Afganistán
Las televisiones públicas han resuelto no intensificar su información sobre las recientes víctimas de Afganistán. Pero de lo más grave no se habla: los españoles no nutren como debieran su defensa. La demagogia se cargó el servicio militar obligatorio y nuestro Ejército debe buscar sus soldados en el altiplano andino. Es una perversión que no sean los naturales de un país o no lo sean exclusivamente quienes lo defiendan, ordinariamente. Porque no tenemos tropas profesionales sino mercenarias, que es cosa bien distinta, y aquí hay paz y después gloria y a quien san Pedro se la dé san Pedro se la bendiga. O séase, que ocurra lo que tenga que ocurrir, que aquí estamos a otro cosa: las hipotecas, la liga de fútbol, las broncas entre periodistas… Pero las bombas de Al Qaeda revientan a españoles sobre todo.
Miguel García-Posada