¿Por qué no hay más viajes a la luna? Mario Benedetti.
Enlace a ¿Por qué no hay más viajes a la luna? de Mario Benedetti en poesía y ciencia
Pocas cosas ejercen tan irresistible fascinación en el género humano como la exploración espacial. Todo comenzó, como sabemos, cuando el 4 de octubre de 1957 la URSS lanzó al espacio el satélite no tripulado Sputnik 1 que dio 1440 órbitas a la tierra antes de caer, incinerándose, el 4 de enero de 1958.
La nave Sputnik 1 . (Wikipedia)
Este primer vuelo espacial soviético, al que siguió, casi inmediatamente, el Sputnik 2, lanzado con la perrita Laika dentro el 3 de noviembre de 1957, aceleró el programa espacial americano que pusieron en el espacio su primer satélite, el Explorer 1, el 31 de enero de 1958. El 12 de abril de 1961, a bordo de la nave Vostok 1, fue lanzado al espacio exterior el piloto militar soviético Yuri Gagarin, el primer ser humano que subió al espacio. En los años que siguieron, el mundo asistió, en plena guerra fría, a lo que se llamó la «carrera espacial», con una sucesión de hitos y avances en el espacio.
Si bien los primeros eventos espaciales costituyeron señalados triunfos de la Unión Soviética, con la perrita Laika y Yuri Gagarin, en Estados Unidos se aceleraron las actividades de la NASA y, con la luna como fundamental objetivo, fueron situándose, con el desarrollo del programa Apolo, a la cabeza de la carrera espacial, hasta llegar a la luna con el Apolo XI en que el astronáuta Amstrong, al dar los primeros pasos en la luna, dijo eso de «un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad».
Era el verano de 1969, el 20 de julio. Yo tenía 13 años y lo viví en Barcelona donde, con mis padres – maestros nacionales – pasábamos las vacaciones en una colonia de verano – organizada por el Ministerio de Educación – alojados en un gran colegio público (grupos escolares, sellamaban entonces), cercano a la Plaza de Cataluña. Fue «lo más». En una de las salas del colegio, visto en una de aquellas – muy voluminosas pero de pequeñas pantallas – televisiones en blanco y negro de la época, todos fuimos testigos conscientes de algo grande que inauguraba el futuro: la nueva frontera de la humanidad.
Los viajes a la Luna, por parte de naves y tripulaciones americanas, se fueron sucediendo en aquellos años. Desde el Apolo XII, en noviembre del mismo año y, después, el inolvidable Apolo XIII el año siguiente, en el que la explosión de uno de los tanques de oxígeno del Módulo de Servicio, provocó que no se pudiera realizar el que habría sido el tercer alunizaje; y hubo de utilizarse el Módulo Lunar como cápsula de salvamento, en la que los 3 astronautas regresaron a la Tierra. Lo que dio lugar – «Houston tenemos un problema» – a la famosísima película de 1995, dirigida por Ron Howard protagonizada por Tom Hanks.
Después cuatro viajes más hasta el último Apolo XVII, lanzado en diciembre de 1972 que tuvo varios records: de estancia en la Luna, de mayor tiempo en órbita lunar, de tiempo en salidas extravehiculares, del uso del «rover», y de mayor distancia recorrida y mayor recogida de muestras lunares de todas las misiones Apolo.
¿Por qué no hay más viajes a la luna?
La exploraciones espaciales siguieron pero ahí se acabaron los viajes a la luna. Hace ya 36 años. Un poeta, Mario Benedetti, se preguntó – como muchos de nosotros-, «¿por qué?» y escribió un poema sobre ello que tiene dentro toda su personalidad y estilo. (Ver Nota 1).
Siempre con una vocación comunicante y logrando un clima de confianza y complicidad entre autor y lector. La cercanía, con un lenguaje accesible, sencillez sintáctica y expresiones cercanas al registro conversacional. Todo ello da lugar a una poesía humana, de compromiso en el sentido amplio de la palabra, consiguiendo la seducción del lector. Poesía de un gran poder de comunicación, enormemente popular con un público masivo y fiel en el que se incluyen sectores habitualmente ajenos a la literatura.
Son 32 versos repartidos de diferentes metros sin rima. El estilo es muy coloquial y directo y trata de indagar en el pensamiento del comandante de la misión, Neil Amstrong, después de sus primeros pasos la luna.
…la escafandra o como se llamase
impedía que viéramos sus ojos
pero juraría que su mirada era de pereza o abulía.
Y de lo que contestó, de forma inesperada a sus jefes, más allá del consabido discurso de gloria «entre medallas flores vitores y guirnaldas».
Y ahí Benedetti abre, en el poema, 3 conjeturas sobre la posible contestación, iniciadas, cada una de ellas, con su verbigracia. Si siguen el juego pueden elegir entre la primera verbigracia: «…matarlos con urgencia / uno a uno / dos a dos / etcétera». Ó la segunda; comunicarles que vio en la luna el rostro de la muerte. Ó la tercera, que sintió «… el asco infinito por la ausencia del hombre».
Con lo que, fuera cual fuera la contestación de Amstrong, en el poema se concluye con la afirmación de que «… los dueños del poder / postergaron sine die los viajes a la Luna.»
Mario Benedetti
Podemos añadir, a las anteriores, alguna conjetura más. Primera: USA había ganado la batalla espacial a la URSS y, segunda, el presupuesto se encontraba exhausto y no se podía seguir gastando el 6% del PIB americano a la exploración espacial.
El futuro en la luna
La postergación sine die parece haber acabado. Algo ha debido cambiar ya que, en los últimos tiempos, asistimos a una eclosión de nuevos proyectos de viajes espaciales, como la exploración de la sonda «New Horizons» y, también, a nuevas aventuras en la luna gracias a China, ya que, el pasado 3 de enero, su sonda exploradora Chang’e 4 aterrizó en la cara oculta de la luna de donde siguen llegando noticias. La última es que se han conseguido que una semilla germine en la Luna.
Fotografía tomada por la sonda ‘Chang’e 4’ después de su alunizaje
en la cara oculta de la luna (CNSA)
La Luna es hoy el objetivo de China. Según sus planes, en la década de 2030 enviarán sus primeras misiones tripuladas a nuestro satélite.
¡Ojalá que así sea!
Notas y enlaces
1. En poesía y ciencia están ya incluidos 3 poemas de Mario Benedetti: Windows 98, Universo y Medios de comunicación, a los que pueden acceder en este enlace .
En cervantesvirtual. com, hay una página dedicada a Mario Benedetti en la que se puede encontrar excelente información sobre su biografía y obra.