Las extrañas y aún desconocidas frivolidades de madame Curie. Lorenzo Saval.

Enlace a Las extrañas y aún desconocidas frivolidades de madame Curie de Lorenzo Saval en poesía y ciencia

 

En 2012 se publicó Ciencia y Poesía. Vasos comunicantes, número 253 de la revista Litoral, que podríamos decir que es bastante más que una antología de poemas con temática relacionada con la ciencia; ya que junto con los poemas sabiamente seleccionados encontramos con varios artículos excelentes en los que se reflexiona sobre la relación entre poesía y ciencia y, además, ilustrando y alegrándolo todo, un conjunto de imágenes: fotografías, cuadros y collages cuidadosamente seleccionados y mejor editados, con lo que nos encontramos ante una edición tan magnífica como necesaria.

Portada de Ciencia y poesía. Vasos comunicantes.
(Collage de Lorenzo Saval)

Uno de los poemas seleccionados en la antología, que llama poderosamente la atención, es el sorprendente poema de título Las extrañas y aún desconocidas frivolidades de madame Curie del escritor, pintor y editor Lorenzo Saval.

Se podría encuadrar el poema en la categoría de poesía científica dedicada a presentar, glosar o resaltar las vidas y obras de los científicos relevantes. De algún modo, el poema de Lorenzo Saval  – que en esta ocasión traemos a poesía y ciencia – pertenece a ese modelo que, inevitablemente, rompe ya que no se plantea una reflexión sobre la obra de Marie Sklodowska, la gran científica por antonomasia, la primera mujer que gana el premio Nobel, la pionera femenina en el mundo científico; sino que lo que el poeta imagina y relata es, en efecto, una extraña y aún desconocida frivolidad de  Madame Curie.

El poema nos lleva a una fantasía en forma de carta, que le escribe un tal Blaise a su amigo Andrés, encontrada en un viejo baúl que se nos presenta “traducida” por O. Thomson. Una fantasía delirante y muy divertida, que nos muestra a una Marie Curie desinhibida:  estaba allí desnuda haciendo unos extraños experimentos con la espuma del jabón, y práctica: “a qué espera, en toda bañera hay siempre espacio para dos”.

Retrato de Madame Curie 

El poema plantea cierto distanciamiento ya que, como se ha mencionado, se «reproduce» una carta abandonada en un baúl antiguo y originalmente compuesto en otro idioma. Exquisita y discretamente escrito, en el poema se bordean sabiamente las posibles complicaciones derivadas de la situación de dos adultos desnudos en una bañera. Así, Blaise pregunta por la temperatura del agua y, después de la natural invitación de madame Curie, se asombra: «No lo creerás, pero tuve la serenidad para desnudarme e introducirme tímida y torpemente en el agua.». Y en la bañera ¿qué hicieron?:  nada más natural, «Hablamos de todas esas cosas que una mujer y un desconocido pueden hablar en la bañera de un hotel.»

Punto central del poema son unas medias radioactivas y rosadas que, primero, se balancean en el toallero como si tuvieran vida y al final del poema son la última imagen que nos queda de Marie Curie que «… se colocó sus maravillosas medias rosadas y desapareció por la puerta».

Finalmente hay que destacar lo bien que funciona, entre las frivolidades del poema, la elegante ironía de esas frases que aparecen como un poco sueltas. «Toda una lección, viniendo de tal eminencia»,  asegura Blaise después de la reflexión de que en toda bañera hay sitio para dos. O la conclusión final, «Química, pura química mi querido Andrés,»

Conveniente distancia y discreción, elegante ironía y unas radioactivas medias rosadas. Una insólita y sugerente nueva forma de imaginar a madame Curie.

El autor

Siendo la poesía la primera actividad artística con la que se dio a conocer Lorenzo Saval, nacido en Santiago de Chile en 1954,  es más conocido en la actualidad por sus actividades como editor, (de la revista Litoral, en la que comenzó a trabajar en 1975), como animador cultural, (director del Centro Cultural de la Generación del 27, cargo que desempeñó hasta el año 2003), y como artista plástico con una sobresaliente maestría como ilustrador y autor de collages.

Sobrino nieto de Emilio Prados, poeta de la generación del 27 y fundador y editor de la revista Litoral, llegó a España en 1968 para acabar el bachillerato a donde volvió en 1973, primeramente a Madrid, donde se desenvuelve en diversas ocupaciones, entre ellas la de discjockey, y poco después a Málaga, incorporándose a la revista Litoral de la que acaba siendo editor, ilustrador y director; lugar que ya no abandonará y donde ha transcurrido su vida.

En 1974 publicó su primer poemario Inesperada presencia, saludado por José Bergamín, en un poema prólogo. En 1979 publica El hacedor de calendarios donde “da rienda suelta a su talento para convertir la realidad en sueño y fantasía a través, no ya solo de la poesía, sino de múltiples géneros que atraen su curiosidad: el relato, los aforismos, sus primeros collages, sus primeras propuestas en el diseño de libros y objetos”. (Ver Nota).

Desde 1985 las portadas de Litoral son todas collages firmados por Saval, que ya figura como codirector de la revista; suponiendo una nueva época de la revista que incorpora importantes innovaciones tanto en los contenidos como en el diseño. Lo que se acentúa cuando en 1999, tras el fallecimiento de José María Amado, Litoral es dirigida ya sólo por Lorenzo Saval.

Desde 1977, en que realizó en Madrid su primera exposición de collages, la obra artística de  Lorenzo Saval se ha mostrado en numerosas exposiciones colectivas e individuales en España y en diversos países europeos, destacando, entre las últimas, la titulada “Saval. Suspense” celebrada en Benalmádena en 2013 que recorría toda su trayectoria, reuniendo 140 obras del artista ordenadas por temáticas.

 Notas y enlaces

1 Enlace a la página web de la revista Litoral
2 Para datos biográficos de Lorenzo Saval, pueden visitar su página web lorenzosaval.com. Resulta muy interesante la entrevista que aparece en la página web del realizador y guionista de televisión Luis Ordoñez.

 

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