Estrellas para orientar a los Magos de Oriente: ideas de regalos microbiológicos

Bien sea porque tenemos un Pitagorín en la familia, o porque queremos alejar por un rato a la prole, o incluso a la pareja, de la sana ocupación de matar engendros en una pantallita, a lo mejor nos encontramos ante la duda de qué regalar en estos días irremediablemente dedicados al culto del consumismo. No es cosa de que este blog pierda la oportunidad de inspirar a los Magos de Oriente con unas cuantas ideas para regalar algo relacionado con los microbios, que a la par de ameno, resulte instructivo. Y por eso ofrezco una lista en la que el regalo más caro se vende por 90 EUROS y el más barato cuesta cero euros.

Portada

Para el que aún no lo sepa y quiera saber lo que son los microbios empiezo por recomendar “mi libro” “Ni contigo ni sin ti: Guía para entender los microbios”, escrito en colaboración con Marta García Ovalle y Javier Medina y que ha recibido el premio Ciencia en Acción 2011. Publicado por grand guignol ISBN: 978-84-936874-2-7. Es una introducción a lo que son y a lo que hacen los microbios y está escrito para el público joven, o sea todos los que tienen los mismos años que uno mismo o menos. Se puede comprar por internet o encargar en las librerías, y tardan como 20 días en servirlo, paciencia.

BresserMicroset350

Una vez sabido lo que son los microbios y para lo que sirven querremos ver alguno, para lo que se necesita un microscopio, no hace falta un instrumento demasiado caro, tan solo que pueda aumentar la imagen como mínimo 300 veces, por ejemplo el que se ilustra alcanza los mil aumentos por medio de una lente ocular especial. Es importante para no cansar la vista que los elementos ópticos, las lentes, sean buenas. Este microscopio incluye además algunas muestras ya preparadas y un pequeño juego de portaobjetos y cubreobjetos para iniciar al futuro microbiólogo en la observación de sus propias muestras.

Yogurteo

Para ver lo que algunos microbios pueden ayudarnos nada mejor que resucitar un viejo artilugio, la yogurtera, con la que al menos durante un mes, incluso más si no nos aburrimos de ella, podremos preparar todo tipo de yogures. Un par de avisos: hay que ser escrupulosamente limpio al usarla y no conviene reutilizar el mismo yogur que hemos preparado en una tanda para iniciar la siguiente, además la experiencia dicta que todos los artilugios de cocina, tipo licuadoras, robots, bombas de vacío y picadoras acaban hartando al poco tiempo. Por eso, para que cuando se quede en un rincón al menos adorne, he buscado una yogurtera que parece un objeto, si no bonito, al menos un poco galáctico.

E-coli-petri

Lo más probable es que no le regales a un bebé un peluche con la efigie de Escherichia coli, pero a ese recalcitrante cerebrito que conoces seguro que le puede hacer ilusión recibir uno. Los hay incluso en miniatura, dentro de una placa de cultivo, y también los hay de otros virus y bacterias, por lo que si te gustan puedes convertir tu cama en un laboratorio de diagnóstico clínico sin mucho esfuerzo, y sobre todo sin peligro de pillar una enfermedad.

Peluchevolución

Puestos a presentar peluches hay una artesana que los hace como pieza única, el de la evolución del peluche creo que ya está vendido, pero siempre se puede intentar convencerla de que nos haga otro. Si no lo conseguimos también tiene a la venta, entre otros, el letal Bacillus anthracis y sus temibles esporas, para quien le guste jugar a bioterrorista sin peligro.

Kornberg

Lo que sí puedes regalar a niños más pequeños son los cuentos que un premio Nobel, Arthur Kornberg, contaba a sus hijos y que luego escribió en verso para leer a sus nietos. Su título en castellano es Cuentos de Microbios y puedes leer un breve pasaje en este enlace. Uno de los niños a quien Arthur Kornberg, que recibió el Nobel en 1959, leía estos cuentos, su hijo Roger, ha recibido asimismo el Nobel en 2006. No se puede garantizar que por mucho que se lo leas tus niños se conviertan en lumbreras, pero ¡quién sabe!.

Klein

Por último, para los que tienen pánico a los microbios sin saber que todos los días llevamos un montón de ellos dentro de nosotros, recomiendo un regalo que mi amigo Germán Rivas me ha hecho hace poco, es el único volumen del mundo que pase lo que pase y sin necesidad de lavarlo no contiene nunca ni un solo microbio, una botella de Klein. ¿Cómo es que la tal botella no contiene ni contendrá ningún microbio?, es sencillo, porque su volumen es cero. Botellas de Klein aproximadas como las que se ilustra se pueden hacer en cristal y usarlas para no contener vino, o tejerlas en punto para colocarlas encima de la cabeza. En el enlace puedes disfrutar de una botella de Klein virtual.

Moebius_strip

Por si alguien no lo sabe, una botella de Klein puede hacerse uniendo dos bandas de Möbius. La figura es una ilustración de M.C. Escher. Como los Magos de Oriente son magos, podemos hacer un poco de magia con muy pocos materiales. O sea, papel, tijeras y cinta adhesiva. Con ellos podemos construir una banda de Möbius, basta con recortar una tira de papel, y antes de pegar sus dos extremos girar uno de ellos 180 grados. Si no te crees que el resultado solo tiene una superficie y no dos como tenía la tira de papel, basta con dibujar una línea por el centro de la banda, sin levantar el boli llegarás al punto donde iniciaste el dibujo. O sea que por el mero hecho de girar 180 grados has hecho desaparecer por completo una superficie. Pero la magia no acaba ahí, prueba a cortar toda la banda por la línea dibujada y observa lo que te sale. Más magia: ahora prueba a cortar otra banda de Möbius, no por la línea del centro sino por una línea que esté a un tercio de la anchura. ¿Verdad que esto es más mágico que matar engendros en la pantallita?

Compartir:

9 comentarios

  1. yo compre en la empresa andasisoyyo.es, peluches personalizados como uno quiera, la verdan es que son muy originales

  2. Fantástico! Gracias por llamar nuestra atención sobre los simpáticos y no-tan-simpáticos bichitos!

  3. La botella de Klein tiene volumen, lo que no tiene es borde. Algo tan sencillo y un redactor no lo pilla… En fin… El que vale vale, y el que no a ciencias de la información.

  4. Hola Jo,
    para más información te remito a lo que cuenta la página del fabricante de la botella de Klein de vidrio http://www.kleinbottle.com/.
    La susodicha botella no tinene confín (inglés «boundary») y tampoco borde (inglés «edge»). A partir de esto discutimos si una cosa que no está confinada puede o no contener algo o si por el contrario lo contiene todo.
    Para mayor solaz visita el Mar de los Monstruos de la película «Yellow Submarine», y toma nota de la escena del monstruo tragoncete http://www.youtube.com/watch?v=FVqnRPMZbE0
    Un saludo y que no te traigan carbón 🙂
    Miguel

  5. Hola Miguel:
    Tengo informacion que puede resultarte interesante para tu blog, acerca de un bichito muy malo, el MRSA, te dejo mi email por si te interesa que nos pongamos en contacto: myriam@lindsellmarketing.com
    Enhorabuena por el blog, es divulgativo a la par que entretenido.

  6. Jajajaja!! Genial post!!! (como siempre…)
    A mi me mataban los Giant Microbes… uno no puede dejar de tener un lado friky hipertrofiado…

Deja un comentario