Me pregunta una lectora, Shirley, que qué opino de un tal Horgan, que sugiere que la ciencia ha acabado y solo faltan algunos detallitos sin importancia.

Hoy vamos a hablar de las olas. Estoy en la playa y lleva unas horas soplando un viento fresco del suroeste. Las olas son pequeñas, encrespadas, con ligeros toques de espuma, y viniendo del suroeste vienen en muchas direcciones: Sur, suroeste, oeste, sin mucho orden ni concierto. Son olas de “mar”.  

Ayer estuve escuchando un concierto. Tocaban a Mozart, a Mendelsohn y a Dvorçak. Las notas surgían de los violines, las violas, los cellos y el contrabajo, mezclándose armónicamente para producir un encantamiento a los oyentes.

¿Cómo es esta aventura de la ciencia? Hace siglos se preguntaban algunos, ¿Cómo se mueven los astros? ¿Cómo cae una piedra?

El año pasado en el Caribe, este año en el Mar de la China. De nuevo una sesión de huracanes, y empieza pronto, a mediados de Agosto.

Pues según mucha gente muy bien informada, desde el Presidente Bush, hasta directores de programas de radio hasta los presidentes de las grandes petroleras, no hay cambio climático. Es un pequeño calentamiento igual al que ha ocurrido ya  muchas veces en la historia.

¿Qué es esto de la ciencia de la que hablábamos ayer? ¿No es hoy dominante en el mundo? ¿No la conoce y acepta  la mayoría de la humanidad?  

Quiero continuar aquí durante este mes de Agosto, con algo más de tranquilidad y alejado de los agobios diarios, algo que comencé en Septiembre pasado, algo más amable que todos estos problemas agobiantes sobre un medio ambiente que degeneramos más deprisa de lo que es capaz de regenerarse. Hablaba entonces de la ciencia y quiero hacer un recorrido durante unos 30 días sobre lo que significa la ciencia en el mundo, y más aun, en el mundo moderno, un mundo que…

Hace unos días escribía que al menos este año habíamos ganado media batalla contra el fuego, ya que en Julio habíamos tenido pocos incendios. En este Agosto en Galicia parece que quieren restablecer la media a base de quemar allí más que en otros lugares de España.

Llevamos un mes de Julio tremendamente caluroso, y muchos menos incendios que cualquier otro año. La respuesta está en que el MMA cogió al toro por lo cuernos y asumió la realidad: que los incendios se apagan en invierno, limpiando los montes, y que una ley como esta de que un monte quemado no se puede vender durante 30años es imprescindible.