Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

 

El pasado día 10 de febrero de 2010 perdí otro maestro y otro amigo: Jo Eirik Asvall. Aunque su nombre solo sea conocido por unos pocos en el mundo de la Salud Pública española, sus obras son famosas. De su pasión por este campo profesional y de su liderazgo salieron múltiples proyectos e iniciativas que marcaron la biografía personal de los salubristas de mi generación  y que siguen  siendo  referencias en nuestra practica. Hablo desde el proyecto de Atención Primaria de Salud (APS) que cristalizó en Alma Ata (Jo formaba parte del equipo de Halfdan Mahler, del que era un muy estrecho colaborador y con quien compartía su visión sobre la APS: ver en este blog los articulos APS, el marco y la cocktelera, De Nueva York 1946 a Alma Ata 1978, Deconstruyendo la APS,  ¿Qué ha sido de la APS?), hasta los proyectos de “Ciudades saludables” (“Healthy City Project”) o el de “Salud para todos en el año 2000” (“Health for All”), ya como director de la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde ejerció su liderazgo en uno de los periodos mas fértiles y comprometidos de la organización (1985-2000). Tuve la suerte y el honor de conocerle durante mi estancia en Estocolmo, colaborando ambos como asesores del ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control). De este encuentro se forjó un posterior fecundo trabajo en equipo  en misiones para la OMS y una prometedora amistad, ahora desgraciadamente truncada con su reciente muerte.

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Jo Eirik Asvall

Biografía oficial

 

Jo nació en 1931 en Noruega y se licenció como médico en 1956. Dos años después ya solicitaba su entrada en la OMS donde fue seleccionado entre 10 estudiantes para dar cursos sobre erradicación de la malaria en Latinoamérica durante 1959. El Dr. Asvall trabajó en Ecuador, Jamaica y México, antes de trasladarse a África occidental donde dirigió el equipo de la malaria de la OMS para Benin, Camerún y Togo.

De regreso a Noruega en 1963, aceptó un puesto hospitalario, implicándose en la gestión clínica y la administración del hospital. Fue director del departamento de atención hospitalaria en el Ministerio Noruego de Asuntos Sociales en 1973 y fue clave para formular una nueva política nacional de salud noruega, que fue aplicada en 1975. Un año más tarde fue delegado en la Asamblea Mundial de la Salud, incorporándose luego a la Oficina Regional para Europa, donde trabajó como Oficial de Planificación de Salud de País (Officer for Country Health Planning) hasta su nombramiento como Director de Gestión de Programas en 1979.
El Dr. Asvall sirvió como Director Regional para Europa de 1985 a 2000. Dedicó su tiempo como Director Regional en la promoción y la aplicación de la estrategia “Salud Para Todos” en la Región. Esta estrategia buscaba un cambio fundamental en el desarrollo de las políticas de salud en los países de la región europea, priorizando cuatro áreas principales de intervención: los estilos de vida, los factores de riesgo que afectan la salud y el medio ambiente, la reorientación de los sistemas de atención de la salud y de los recursos políticos, de gestión, tecnológicos, humanos, de investigación y otros apoyos necesarios para lograr los cambios deseados en las tres primeras áreas de intervención mencionadas.
Permaneció activo después de su jubilación. Su último compromiso público fue con la Oficina Regional para Europa en enero de 2010.

 

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Fotografía con Jo Asvall en el cuartel general de la OMS en Ginebra

 

 

Biografía personal

 

Solo quisiera añadir que Jo era ante todo un entusiasta, no solo de su profesión, sino de la organización a la que había servido durante mas de 50 años y que para él no solo era un instrumento para mejorar la salud, sino para luchar por la justicia social y la paz mundial. A mi me ayudó a ver esta fortaleza potencial y valor de la OMS, en un momento en que (junto con el resto de las organizaciones de la llamada “familia de la ONU”) su prestigio e influencia pasaba por horas bajas. También me ayudó a conocer, por encima de cierta imagen burocrática, a muchas personas ligadas a la organización que estaban profundamente implicadas en su misión.

 

Jo también era un apasionado de la vida y de las relaciones humanas. Hablaba de forma fluida muchos idiomas (ingles, francés, alemán, ruso, todas las lenguas nórdicas, etc.), el español incluido. Lo había aprendido de la mejor forma posible que se puede aprender un idioma… ¡en su juventud tuvo una novia latinoamericana! Conocía muy bien nuestro país, que había recorrido en los años 60, y amaba nuestra tierra y costumbres. Sabía escuchar y sabía ser seductor. Tenia grandes dotes diplomáticas, lo que demostró de sobra durante nuestras misiones en Oriente Medio. Es una de las personas menos dogmáticas que he conocido. Respetaba al que no pensaba como él, sin renunciar a unas convicciones morales e ideológicas firmes.

 

La imagen que tengo de él corresponde a los últimos años de su vida, cuando estaba teóricamente “retirado” (aunque no paraba de trabajar, de viajar y de tramar planes). Desconozco su etapa anterior, cuando debía ser un hombre muy poderoso e influyente, que como tal haría fácilmente muchos enemigos. Solo puedo decir, que para mi era un modelo y una referencia. Y lo seguirá siendo. Un modelo de cómo vivir los 70 años (“la setentena”), activo intelectualmente, en forma psicológica y físicamente, apasionado por su profesión, socialmente comprometido, inconformista con lo establecido y destilando toda la rica experiencia acumulada. Una edad en que mirando atrás, descubres que las utopías de la juventud tienen mas sentido que nunca.

 

¡Hasta siempre, Jo!

 

 

 Beirut 9-10 agosto 2007 023

Javier Segura y Jo Asvall. Beirut, 2007

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