Un diario de ámbito nacional ha subrayado estos días las interpretaciones antiespañolas que de nuestra historia se hacen en Cataluña y el País Vasco. Le asiste la razón al recordarlo aunque es vieja canción. Alemania tiene como principio dorsal de su federalismo la <<lealtad constitucional>>; en la España de las autonomías ocurre justamente lo contrario: España es el enemigo y hay que combatirla en todos los frentes. Si hay que tergiversar la historia para que los niños la aprendan así, manipulada, tergiversada, pues se la manipula y tergiversa. Cuando el Secretario General de PP demanda la enseñaza obligatoria del castellano, proges hay que se rasgan las vestiduras — los dirigentes autonómicos ni se molestan- aduciendo que España tiene cuatro lenguas. No es verdad: España tiene una sola lengua oficial, la del Estado, común a todos los españoles, que es el idioma castellano, y tres lenguas cooficiales (oficiales en sus respectivos territorios). No son, pues, una más una más una más una, sino una y tres. Que a estas alturas haya que demandar la enseñanza obligatoria del castellano, revela hasta dónde han llegado las cosas. En Cataluña, el castellano, cada vez menos enseñado, se está convirtiendo en una lengua <<<swali>>que se habla, porque es insoslayable pero se escribe mal. <<Diversas son las hablas y diversas las lenguas y han convenido todas a un solo amor>>, escribió Salvador Espriu, el gran poeta catalán. Pues una higa para Espriu, que creía en<<Sepharad>> (España)>> y escribió un libro, <<>>La piel de toro>> sobre el destino dolorido pero unitario y solidario de la Península. <<Pobre Espriu,>> deben pensar los autonomistasistas-separatistas, <<qué ingenuo, qué bobo>>
Miguel García-Posada