Escritores escondidos

Acaba de publicarse un libro de Mario Lacruz ( Barcelona, 1922–2000), escritor excelente que en determinado momento, cuando ya estaba consagrado como escritor de prestigio, decidió no publicar más y dedicarse en público a sus tareas de editor, prestigioso editor, uno de los últimos grandes editores españoles, pero no dejó de escribir. Se convirtió, pues, en un escritor semisecreto o, mejor, discreto, porque todos sabían de su obstinada y hermosa vocación de escritor.La grandeza de la literatura procede también de estos escritores que rehúsan actuar como tales, pero no renuncian a lo que verdaderamente les importa. Los casos son egregios: san Juan de la Cruz, Emily Dickinson, Hopkins, el conde de Lautréamont, Franz Kafka, Tomasi di Lampedusa, el siciliano Salvatore Satta (autor de la extraordinaria novela “El día del juicio”· Mario Lacruz pertenecía a este linaje de gentes extraordinarias, vinculadas al útero mismo de la creación poética, que encuentran su plenitud no en los éxitos y reconocimientos sino en la escritura misma. MIGUEL GARCÍA-POSADA

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2 comentarios

  1. Es cierto, todos ellos tocados por la genialidad y todos ellos tan discretos y tan fieles a la palabra. Tan alejados de los escenarios. Lo mismo que los poetas que hoy en España intentan concentrar en si mismos toda la creación poética existente a base de articulos, reportajes, fotos de grupo y reseñas hasta en las guías turísticas. Solo su, mal llamada, poesía es la que perdurará, nos dicen. Muchos versos, es cierto, poca poesía es la que publican y recitan. Cuanto tendrían que aprender de los mencionados arriba y cuanto dejar de imitar de los futbolistas y toreros de las revistas. "Más allá de la oscura herida de esta tierra hay un lobo acechando en cada ventana, preparado para saltar sobre tus ojos y descargar el intenso amor que le envenena".

  2. En efecto, tanto más mérito en este caso pues él mismo pudo haberse publicado y no lo hizo. Sorprende que un escritor de esta calidad no forme parte del cánon y que su legado insólito no esté teniendo el eco que merece. En otro país el fenómeno Lacruz/Bartleby sería todo un acontecimiento. En fin, algún día se le hará justicia, igual cuando se le traduzca a otras lenguas… y vuelva esa obra a nuestro país entonces con el reconocimiento de afuera…

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