DEBATE SOBRE LA COLEGIACIÓN OBLIGATORIA

La controversia sobre la obligatoriedad de la colegiación no es nueva. En el caso de la Fisioterapia, con una implantación de los colegios de poco más de diez años, este debate no se ha planteado más que como algo impuesto, sin posible cuestionamiento, asumiento, en el mejor de los casos, la doctrina oficial de los propios colegios.

En  muchas profesiones sanitarias y no sanitarias la pertinencia de la obligatoriedad de colegiación tiene más trayectoria y calado. Para muestra el discurso que  expone el ex vocal de la Asociación de Médicos Residentes de Madrid, Aser García (ver Diario Médico, 28 de enero de 2009, sección Profesión). Tras su lectura quizás nos cuestionemos este asunto, no de una manera frívola, sino como una manera de aportar ideas que contribuyan a la eficiencia de los colegios y al avance de la Fisioterapia.

El autor del citado artículo hace referencia a aspectos reconocidos por todos como la postura acomodaticia de muchos profesionales que, una vez obtenido un puesto de trabajo seguro, renuncian a la actualización y mejora profesionales o la excesiva burocratización de las labores colegiales. Afirma que «un colegio tendría que ser capaz de entusiasmar a los profesionales que representa y esto generaría el deseo, no sólo de la adscripción voluntaria, sino de participar directamente en su actividad». Propone que los colegios deben participar activamente en los asuntos relacionados con la política sanitaria mucho más allá del control de los profesionales y de la acreditación de títulos. Efectivamente, concordamos en que esas labores pueden solventarse con un registro general de los titulados  y, en cuanto al comportamiento de los mismos, las normas deontológicas pueden ser fijadas desde otros ámbitos.

La falta de eficiencia de los colegios  debería sustituirse por «luchar por mejorar las condiciones laborales de sus profesionales y por incentivar el desarrollo de la investigación y el debate científico. Debería [el colegio] acometer una verdadera función deontológica, pero no limitada a labores burocráticas. Y para ello debería, junto con los colegios de otros profesionales sanitarios, liderar el debate en su ámbito», en palabras del autor refiriéndose a su colegio.

Para comprobar la verdadera adhesión de los profesionales a nuestros colegios podríamos plantear la cuestión de si permanecerían en los mismos si la colegiación no fuese obligada. También cabría preguntar al fisioterapeuta qué ventajas ve en la colegiación. En esto último podría responderse de manera general y abstracta que el Colegio defiende los intereses de la profesión. De forma más concreta que nos proporciona seguridad jurídica con su cobertura de seguro de responsabilidad civil, que promueve y ejercita la lucha contra el intrusismo, que publicita la profesión, que nos representa ante estamentos de Gobierno autonómico, nacional o transnacional, que actúa en sinergia con otros colegios profesionales en defensa de intereses comunes, que organiza cursos y jornadas incluso «gratis», que nos ofrece una biblioteca surtida, que cuenta con un espacio de reunión para los colegiados, que nos hace llegar un boletín mensual o una revista trimestralmente, que nos hace entrega de una ayuda por el nacimiento de nuestro hijo. Y quizá muchas más cosas. Sin embargo, todos esos servicios no convencerían a muchos para permanecer en el colegio si la colegiación pasase a ser voluntaria.

No queremos quedarnos en la superficie de esta reflexión. Tampoco queremos tomar partido por una u otra opción. Pero sí manifestarnos en cuanto a lo sano del debate como acicate a los colegios para fomentar la participación,  ilusionar al colegiado,  transmitirle sus bondades,  justificar sus acciones, mejorar en los servicios. De no ser así, el contar con las cuotas colegiales pese a todo podría conducir hacia la vía de la comodidad., la aquiescencia o el inmovilismo. Sabemos que los ingresos condicionan la actividad colegial pero estos son nutridos, al menos en el caso de la fisioterapia madrileña. También se hace necesaria la profesionalización de muchas labores colegiales. Sin embargo, no debe quedar resquicio al provecho personal en los que dedican, de manera muy loable, su tiempo a los colegios profesionales. Se puede exigir, amablemente, como dice Aser García, que el colegio sea la cabeza, la punta de lanza de la profesión, que busque el respaldo de sus miembros y su ilusión. Y también exigirnos a nosotros mismos ser más partícipes de la vida colegial, aunque sólo sea para hacer críticas constructivas.

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Leer más sobre Colegiación obligatoria en https://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2012/10/06/debate-sobre-la-colegiacion-obligatoria-y-ii/

Referencias:

1. Aser García Rada (2009).Tribuna. La colegiación obligatoria es anacrónica en una sociedad que necesita eficiencia”, <http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/profesion/es/desarrollo/1198662.html> (28 enero).

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3 comentarios

  1. Este año, con objeto de llevar a cabo la transposición de la DIRECTIVA DE SERVICIOS, se aprueba la LEY DE SERVICIOS PROFESIONALES que determinará qué profesiones requerirán colegiación obligatoria. La Comisión Nacional de Competencia elaboró un informe pidiendo acabar con la colegiación obligatoria. Se ha creado un grupo en facebook en contra de la colegiación obligatoria y de las cuotas abusivas que cobran los colegios, si quieres apoyar a este grupo únete y pasa este mensaje a tus contactos:

    http://www.facebook.com/group.php?gid=108511575836260&ref=mf

    http://www.foromontefrio.com/index.php?topic=941.msg5511;topicseen#msg5511

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