Yuri Gagarin. Nicanor Parra.

Enlace a Yuri Gagarin de Nicanor Parra en poesía y ciencia

Una de las parcelas privilegiadas, dentro de la poesía científica, desde  el último tercio del siglo XX es la astronáutica. La empresa humana y social de exploración del espacio y las vicisitudes de los hombres y mujeres valientes que la realizan, los astronautas, ejercen una enorme fascinación en la sociedad en general y, por tanto, en los poetas que les han dedicado numerosos poemas; de los que constituyen una buena muestra  los que se han incluido en la sección poesía y ciencia desde su inicio.

En opinión de quien esto escribe, siempre apetece leer un poema  de astronautas. (Ver Nota 1).

El poeta actualmente más veterano en lengua castellana, Nicanor Parra, que cumplirá el próximo mes de septiembre 101 años de vida, publicó en 1967 el poema Yuri Gagarin que traemos hoy a  poesía y ciencia, aproximadamente a un mes de que se cumpla el 54 aniversario del primer vuelo espacial tripulado, que tuvo lugar el  12 de abril de 1961.  Incluido en el libro Canciones rusas, habían pasado más de 10 años desde la publicación de Poemas y antipoemas que constituyó un auténtico terremoto en las letras chilenas y, también, en la poesía en castellano.

En la crítica a Canciones rusas realizada en el periódico El Mercurio por Ignacio Valente, (9-07-1967), se describe muy bien lo que supuso Poemas y antipoemas.

Nicanor Segundo Parra Sandoval.
(San Fabio de Alique, Chile. 1914)

Toda una forma de poetizar, toda una tradición de lenguaje lírico y, aún, toda una forma de entender la poesía fueron cuestionadas por el impacto purificador de esta nueva forma poética en ejercicio. Fue una liberación que necesitaba, que secretamente deseaba nuestra lírica…. El torbellino de Poemas y antipoemas vino por otro camino: la irrupción de la realidad inmediata, de la experiencia vivida, de la fantasía grotesca, del humor negro, de lo convencionalmente prosáico, de lo descaradamente no lírico.»

Como antes decíamos, habían pasado más de diez años y, según el texto anterior, la poesía de Canciones rusas presenta menos fuerza vital, con una inferior sensación de experiencia límite. De cualquier modo, concluye la crítica citada, «se encuentra siempre algo leve e impalpable… una realidad innegable; la adivinación del hombre, el destello de la doliente y cordial humanidad de Nicanor Parra; la viveza de un ingenio que renovó un día el panorama de la poesía chilena.» (Ver Nota 2).

Yuri Gagarin, (que es corto y perfecto para aprender de memoria), es un poema irónico y juguetón, con puntadas políticas en una época todavía de guerras frías y revoluciones soñadas. Nos presenta unas estrellas – que intuimos no fáciles de contentar y propensas al chismorreo – que se juntan a discutir el vuelo de Gagarin. «Ahora si que la sacamos bien», dicen incrédulas, «¡Un comunista ruso / dando de volteretas en el cielo». Vuelo del astronauta ruso que provocó, como sabemos, la aceleración decidida del programa espacial americano.

Yuri Gagarin es ungido en el poema como héroe supremo, «alma y señor del sistema solar», y lo podemos imaginar sonriente dentro de su traje de astronauta, recordando el camino desde su  Klúshino natal en la estepa rusa – con todos sus pasos intermedios en la aviación soviética –  hasta el momento radiante y pleno de soledad, cara al espacio estelar entreteniéndose en tirar de la cola a las estrellas.

Artefacto ó antipoema gráfico de Nicanor Parra

Como final, recordaremos que en Nicanor Parra no estamos sólo ante el poeta, sino también ante el científico y académico que realizó estudios universitarios en Matemáticas y Física y que, tras estancias en la universidad norteamericana de Brown entre 1943 y 1945 y en la británica de Oxford en 1949, vuelve a Chile a ejercer como profesor de Física; ocupación en la que permanece hasta 1975, año en que se incorporó al Departamento de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile. En el artículo Las dos (o más) culturas de Nicanor Parra, de Patricio Parra se exploran las relaciones poesía y ciencia en la obra del poeta, teniendo en cuenta su formación física y matemática.

Nicanor Parra va cumplir 101 años el próximo septiembre. Al parecer, con 99 años seguía conduciendo su pequeño y viejo Wolkswagen escarabajo; siendo de esa clase de personas que cuantos más años cumplen, más jóvenes parecen. Pues que así sea por mucho tiempo; y felicidades.

Nota 1.

Desde su inicio en 2002 hasta la fecha, se han publicado en poesía y ciencia 11 poemas sobre astronáutica que forman una variada panoplia de estilos y enfoques. Se relacionan a continuación: El astronauta de Pablo Neruda; Inútil escrutar de Manuel Vázquez Montalbán; Cosmonáuta del sueño de Elsie Alvarado; NASA de Joan Brossa; Responso por los 3 cosmonáutas rusos que volvieron muertos del espacio  y Wellcome de Aquilino Duque; Soy Gagarin, el hijo de la tierra de Evgeni Evtuchenko; Astronáutica de Juan Gil-Albert; Nochebuena del astronauta de Antonio Murciano; El astronauta prepara el descenso de William Ospina y Una mujer en el cosmos de Tamara A. Yirsmankaia.

Nota 2.

A continuación se indican varios enlaces que pueden acercar a la obra de Nicanor Parra. En primer lugar está la web del poeta de la Universidad de Chile (http://www.nicanorparra.uchile.cl/), en la que se muestra ampliamente su obra: poemas, ensayos, artefactos, etc. En el blog mundotrapo se encuentra una amplia selección de poemas de Canciones rusas. Los artículos de Ignacio Valente en el diario El Mercurioel de Pedro Lastra en Archivo Chile y el de Patricio Parra en  La Gaceta de boomerang.com, estudian la poesía de Nicanor Parra; en este último caso con especial atención a las relaciones e influencias de la ciencia en la obra poética de Parra. Por último, Rafael Gumucio en El País escribió Nicanor Parra o cómo envejecer al revésuna estupenda crónica con motivo del 100 cumpleaños del poeta.

 

 

Compartir:

Deja un comentario