Batería. Julio Martínez Mesanza.

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La poesía de Julio Martínez Mesanza ha sido calificada como una “nueva épica”, aunque el autor prefiere aclarar que desde la lírica utiliza referencias históricas y los términos del combate. Siendo a la vez ciertos ambos aspectos, es más; es sobre todo la maestría de los endecasílabos más logrados en los últimos 25 años de poesía española. En Batería – que se incluía en el poemario Las trincheras (Ed. Renacimiento, 1996) –  encontramos esa épica mediante la ajustada descripción de actividades como dibujar la trayectoria, aplicar fórmulas de tiro y decidir el ángulo y la carga…, que son propias de la artillería que es la rama de los ejércitos que más ha necesitado y aplicado conocimientos científicos y técnicos. (Nota 1).

 

 

ARTILLERÍA

La aparición de la artillería precipitó al olvido las ateriores operaciones bélicas basadas en el combate cuerpo a cuerpo y en la caballería. Acabado el tiempo de los caballeros y su noble fair play, nacen los grandes ejércitos modernos con estados mayores, intendencias, etc.

La artillería no habría sido posible sin las innovaciones tecnológicas que supusieron el dominio en la fabricación de la pólvora, la maestría en la metalurgia y sus aleaciones y en el diseño y fabricación de cañones. Tampoco sin el desarrollo teórico y empírico de la física en cinemática y dinámica, fundamentalmente.

La primera guerra mundial fue el culmen de la gran artillería con el gran cañón Berta de más de 100 km de alcance. En la segunda guerra mundial, la aparición de la aviación y sus operaciones de bombardeo hicieron declinar ese papel puntero que había tenido hasta la fecha en las campañas militares.

En todo caso ahí sigue la artillería, con las modernas baterías de artillería de campaña y en su continuación, ya con tecnologías de tipo aeronáutico, en el desarrollo de los misiles intercontinentales de los que en los últimos meses mucho se ha visto en prensa, con los avances – digo que para mal – de Corea del Norte que está en un tris de conseguir misiles intercontinentales con alcance a todo el territorio de los Estados Unidos.

Aquí en España tenemos todo el desarrollo de la artillería, desde finales del XVIII y a lo largo del siglo XIX de la artillería, con la creación en 1764 de la Academia de Artillería de Segovia en la que, en sus inicios, el gran químico Jean-Louis Proust  enseñó química, mineralogía, metalurgia y docimasia de 1786 a 1799. Gracias a su fundador Felix de Gazzola, Tomás de Morla, autor del famoso Tratado de Artillería para uso de la Academia de Artillería de Caballeros Cadetes (1785), impresionante y minuciosa obra que evidencia el alto nivel técnico alcanzado a finales del XVIII, y de los que siguieron, dio lugar a un arma más erudita e ilustrada que el resto del Ejercito español. (Nota 2).

Grabado del Real Colegio de Artillería en el Alcázar de Segovia

En todo caso, la Artillería es, junto con la Armada, la parte del ejército más técnica y los artilleros son los militares con una más profunda formación científica y técnica; teniendo que aprender fundamentos de minería y de química; de metalurgia y fabricación de armamento a demás de todo lo relacionado con la táctica: transporte, trayectorias, cargas, etc.

BATERÍA

En la parte central del poema se van disponiendo ordenadamente imágenes y conceptos relacionados con la táctica en artillería.

«Alguien elige un objetivo y alguien….»

Primero está el problema del cálculo, lo más exacto posible, de la distancia. Para ello, en la topografía de campo clásica, a falta de una referencia graduada en el objetivo, de debe tomar como referencia algún objeto próximo al objetivo cuya altura sea conocida para poder medir los grados del ángulo que forma su punto más alto con el observador a distancia, para calcular el otro cateto del tríángulo rectángulo que vendría a ser la distancia aproximada. Es lo que se describe en los versos 5 a 9 de Batería:

«… antes de dibujar la trayectoria
busca las referencias  del paisaje
la torre de una iglesia, una montaña
para medir con pulcritud los grados.»

Sólo a partir de ese punto, pueden aplicarse las fórmulas de tiro que, con una carga dada, (cantidad de pólvora y masa y forma del proyectil), responsable de la velocidad inicial del proyectil, permiten calcular el ángulo de tiro; lo que se menciona en los versos 10 a 12:

«En las mesas de cálculo se esmeran
los que aplican las fórmulas de tiro
y deciden el ángulo y la carga.»

Aquí aparecen los sirvientes, que así se llama a los soldados que, en la batería, cargan con la munición, la trasladan al cañón al que alimentan; y efectúan el disparo una vez recibida la orden. Los observadores ven a distancia los impactos y es la hora de rectificar y de seguir con los disparos. Es la artillería.

 

Artillería en la Primera Guerra Mundial 

Los últimos versos del poema resultan memorables y enlazan con la abstracción de los dos primeros versos del poema que indicaban que el poema era más que mera artillería.

«Cuando a mi alrededor todo se hunde
pienso en los mapas y en la artillería.»

El mundo perfecto de los mapas y la realidad (la artillería) que lo(s) transforma. Son las debacles del alma, en esos estados de hundimiento irrevocable… como en la artillería

«… cada uno es responsable de su parte
y nadie es responsable del estrago.»

 

JULIO MARTÍNEZ MESANZA

Julio Martínez Mesanza es, sin duda, una de las voces poéticas más originales e intensas de la lírica española del final del siglo XX y de este inicio del XXI. A contracorriente, y taciturno en ocasiones, usa imaginería a veces medieval y a veces de trincheras de la I Guerra Mundial para acentuar y ponerse mejor en situación en una poética que aborda misterios insondables: el miedo y la violencia, la traición y la lealtad, la soledad y la decadencia.

Todo ello lo realiza a través de endecasílabos ciegos que son escultóricos, completos y con cada palabra en sus sitio; de una gran perfección.

Quien esto escribe se sintió deslumbrado por ellos cuando los encontró en El último tercio de siglo (1968-1998). Antología consultada de la poesía española, (Visor, 1998), situado entre Andrés Trapiello y Juan Carlos Suñén.

En dicha antología, al esbozar una poética, Julio Martínez Mesanza mencionaba cuatro versos de su poema Propósito de Las Trincheras, el mismo libro en que se encuentra Batería.

En estas once sílabas, el odio,
en estas once, la mayor tristeza,
y en estas la alegría de los hombres
pero jamás la silenciosa nada.

 

Julio Martínez Mesanza
(Del Blog elhacedordesueños.blogspot.es)

Poesía con contenidos de carácter moral y que da suma importancia a los aspectos formal y rítmico. Poesía que no reflexiona sobre si misma y que no pone en duda el lenguaje. Poesía que debe aspirar a la claridad.

Julio Martínez Mesanza ha recibido el pasado octubre el Premio Nacional de poesía por su obra Gloria, (Ed.  Rialp, 2017); un bello libro en que reune su obra poética de 2005 a 2017 y en el que se abre paso una interesante temática ética y religiosa. (Nota 3).

Enlaces y notas

1. Una selección de la obra de Julio Martínez Mesanza se puede encontrar en Poética y poesía nº 9 de la Fundación Juan March de 2005.  Julio Martínez Mesanza. Además, el poeta mantiene el blog Cuestiones naturales donde, entre otros, publica poemas. 

2. En la dirección http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/consulta/registro.cmd?id=1015658 , se puede acceder al  Tratado de Artillería para uso de la Academia de Artillería de Caballeros Cadetes de Tomás de Morla.

3. Sobre la poesía de Julio Martínez Mesanza – y también para reseña del libro Gloria, ver el artículo Mesanza, un poeta necesario de Álvaro Petit en Nueva revista.

 

 

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