EL PACTO EDUCATIVO

 

El 83% de la población pide un pacto en la reforma educativo. La mayoría demuestra el sentido común que no siempre asiste a nuestros políticos. Con resultados nefastos, en los últimos cuarenta años se ha llevado a cabo la reforma del bachillerato elemental, la Ley General de Educación, la LODE, la LOGSE, la LOU  y ahora la nueva Ley. Todo para una deficiente calidad y magros resultados, que no nos hacen competitivos en Europa. La guerra de la enseñanza debe pasar al olvido; carecen de sentido las parejas del enfrentamiento: religión evaluable/ religión no evaluable, escuela publica / escuela privada, escuela confesional / escuela laica. La izquierda está en su derecho de reivindicar la escuela pública siempre que  no dé los pasos necesarios para cargársela, como ha hecho en los últimos años y no la convierta en un aparcamiento grande y malo. Una democracia liberal no ha de impedir el acceso a la escuela confesional  a los ciudadanos que la demanden, pero el Estado debe ser riguroso con su política de subvenciones, que no están para ser adjudicadas como los caramelos después de un bautizo. Ítem más: el dinero público ha de ayudar sobre todo a los más desfavorecidos.

 

MIGUEL GARCÍA-POSADA

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