Educación se despide de los préstamos para estudios de posgrado

Lo llaman «flexibilizar», pero quiere decir más bien «borrar y no dejar rastro».

 

El Ministerio de José Ignacio Wert ha decidido suspender la apertura de la convocatoria de préstamos de posgrado anunciada en diciembre de 2011, y de la que ya informamos en este blog. Se trata de un aviso sorprendente, ya que se hace con menos de una semana de antelación con respecto a la fecha de la apertura, el 1 de abril (¡un domingo!), y porque enmienda la plana… al propio Ministerio de José Ignacio Wert, que fue quien decidió presupuestar la convocatoria bajo las características actuales.

¿Cuáles son esas características? Básicamente,  la subida del interés al 5 %, con respecto al 3,5% anterior, Desde la cual se había eliminado el umbra de renta de 22.000 € como mínimo para la devolución del préstamo.

¿Qué ha cambiado para que el gobierno retire una convocatoria tan reciente? Bien, evidentemente los Presupuestos Generales del Estado que se presentarán el viernes 30 de marzo, con una rigidez y una austeridad cuyas repercusiones aún no podemos imaginarnos. ¡En qué cabeza cabe que se vaya a seguir prestando dinero para algo tan melifluo como formarse!

Los argumentos técnicos del gobierno son los siguientes: las condiciones de los préstamos obligaban a provisionar un total de 100 millones de euros, lo que suponía un gasto de 8 millones (el cálculo detrás de esta información presupuestaria debe de ser tan sencillo que no vale la pena explicarlo en una nota de prensa). Según la nota de prensa del Ministerio, el descenso en el número de peticionarios «[ha] hecho insostenible mantener este tipo de ayudas en las condiciones actuales».

Ah, también se informa de que las futuras convocatorias (si las hubiere) no se concederán atendiendo exclusivamente al nivel de rentas, sino también al mérito académico. Un criterio que no parecería tan discutible si no fuese porque el argumento fundamental aportado para «flexibilizar» es el descenso de solicitudes: de más de 4.500 en 2008 a «tan solo» 1.414 en 2010.

Podría parecer (a quien quisiera, Dios nos libre, pensar con retorcimiento) que se busca únicamente dar una imagen de normalidad. En el fondo no hay tanta necesidad, quienes quieren seguir estudiando tienen recursos porque fíjese usted, la tasa de concesión de los préstamos es muy elevada. El año pasado los pidieron 150 y se los concedimos a todos.

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