Física. David Jou i Mirabent.
Enlace a Física de David Jou i Mirabent en poesía y ciencia
Para este final de curso en poesía y ciencia, el destino ha querido, (como en la canción Dos cruces del compositor bilbaino Carmelo Larrea), ponernos en bandeja el poema Física del catedrático, ensayista y poeta catalán David Jou. (Ver Nota 1).
David Jou en http://pagines.uab.cat
Y es que con motivo de la reseña del libro El año en que salvé a Einstein de José de la Peña Aznar, que realicé para madrimasd.org, volví a quedar impresionado de la importancia de las matemáticas en la física del último siglo, al toparme con las formidables figuras de Heisenberg y la construcción matricial de la física cuántica; de Schödinger con la formulación de las ecuaciones de onda, sin olvidar a Max Born y su interpretación probabilística de la función de onda de Schrödinger.
Recordé entonces el poema El físico de David Jou en que se relata la lucha de los físicos con las matemáticas, su obsesión por la exactitud y simetría de las ecuaciones y la mezcla de infierno y gloria de ese proceso.
El físico
Este espantajo
insomne, jeroglífico e hierático,
posado en una rama del gran árbol matemático,
con ojos que no ven sino el cálculo integral,
hoy quizás se amarga
—sé bien su sombra larga—
por un signo, una coma, un factor no lineal.
Tened piedad de él, de su búsqueda angustiada:
el cielo del crepúsculo, la costa, el mar, la playa,
serán inexistentes para él hasta que haya
resuelto el signo erróneo y la cifra equivocada.
En ese punto, buscando más información en la red sobre David Jou y su obra, me encontré en el blog No t’ho perdis con tres poemas que desconocía y que, junto con el anterior, forman un estupendo conjunto de poesía y física, ya que tratan de diversos aspectos relacionados.
En El professor, se presenta la enseñanza de la física y los alumnos:
Quin privilegi, haver pogut parlar
tants anys davant d’uns ulls que renovaven
contínuament la seva joventut,
haver-me sentit ple de savieses més altes que la meva
i des d’elles haver pogut parlar, argumentar, sorprendre, rebatre, demostrar,
oblidar-me dels meus límits, de la meva poca gràcia,
de la meva veu monòtona, de mi mateix i tot,
i en un cel de pissarres i de guix esdevenir tan sols un portador
-indigne, ho sé, i obscur- de tantes meravelles!
Otro de los poemas trata de los exámenes:
…. I les preguntes que semblen un parany, una teranyina,
en lloc d’un retorn a idees visitades i sabudes,
i el vagar perdut pel laberint de records mal païts i poc consolidats,
i l’ordre brillantíssim de la lògica degradat en un caos arbitrari,
…
En donarem la culpa, com sempre, als altres i a la sort:
si aprenguéssim a saber les nostres culpes,
la nostra part del fracàs,
i sabéssim adreçar la nostra voluntat
cap al futur, cap al millor, cap a l’altura,…
Y, finalmente, el espléndido poema Física que constituye una exaltación, un canto a la disciplina científica – tal y como ahora las conocemos – más antigua; la que primero se desgajó del bloque que se denominaba genéricamente «historia natural» a partir de la astronomía. La Física que es donde siguen situándose hoy en día las fronteras últimas del conocimiento humano con las ondas gravitatorias, bosones de Higgs, etc.
David Jou nos ofrece un poema que parte de la refutación en profundidad de la falsa premisa o del tópico de que la Física es una ciencia fría, desangelada y poco humana frente a otras. (Ver Nota 2).
Como pueden decir que es fría si me ha encendido tan a menudo,
si me ha inundado tantas veces de deseo y de vida,
…
Si me ha unido a la Tierra, a la Luna y a las estrellas
de forma tangible, a través de leyes calculables;…
El poema es autoexplicativo, se entiende todo él; y expresa el asombro del poeta ante las explicaciones racionales que la física proporciona a las preguntas e interrogaciones sobre el mundo.
Por todo ello, Física me ha parecido un buen broche final para este curso 2017-2018 de poesía y ciencia. Una oda sincera y nada rimbombante a la ciencia física que nos da acceso al conocimiento profundo del universo y que nos sigue impulsando a nuevas preguntas. La Física que nos acerca, en definitiva, a la gloria del mundo.
Feliz verano. Hasta septiembre,
Notas
1. David Jou i Mirabent es un científico y poeta que ya tiene presencia en poesía y ciencia con los poemas Homenaje a Ramón y Cajal, El número pi y Einstein y las ondas gravitatorias. Es catedrático de Física de la Materia Condensada de la Universidad Autónoma de Barcelona, especializado en termodinámica y mecánica estadística de procesos irreversibles, área en que ha publicado unos doscientos artículos en revistas internacionales y varios libros. Es miembro de la Sección de Ciencias y Tecnología del Institut d’Estudis Catalans, académico de número de la Reial Acadèmia de Doctors y correspondiente de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.
Pensador de la ciencia podemos ver su obra en ensayos sobre aspectos históricos y culturales de la ciencia tales como los orígenes de la termodinámica y sus resonancias culturales, relaciones entre ciencia y poesía o entre ciencia y teología, etc.. Excelente divulgador científico, fue colaborador del Suplemento de Ciencia y Tecnología del diario La Vanguardia de 1983 a 1994.
Por último, es también un gran poeta en lengua catalana con más de una docena de títulos publicados desde 1975, estando traducida su obra a diversos idiomas: francés, inglés, alemán, ruso y, por supuesto, al castellano como, entre otros, los libros Los ojos del halcón maltés y Las escrituras del universo. Su poesía transita, en muchas ocasiones, por temáticas científicas, aportando una destacada sensibilidad, gusto y hallazgos de sorprendentes imágenes a cerca de hechos y significado de la ciencia – en particular, la física – contemporánea.
A continuación se enlaza a una entrevista a David Jou, realizada en 2014, en revistacombate.com
2. Lógicamente, los poemas están en catalán, primera lengua poética de David Jou. Me ha atrevido a traducir Física para poesía y ciencia. A continuación se reproduce el texto en su idioma original.
Física
Com puc dir-ne fredor si m’ha encès tan sovint,
si tants cops m’ha inundat de desig i de vida,
si m’ha fos al seu foc –la raó feta instint-
i m’ha obert tot un món amb tan sols un bolígraf?
Si m’ha unit a la Terra, a la Lluna, als estels
tot fent llei calculable una força intangible,
si, en donar equacions a la llum, m’ha permès
resumir-ne els secrets en un joc de sis signes,
si entre el món i els sentits hi ha posat la riquesa
de preguntes, matisos, raons, teories,
si d’això me n’ha fet llibertat i bellesa
i m’ha fet habitar plenituds i vertígens,
si m’ha estat un llenguatge per dir l’infinit,
si m’ha dit amb pocs mots unes lleis tan fructíferes,
si s’ha fet una part tan profunda de mi,
com puc dir-ne fredor, de la física?