Cerca de las estrellas. Alfonso Sainz, (Los Pekenikes).

Enlace a Cerca de las estrellas  de Alfonso Sainz (Los Pekenikes), en poesía y ciencia

CERCA DE LAS ESTRELLAS

A veces en las canciones populares, sea o no con intencionalidad manifiesta, la ciencia y la tecnología son relevantes. Alguna reflexión sobre ello hemos hecho ya en este blog que acompaña a poesía y ciencia; en concreto, en las entradas que dedicamos, en su día, a La estatua del jardín botánico  de Radio Futura, composición de Santiago Auserón; y a Marcianita, de José Imperatore Marcone, interpretada por Billy Caffaro Es el caso, también, de Cerca de las estrellas del mítico grupo de rock Los Pekenikes. Apareció como disco sencillo en 1968 y fue recopilada en el siguiente  álbum del grupo, Alarma. Letra y música son Alfonso Sainz, uno de los principales componentes del grupo. (Ver nota 1).

 

 Portada de Cerca de las estrellas (Single)

Es un imaginar sencillo e ingenuo de lo que se podría sentir al llegar a las estrellas. Ayudan la voz del batería Felix Arribas y los arreglos de Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli pero hay que reconocer que los versos,  que nos sitúan lejos del sol, dónde el tiempo no pasará y sólo brille la luz de las tinieblas, fueron en su día muy novedosos y, aún hoy, resultan memorables en su sencillez.

Buscaré otro mundo lejos del sol en las estrellas
Un lugar donde sólo brille la luz de las tinieblas
Viviré donde el tiempo no pasará en las estrellas
Buscaré otro mundo lejos del sol en las estrellas

Cerca de las estrellas es uno de los techos creativos indiscutibles del grupo y una mención obligatoria al hablarse de Los Pekenikes. En ella  introducen elementos futuristas en su sonido. Hay una instrumentación novedosa con sonidos electrónicos inéditos en la época, una voz nasal y arrastrada del batería (Felix Arribas con un descarado aspecto físico a lo  John Lennon), un solo de guitarra espléndido – que parece mentira que se pudiera hacer en España en 1968 –  y el primer aire psicodélico en el pop español. Es eterna.

UNA NAVE AZUL, FRÁGIL Y CONFUSA

Cerca de las estrellas se gestó y compuso en 1968, posiblemente, un año crucial  en el siglo XX. En la magnífica columna Una nave azul, frágil y confusa publicada en El País, el pasado 1 de agosto,  Manuel Vicent repasa magistralmente alguno de los hechos trascendentales ocurridos en dicho año. Entre otros, se recuerda el asesinato – en abril de ese año –    del líder del movimiento de Derechos Civiles de los negros, Martin Luther King en la ciudad de Memphis. (Y añado yo, de mi cosecha, el asesinato en la ciudad de Los Ángeles, en junio, de Robert F. Kennedy – candidato a la presidencia de Estados Unidos.

Se recuerda en el artículo el fenómeno del mayo del 68 en París que inauguró (sic) «una nueva forma de ser libre ,de amar, ce crear, de ver el mar bajo el asfalto». Y, por último, y como hecho más destacable del año (o quizás de lo que iba de siglo XX), el vuelo del Apolo 8 en diciembre, en que los astronautas Borman, Lovell y Anders orbitaron 10 veces la luna y así pudimos ver la tierra como esa (sic ) «bellísima nave azul, que navegaba en soledad por el fondo negro del universo».

 

La tierra fotografiada desde el Apolo 8 (Wikipedia)

Manuel Vicent cierra el artículo con unas reflexiones, con el que estamos muy de acuerdo, y que reproducimos a continuación.

«Esta imagen fue el primer germen de la globalización y de la ecología. Nada que no fuera planetario y universal tendría ya sentido desde entonces. Todos los sueños de la humanidad comenzaron a dispararse hacia las galaxias, incluida la teología, y al mismo tiempo insertaron en el fondo de nuestro cerebro un augurio insoslayable: en esta nave azul tan frágil en la que estamos forzosamente embarcados no hay pasajeros de primera. El Apocalipsis no admite privilegios. O nos salvamos todos o vamos a perecer todos.»

LA «CARRERA» ESPACIAL  

Todo 1968 y los primeros meses de 1969 fueron meses cruciales de preparación del vuelo del Apolo XI que puso al hombre en la luna el 20 de julio de ese años. Si se repasan hechos y fechas » la carrera espacial» cristalizó en un periodo muy corto – de apenas 6 meses – y fue muy arriesgada.

En diciembre de 1968, como hemos visto, con el Apolo 8 las naves espaciales tripuladas abandonan la órbita terrestre y se adentran en el espacio exterior ensayando con éxito la realización de órbitas lunares y la vuelta a la tierra.

El Apolo 9 realiza la primera prueba con la nave espacial completa: Cohete de lanzamiento (Saturno V), módulo de mando y servicio y módulo lunar. Se ensaya con éxito el acoplamiento y desacoplamiento de los dos módulos y la transferencia de tripulantes entre ambos módulos : de mando y lunar. La operación se realiza del 3 al 13 de marzo con la tripulación compuesta por los astronautas McDivvitt, Scott y Scheickart.

El Apolo 10 fue lanzado el día 18 de mayo de 1969 con Thomas P. Stafford —comandante—, John W. Young y Eugene A. Cernana bordo. En esta expedición se situó, por primera vez, el módulo lunar en órbitas próximas a la luna, repitiéndose, en ese punto, las maniobras de acoplamiento y desacoplamiento de módulos y de  transferencia de tripulantes que habían sido realizadas por el Apolo 9 en sus órbitas alrededor de la tierra. Tras finalizar estos ensayos, los astronautas – abandonando el módulo lunar, que se envió hacia una órbita alrededor del sol – volvieron al módulo de mando al módulo de mando, y en él volvieron a la tierra en la que amerizaron el 26 de mayo.

 

Tripulación del Apolo 11 (Wikipedia)

Apenas 2 meses más tarde, el 16 de julio de 1969, despega de la tierra la misión del Apolo 11 que llevaría por primera vez al hombre a la luna. Mientras el astronauta  M. Collins los esperaba en el módulo de mando,  Neil Amstrong y Buzz Aldrin aterrizaron el El mar de la tranquilidad de la luna el día 20 de julio u unas horas más tarde pisaron el suelo de la luna: ya saben: «un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad».

Y desde ese momento, la carrera espacial se ralentizó y no ha vuelto a haber vuelos tripulados a la luna desde desde diciembre de 1972 con el Apolo 17.

Me quedo con la frase del artículo de Manuel Vicent:  «Todos los sueños de la humanidad comenzaron a dispararse hacia las galaxias»; y la proyecto sobre Cerca de las estrellas, nuestro poema de hoy. Nostalgia por más viajes a la luna que, parece, que se están retomando. (ver nota 2).

UN PROBLEMA NO RESUELTO

Nunca es tarde para enterarse de cosas y aprender. Trabajando esta entrega de Cerca de las estrellas me entero – bien es verdad que creo que no se ha aireado en todo este tiempo mucho – de que la superficie de la Luna está impregnada de un extraño y pegajoso polvo que impregna todo a su  alrededor con capacidad de colarse, por su pequeño tamaño, por agujerillos ínfimos.  Fue una amenaza menospreciada por las primeras misiones Apolo, pero provocó un extraño olor que introdujeron Amstrong y Aldrin en el módulo lunar y a Harrison Schmith, astronauta del Apolo 17, le produjo una desconocida enfermedad que se denominó «fiebre del heno lunar», patología en la que se estornuda de forma compulsiva y viene a ser una especie de silicosis.

Como la NASA tiene previsto, en el medio futuro, volver a poner astronautas en la luna quiere buscar soluciones para este molesto polvo lunar. Por ello, ha abierto un concurso de 180.000 dólares a quien aporte soluciones para esta amenaza que puede poner en riesgo la misión y ser un peligro real para la salud de los astronautas. Se ha denominado la iniciativa 2021 BIG Idea Challenge abierta a estudiantes universitarios de grado y posgrado para que aporten soluciones a problemas reales de las misiones espaciales en concreto. Deberán, (lo tomo literalmente del artículo 150.000 euros para quien resuelva… ; ver nota 3), dar solución a los siguientes desafíos:

– La prevención y mitigación del polvo en el alunizaje: evitar o proteger las interacciones con columnas de polvo o la superficie lunar que puedan resultar en las sondas lunares.
– La tolerancia y mitigación del polvo en los trajes espaciales: limitar la adherencia del polvo y otros efectos nocivos para sus sistemas.
– La prevención, tolerancia y mitigación del polvo exterior: proteger los sistemas de la superficie lunar o evitar que el polvo entre en hábitats y aterrizadores.
– La tolerancia y mitigación del polvo en cabina: limpiar volúmenes habitables y sus superficies interiores, ayudando a evitar que el polvo alcance la estación Gateway y la nave Orion cuando el módulo de aterrizaje regrese a la órbita lunar desde la superficie.

Los plazos para presentarse finalizan el 25 de septiembre de 2020 para el registro de interesados;  y el 13 de diciembre de 2020 para la presentación de propuestas en vídeo.

Así que aún están a tiempo los audaces.

Enlaces y notas.

1. Les enlazo a la entrada Hilo de seda. Alfonso Sainz, que con motivo del fallecimiento de este último en 2014,  escribí en el blog La perplejidad del buzo. 

2. Un resumen de las iniciativas que se están barajando actualmente para volver  a la luna, se encuentran en el artículo Estas son las próximas misiones para ir a la Luna que preparan los gobiernos escrito por Laura Lucía Becerra Elejalde en larepublica.com.co

3. Ver el artículo 150.000 euros para quien resuelva este problema planteado por la NASA de P. Biosca publicado en el diario ABC el 4 de agosto de 2020.

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