ESPERANZA
Ha pasado ya el suficiente tiempo y han ocurrido suficientes acontecimientos para observar con la distancia y la serenidad necesarias los actos de reivindicación y protesta de la semana pasada. Los ánimos exacerbados, la euforia o el ímpetu dejan paso a una reflexión más objetiva sobre lo que pudo o puede suponer la materalización de los pensamientos, sentimientos y emociones en un movimiento que parece mitigarse. Hace justo una semana empezó a ser materia de conversación omnipresente, noticia constante en…