Mi monstruo favorito. Luis Alberto de Cuenca.

Enlace a Mi monstruo favorito en poesía y ciencia

El poeta y su obra

El Premio Nacional de Poesía de 2015 ha recaído en el poeta madrileño Luis Alberto de Cuenca  por su  libro Cuaderno de Vacaciones. Lo que nos alegra por merecido y porque en 2013 recibió el Premio Julián Marías de la Comunidad de Madrid a la carrera científica. Por ello, lo felicitamos desde el rincón de poesía y ciencia, en el que ya figuran algunas de sus composiciones. (Nota 1)

El jurado ha considerado premiar la obra de Luis Alberto de Cuenca, por la excelencia de su estilo y su voz llena de autenticidad, que constituye una de las aportaciones poéticas de mayor motivación existencial y simbólica en la historia de la lírica reciente en España.

Ainsi soit-il. Nada vamos a añadir en este punto; salvo reiterar que nos encanta la poesía clara, sincera, cosmopolita y perfeccionista de L. A. de Cuenca y su actitud vital, no ensimismado en un exclusivo papel como «poeta eximio», sino abierto al mundo y sus mil campos de fascinación. (Nota 2).

 

El poema 

Recordamos hoy otro poema suyo, Mi monstruo favorito, incluido en su poemario El otro sueño, que es, más que de ciencia, de ciencia-ficción o de género fantástico. Es uno de los poemas, creo, más famosos de su autor, (Ver Nota 3), del que no quedamos aterrados gracias a su tono general y a su risueño y prosaico final.

En cuanto al análisis del poema, escrito en perfectos endecasílabos blancos salvo el verso final de nueve sílabas, seguimos a Javier Letrán, (Nota 4), que entiende el poema dentro de la tradición de la literatura fantástica e indica que una de las formas de  aparición de lo “fantástico” es el hecho de que puedan interrumpirse las leyes naturales y que, en cualquier momento, puedan irrumpir en nuestro mundo seres desconocidos o improbables. Uno de esos seres improbables es lo que se encuentra en Mi monstruo favorito, en el que se produce un conflicto entre dos mundos.


Caricatura de L. A. de Cuenca. Por Gusi Bejer.
En El Cultural de El Mundo (29-11-2000)

De un lado, el mundo representado por ese ser viscoso y amébico que es el monstruo y, de otro, la novia del protagonista del mundo “normal”. Entre ambos se sitúa el narrador que se constituye en “distinto”, en el sentido de que es capaz de relacionarse con los seres de “otra realidad”. La preocupación fundamental del protagonista poético es la confrontación de esos dos mundos, representado por ese “qué va a pasar” que se repite hasta tres veces en el texto.

Y vamos viendo cómo la perturbación mental: miedo, horror, histeria…, no va a producirse ni en el narrador – que se dirige coloquialmente al monstruo  -, ni en el lector, que asiste atónito a la escena pero que, por el tono, no le preocupa demasiado al ver que el narrador no está asustado ni culpable -, sino que se va  a producir en la novia de la que se espera, definitivamente, que no entienda nada y que, ante el insólito hecho de que su novio le sea infiel con una criatura amorfa, repulsiva y con pseudópodos, acabe denunciándolo, prosaicamente por cuestiones de higiene, a Sanidad.

En resumen un inteligente, inquietante y hasta divertido poema con pseudópodos, que podría responder a aquel lema de la revista La codorniz, ría para aterrorizarse después.

 

Final

Me van a permitir que como final, les confiese que utilicé Mi monstruo favorito, en una de las entradas del blog que mantengo a ratos perdidos, La perplejidad del buzo, en relación con noticias de descubrimientos científicos acerca de nuestros ancestros, sumado al caso Bárcenas. Fue en diciiembre de 2013 y ya estaba también lo de Cataluña. Lo transcribo, literalmente, a continuación:

lunes 16 de diciembre de 2013

Mi monstruo favorito

La semana pasada fue movida y ajetreada para el buzo. En lo informativo, estuvo dominada por los funerales de Mandela, cuyos preparativos habían empezado antes, y que fueron tan largos y prolijos, que no son de extrañar las anécdotas y sucedidos: desde el interprete de sordos falsario y acelerado a los celos de la primera dama, finalizando por los sillones negros de tipo más que chester que se agenciaron los jerifaltes en la carpa del enterramiento. Y al final de la semana el tan esperado derecho a decidir de los políticos nacionalistas catalanes: cansino turre donde los haya y lo que nos queda.

Para el buzo, la noticia más sugestiva de la semana ha sido, sin embargo, científica y se refiere a un descubrimiento del tipo: “¿de dónde venimos?”, que en esta ocasión ha sido que, (copio el titular): Nuestros primero padres no eran medusas, pero se le parecían mucho. Resulta que procedemos de los ctenóforos, que son (sic) superficialmente parecidos a medusas, con un cuerpo de consistencia gelatinosa y simetría radial (como la de una rueda). La secuenciación de su genoma revela ahora que son un fósil viviente de nuestros primeros padres, los primeros animales que evolucionaron desde los organismos unicelulares que les precedieron en la historia de la vida. 

Ctenéforo: Sea walnut (Mnemiopsis leidyi).
(De Wikipedia)

Yo no se si vamos mejorando en este tipo de descubrimientos, que no dejan de tener su punto de locura. Lo digo, porque en febrero estaba claro que, (según decía el periódico que decía la ciencia), procedíamos de una especie de musaraña. Escribí yo, por entonces, en mi libretilla:

«Por lo que se ve, al extinguirse  los dinosaurios, hace sesenta millones de años, había por allí unos seres peludos y con dientes, de más o menos un cuarto kilo de peso, con corteza cerebral, útero y placenta que son nuestro ancestro común. Son los resultados de un gran estudio de la Fundación Americana para la Ciencia (NSF) que cuentan los periódicos de estos días.

Antes de seguir ¡ojo! , es importante que quede claro: los marsupiales y los ornitorrincos no son familia nuestra, lo que no deja de ser un alivio. 

Ancestro de los mamíferos placentarios
de hace unos 65 millones de años. (Karl Buell en El País)

Y después, poco a poco evolucionando, o, si quieren,  degenerando, hemos llegado hasta hoy. ¿A qué hemos llegado? A Bárcenas: mamífero repeinado siempre para atrás, amante de la montaña, con cuentas en Suiza y que lleva de perenne  un abrigo Chesterfield; prenda clásica donde las haya; tanto, que era la favorita de los gánsteres de Chicago, que como es sabido eran los petronios de la elegancia con Alphonse Caponne a la cabeza».

Que, luego, no sé por qué no lo pasé al blog. Me debió parecer muy radical. Pero ahora es peor: ctenóforos de consistencia gelatinosa y simetría radial. ¡Un asquete! como diría mi hija.

No sé si los ctenóforos tendrán o no pseudópodos, pero me han traído a la cabeza el poema Mi monstruo favorito, de Luis Alberto de Cuenca, eximio poeta al que le gustan mucho los monstruos – como es obvio – y el cine de terror; y que trabaja como nadie la ironía. Dice el poema:

Qué va a pasar cuando mi novia sepa
que no puedo vivir sin tus pseudópodos,
sin tu horrible humedad en mi bolsillo.
Qué va a pasar cuando descubra un día
las huellas de tu baba entre mis dedos,
y empiece a hacer preguntas, y la rabia
y los celos se agolpen en sus ojos,
y yo confiese al fin que la he engañado
contigo, y que no puede comparársete,
y le enseñe orgulloso el agua sucia
donde se reproducen nuestros hijos.
Que va a pasar cuando no entienda nada
y nos denuncie a Sanidad.

Que yo no sé a donde vamos a ir a parar con el amor y la evolución.

 

Espero que les haya entretenido la historia anterior y, una vez más, nuestra felicitación a Luis Alberto de Cuenca y que nos siga dando alegrías poéticas.

 Notas

1.  Hasta el momento, figuran en poesía  y ciencia 4 poemas de L. A. de Cuenca: Homo homini lupus, Soneto de amor atómico, Eterno femenino y DNA. Pueden acceder a ellos en este enlace.

2.  Ver la poética incluida por L. A. de Cuenca en las pgs. 395 y 396 de El último tercio del siglo (1968-1998). Antología comentada de la poesía española, Colección Visor de poesía; Madrid 1998.

3.  En la entrevista que Nuria Azancot realizo a L. A. de Cuenca en El Cultural, suplemento literario de el diario El Mundo, el 29 de noviembre de 2000, podemos encontrar – eran los días en que el poeta era Secretario de Estado de Cultura – lo siguiente

P: ¿Quién es su «monstruo favorito», un ministro, otro secretario de Estado, un periodista?
R: Mi monstruo favorito es el ser viscoso y amébico del que hablo en un poema de El otro sueño.

4.  La poesía posmoderna de Luis Alberto de Cuenca. Javier Letrán. Editorial Renacimiento, 2005.

 

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