Tenemos derecho a exigir cierto rigor en las programaciones de cine televisivo de Semana Santa. Y tenemos derecho a pedirlo porque junto a obras excelentes ya han empezado a colarse filmes tan insufribles como poco piadosos a pesar de las apariencias. «El Evangelio según san Mateo» , de Pier Paolo Pasolini, es una obra rigurosa, del Hollywood cincuentañero, no, como tampoco su <<Rey de reyes» o las pasiones vivas del cifesero actor portugués Antonio Vilar. Que nadie se dedique a potenciar la santidad de nadie; esa es elección personal e intransferible. Una buena comedia de Wily Wilder es más digna de la Semana Santa que «Los diez mandamientos» de Cecil B. de Mille o el «Ben Hur» cocido en hornos semejantes. Respetemos las creencias y los baños en la playa, pero también el buen gusto. MIGUEL GARCÍA-POSADA
Lo gracioso es que Antena 3 vaya a poner ese remake de Espartaco, la mejor película de romanos que he visto, y que además poco o nada tiene que ver con la Semana Santa e incluso el cristianismo. Pero Pasolini es casi la antítesis de Hollywood.
Para estas fechas tan señaladas, yo recomiendo "La vida de Bryan"
Yo recomiendo que nos dejen en paz: que no compliquen más estos días imponiéndonos el deber de apagar la televisión.
Yo creo que se deberían poner programas que interesen alos catolicos, que no somos pocos. Y poner alguna pelicula de contenido religioso. Antena3 es la televisión en la que menos espacio se dedica a la información religiosa. Deberin poner algo sobre la semana santa de sevilla o de otro sitio. A la mayoría nos gustaría verlo.
Estoy de acuerdo, deberían poner algún reportaje sobre la semana santa, sobre los nazarenos puestos de coca hasta el culo, por ejemplo.
Sì, es sorprendente la cantidad de películas que ponen que no tienen nada que ver con Jesús o la lucha de los cristianos, en mi país pasaron Merlín (que de hecho me gusta) pq en la película el problema de la reina Mab es que el cristianismo está desplazando a la antigua religión y ocupa alguien que la promueva. 😀
Claro debería hacerse como en el franquismo que sólo podían abrir los cines de contenido religioso, los demás cierre "voluntario".