La discriminación del lenguaje

Llueve sobre mojado en lo del lenguaje sexista. Llevamos casi veinte años oyendo hablar de discriminación de la mujer en materia verbal. Ahora dos filólogas se han dirigido a la Academia Española pidiéndole más feminismo y menos machismo. Nada de “la presidente”, como prescribe la gramática profunda de la lengua en la que el género lo marca el artículo, sino “la presidenta”, que se ha impuesto para que no haya dudas, por lo que nos aguardan la tenienta, la sargenta, la ¿caba?; y nada de “Los niños”, plural genérico que designa a niños y niñas, sino “los niños y las niñas” (conmovedor puede ser el resultado: «la infancia”: «nuestra infancia se fue al colegio»,, dirá el papá orgulloso de sus hijos e hijas, como “los compañeros y compañeras», o “los jóvenes y jóvenas» que acuñó una ilustre dama socialista. Nada, pues, de decir «el hombre del Renacimiento” (con Miguel Ángel, Leonardo y Rafael al capo), sino el «ser humano del Renacimiento”, que acoge también a Beatriz Galindo, La Latina, o a santa Teresa. En su momento consiguieron que se impusiera “azafato”; ahora van por “cancillera», que pertenece la misma manifestación horrible de la lengua que llevó a “concejala», «jefa» o hasta un increíble «sacerdota». En lingüística –hablemos ahora en serio– el femenino es el término no marcado (y privilegiado), pero la lengua tiene bastante con el artículo para conseguir la distinción genérica, de la que carecen la inmensa mayoría de las palabras en español; v. gr., mesa, silla, ciclista, motorista, turista, que necesitan «la» mesa,»la» silla», «el/la» motorista, «el/la» turista, etcétera y sin atender a ideología alguna. La lengua es, hablando en rigor, una superestructura, que trasciende otras consideraciones, como se sabe hace muchos años. Menos llamar machista a la Academia, que lo fue rechazando el ingreso de la gran María Moliner, cuyo diccionario le saca muchos puntos al de la RAE, y más conseguir igualdad de sueldos con los hombres, medidas efectivas contra la violencia de género, etcétera. Más ciencia y rigor y menos folclore. MIGUEL GARCÍA-POSADA

Compartir:

11 comentarios

  1. Pero, bueno, menudo asunto éste del género. Tenga usted cuidado, don Miguel, que lo mismo le declara persona non grata el poderoso loby feminista.

    Sí, habría que atacar ese poder aportando pruebas del ridículo en el que caen. Porque no defienden que se diga el turisto a pesar de que sostienen la cancillera. Como no deja de ser curioso que no impongan la asistenta social, ni la soldada, ni la comandanta ni la generala. Se ve que aun les queda algún sentido del ridículo. Pues aprovechemos esos retazos y hagásmoles ver que sus pretensiones pueden caer en el más espantoso delito de lesa lengua española.

  2. Lástima de feministas y feministos que sólo piensan en imponer el lenguaje a las personas…. y personos.

    El lenguaje lo va haciendo la gente día a día, y si deciden hablar de sacerdotes y no de sacerdotos o sacerdotas, pues bienvenido sea.

    Por favor, no más políticos o gente ridícula intentando imponernos un idioma que no es el nuestro.

    ¿Hablamos de tenistas y tenistos?

    ¿albañilas y albañilos en vez de albañiles?

    ¿alpinistas y alpinistos?

    ¿y por qué no jueza y juezo en vez de juez?

    ¿tenienta y teniento en vez de teniente?

    ¿electricista y electricisto?

    ¿corredor y corredar o corredoro y corredora?

    ¿pollos, pollas, gallinos y gallinas?

    ¿auxiliar y auxilior?

    ¿cantanto y cantanta en vez de cantante?

    ¿telefonisto y telefonista?

    ¿jefa y jefo en vez de jefe?

    ¿doctor, doctar, doctoro y doctora?

    ¿escritor, escritora? ¿o escritoro y escritora? ¿escritor y escritar?

    ¿padre, madre, padro, padra, madro, madra?

    Podíamos seguir horas.

    A ver si se enteran esta panda de descerebrados y descerebradas que el idioma lo hacemos cada una de las personas y los personos que lo utilizamos, y no una panda de políticos o políticas frustrados o frustradas intelectualmente o sexualmente.

    Y si se comienza a usar cualquier término, pues se utilizará y punto, pero no por imposición.

    Muy acostumbrados veo a muchos a ejercer como dictadores, dictadoras o dictadoros. Algunos siguen llevando la sangre del tio Paco en sus entrañas.

    Otro día nos metemos con las bibliotecas sólo para mujeres. Y por qué no sólo para niños, o niñas, o personas con ojos azules, o blancos, o personas de color.

    ¿Pero no querían acabar con la educación sexista? ¿En qué mente enferma cabe ahora comenzar de nuevo con las discriminaciones por sexo?

    Ya tenemos bastante con imponer condenas diferentes dependiendo de si eres un hombre o una mujer aunque sea exactamente el mismo delito. No lo entiendo pero eso es otro tema.

    Sólo digo una cosa. NO AL NEO-APARHEID del que ahora se abanderan los grupos feministas.

    Saludos

  3. DE MI CONSIDERACION:

    SOY MARÍA CRISTINA GARAY ANDRADE

    ESCRITORA ENSAYISTA Y POETISA

    AUTORA DEL

    "DICCIONARIO DE LA DISCRIMINACION DE LA MUJER EN EL LENGUAJE"

    Monte Grande – Buenos Aires – Argentina

    ISBN 950-887-013-3 / LEY 11723

    Editorial Argenta Sarlep S.A.

    (1994)

    ESTA ES LA DIRECCION DE MIS BLOGS DE POESIA Y EL DICCIONARIO, ADEMÁS DE MI GALERIA DE ARTE COMO DISEÑADORA POR SI GUSTA VISITARLOS

    CUALQUIER INQUIETUD O CONSULTA DIRIGIRSE A MIS CORREOS

    CORDIALMENTE

    MARIA CRISTINA GARAY ANDRADE

    http://mariacristinadesdemissilencios.blogspot.com/

    http://www.agregarte.com/salas/maria_cristina_garay_andrade_1.php

    http://mariacristinadiccionario.blogspot.com/

    mgaray_andrade_420@yahoo.com.ar

    desdemissilencios1@speedy.com.ar

Deja un comentario