciales o de profesionales noveles que desean ampliar lo aprendido en sus carreras y obtener, de paso, unos puntos que les permitan tener alguna opción en bolsas de trabajo. Sin embargo, esta visión es ingenua de pleno. Y lo peor es que todos los implicados, centros, empresas y alumnos, conocen la verdad de esta mentira.

Hagamos una breve exposición de lo que sucede. Empresas de formación, a las que se unen ya organizaciones sindicales  como colaboradoras o beneficiarias de descuentos para sus miembros. ofrecen formación a distancia sobre múltiples campos de múltiples disciplinas. Acaparan así la mayor demanda posible. A cambio de módicas cantidades, si las comparamos con el costo habitual de la formación presencial, ofrecen material didáctico (uno o varios libros). El alumno, una vez supuesto leído, comprendido e interiorizado el contenido, contesta un cuestionario sin ningún tipo de supervisión, en su domicilio o lugar de estudio, y lo envía al centro docente. Es decir, está permitido copiarse. Aquí es donde entra la complacencia de organismos oficiales, como una comisión de formación continuada, que previamente han otorgado una puntuación en base unos criterios objetivos. Los puntos obtenidos por el alumno sirven para optar a plazas públicas de empleo y así se expresa en la publicidad de los cursos.

En nuestra experiencia parece poco probable que mediante este sistema se garantice la adquisición de los conocimientos incluídos en el material docente. Se puede practicar sin rubor el trueque de cuestionarios contestados entre alumnos pues no se pretende conocer quién los ha contestado. Se confía cándidamente en que el alumno se ha leído todo el libro y sabe lo que plasma en el cuestionario. De la misma manera cualquiera podría reclamar puntos de formación por leer un libro que versa sobre su disciplina.

La estrategia de mercado de estas empresas, y organizaciones colaboradoras a cambio de no sabemos qué,  les lleva a ofrecer los cursos en paquetes, con importantes descuentos e incluso con regalos de dispositivos MP3, MP4, o demás artilugios que puedan convencer a los más jóvenes, por otro lado los más vulnerables y necesitados de esperanzas laborales.

Explorando en la publicidad nos hemos dado cuenta que en algunas ocasiones el material didáctico es el mismo para cursos destinados a distintas disciplinas sanitarias (enfermería, medicina, fisioterapia, terapia ocupacional, etc.). Es decir, por el mismo patrón se sacan trajes para personas con necesidades diferenciadas. Algo que abunda más en la sospecha de que no se pretende una formación adecuada.

Lo más enojoso para nosotros es comprobar la connivencia y tolerancia de organismos oficiales al otorgar credibilidad a una formación que meridianamente no garantiza el adiestramiento técnico ni la formación teórica, y lo que supone esto de agrabio comparativo respecto al esfuerzo personal, familiar y económico que se da en la formación continuada con otros matices. Y esto es más llamativo en disciplinas como la fisioterapia, en las que la formación práctica no se puede transmitir más que presencialmente.

Al final, la necesidad de puntos, que no de formación, empuja, y nosotros no estamos exentos de ello, a realizar cursos de este tipo para no quedarse descolgado con respecto a otros colegas. El «formador» ha conseguido su objetivo.

Para terminar, algunas cuestiones que deberían encontrar respuesta entre los que defienden y propocionan esta formación: ¿cómo se garantiza la adquisición de conocimento de forma efectiva?, ¿cómo se garantiza que no se comparten respuestas entre alumnos?, ¿cómo es posible que se puntúe en una bolsa de trabajo la lectura de un libro igual que la realización de un curso presencial?, ¿si se exigiera la realización de examen real tendrían tanto éxito?

Para aclaración ver Formación a distancia II

Para leer más sobre fisioterapia.

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5 comentarios

  1. A que nos referimos cuando hablamos de formacion a distancia?. Debemos ser cautelosos y saber que existe diferencia entre formacion a distancia y formacion on line. Esta ultima ofrece una serie de garantias que ya explico LAU2, ademas hay que agregar que no existe un unico examen sino que los mismos se confeccionan de forma aleatoria entre una serie de preguntas y se da un tiempo limite al alumno. Con esto se logra que no exista un unico examen y que no se puedan pasar unos a otros. No obstante la calidad de la formacion la debe garantizar la institucion que la imparte, controlarla la administracion y reclamarla los alumnos.

    Estoy de acuerdo que hemos abusado de la formacion a distancia tanto empresas sin escrupulos cuyo unico objetivo es vender y facturar como asi tambien alumnos y personas que no buscan aprender sino solo juntar hs. y creditos. Una cosa mas si estamos tan interesados en mejorar la formacion del ambito sanitario debemos pelear para que se comienzan a valorar los creditos y no las horas.

  2. Hola,

    No estoy de acuerdo con tu mirada general del asunto.

    Yo estudio a distancia por múltiples razones, una de ellas es que tengo 3 niñitos… y sabes qué? me envían material en CD, es decir, las materias, apuntes para consulta y los libros que debo comprarme para estudiar. Esto es así, estudias o no estudias. Y esto también se da en el cursado con modalidad presencial. Mis actividades me permiten "entrar en tema" y para los finales viajan los profesores a BA donde verifican de esta manera si aprendiste lo estudiado. En el transcurso de la cursada tienes un teléfono para cada profesor, un foro de consulta, chat…. porque sabes estamos en 2008 y la tecnología nos brinda excelentes rescursos!

    Salu2,

    AH! estudio comunicación.

    Bye, Lau

  3. Tambien puede llamarse "engaño" poner precios desorbitados a los cursos presenciales. Sobretodo teniendo en cuenta que en muchos casos son cursados por personas que acaban de terminar su titulación y que cuentan con escasos recursos económicos y para más inri en ocasiones estos cursos no ofrecen la formación que se le presupone por ser presenciales. Por otra parte señalar que aunque en nuestra profesión se aprende sobretodo por medio de la práctica, no olvidemos que desde siempre el saber se ha transmitido por medio de los libros y que en la carrera además de prácticas tenemos unos temarios a los que nos tenemos que ceñir y de los que tenemos que aprender. Entonces ya depende de la ética de cada persona, se pueden copiar los cuestionarios que te mandan con el libro, pero tambien se pueden copiar o regalar aprobados en cursos presenciales y algun otro sitio más…

  4. si has denunciado a una formacion a distancia y firmaste todos los documentos siendo el relaciones publicas de esa formacion como un amigo para que firmes y despues te enteras que es un curso de dos años no de tres meses y que entrarias a trabajar inmediatamente, siendo al final mentira y no poder devolver los libros ni nada pues el plazo está mas que fuera de fecha , denunciandolo en delegacion de consumidores y aun por encima devolvi los libros como podria ganar el juicio? tiene que haber algun fallo por algun sitio, tengo que buscar pero donde, si es publicidad engañosa.

  5. gracias por dar luz en una noche de personas totalmente automatizadas que solo se mueven por la inercia de su alrededor

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