Una epidemia de coronavirus y de “influencers”

No solo es que en China se esté difundiendo una epidemia de un Coronavirus, es que en España padecemos, como en otros países, una ola de desinformación e ignorancia al respecto. Diré que no soy médico (soy microbiólogo) y aunque he intentado recoger las noticias de fuentes con buena reputación científica e informativa aquí solo doy mi opinión basada en lo que he podido leer hasta hoy. El coronavirus es el 2019-NCoV, al que se llama así para abreviar “nuevo coronavirus de 2019”. Pese a ser nuevo es el personaje de la tragedia al que mejor conocemos.


Figura 1 . Una imagen artística de un coronavirus. Fuente: enlace.

 

CORONAVIRUS
Los coronavirus se llaman así porque vistos con gran aumento al microscopio electrónico tienen la forma de una corona. Infectan por vía respiratoria a los animales produciendo enfermedades como el resfriado o neumonía de diversa gravedad. Algunos se transmiten por los animales y muchos se contagian entre personas. Virus como el SARS y el MERS han provocado brotes epidémicos recientes que han saltado a las noticias por ser particularmente peligrosos. A finales de 2019 apareció en China el 2019-NCoV con especial incidencia en la ciudad de Wuhan expandiéndose hasta alcanzar ya el carácter de una nueva epidemia.

¿De dónde ha salido este nuevo virus? No hay por ahora una respuesta clara y por la experiencia que hay sobre otros virus que aparecieron en tiempos recientes probablemente resultará difícil y puede que prácticamente imposible llegar a saber con certeza el origen del brote. Al igual que no les va a servir de mucho saber lo que es un coronavirus, para los enfermos puede ser poco interesante saber su origen, pero descubrirlo podría ayudar a combatirlo y evitar virus así en el futuro. .

Los virus son microbios que no pueden vivir por si mismos, necesitan parasitar una célula. Unos utilizan células vegetales, otros las animales como en este caso de los coronavirus que se propagan en las células de nuestro cuerpo. Incluso hay virus, bacteriófagos se llaman, que viven a costa de bacterias. Los coronavirus son virus cuya herencia genética no está en moléculas de ADN, como la tenemos los seres humanos en nuestros cromosomas, sino en una variante, el ARN. En nuestras células el ARN transfiere la información genética desde los cromosomas del núcleo celular a las máquinas que hacen las proteínas en el citoplasma de las células, unos complejos llamados ribosomas. Además el ARN de los coronavirus, a diferencia de nuestro ADN, solo está formado por una cadena. Esto sí que es importante, porque cada cadena de la doble cadena de nuestro ADN actúa como una copia de seguridad complementándose mutuamente y disminuyendo con ello la frecuencia con la que aparecen mutaciones. Digamos que al solo tener una cadena de ARN los coronavirus son más propensos a mutar. Ahí radica uno de sus peligros y también la dificultad de producir vacunas. Un virus que muta puede hacerse más infectivo por entrar mejor en las células, puede infectar especies que antes no frecuentaba, o hacerse más dañino, y a la vez, como ocurre con la gripe escaparse a la eficacia de cualquier vacuna que no esté específicamente diseñada para inmunizar frente a ese mutante.

Por todo eso saber más cosas sobre cómo es y de dónde ha salido un nuevo virus puede ser muy importante, lo primero para intentar encontrar una cura, y también para diseñar una vacuna eficaz y a más largo plazo para evitar prácticas que puedan provocar futuros brotes de nuevos virus. Parecen por ahora difícil que se pueda desarrollar una vacuna rápidamente. La identificación de varios de los virus que afectan a los enfermos si puede ayudar a que la vacuna que se produzca sea más eficaz. Conocer con exactitud la información genética que lleva en su ARN y poder cultivar el virus en condiciones de laboratorio, como ya se ha conseguido en Australia, también va a ayudar a producirla. Los consorcios internacionales de investigadores, como en el que participa el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, también facilitarán la producción de una vacuna eficaz acortando también el tiempo para su obtención que se estima sea como poco de un año.

Los investigadores chinos son en la actualidad los que, de todo el mundo, pueden descifrar la información genética, la secuencia, de un ADN o ARN con mayor rapidez y de forma más económica. Por eso en muy pocos días se ha dispuesto de secuencias de un buen número de coronavirus aislados de personas infectadas. Conociéndolas se ha desarrollado un método muy eficaz y rápido, basado en la amplificación y detección de segmentos específicos de la secuencia del 2019-NCoV, que no hay en otros virus, para hacer el diagnóstico.

Este nuevo coronavirus se propaga de manera rápida y peligrosa, entre otras cosas porque podría ser contagiado por enfermos que no tienen síntomas y que por tanto son muy difíciles de detectar. Quizás por eso se ha propagado de forma tan rápida y masiva, casi comparable a como lo hace el virus de la gripe. Sin embargo los datos sobre transmisión por portadores que no tienen síntomas también puede que al menos en el caso de una enferma china que al viajar desde su país sin tener síntomas se dijo había contagiado a otras personas en Alemania se hayan interpretado mal ya que luego recordó que cuando se pudo producir el contagio y sin notarse enferma al menos ya no se encontraba bien. Normalmente un virus que se propaga por el aparato respiratorio no suele ser tan eficaz para contagiarse por otra vía. Aunque en la propagación del virus MERS se ha hablado de posibles contagios por vía intestinal, en 2019-NCoV aún es dudoso que eso ocurra. Los datos sobre posible transmisión de madre a feto, algo muy insólito, necesitan también ser contrastados y cuantificados.
Por suerte las cifras de mortalidad por el 2019-NCoV que se conocen hasta ahora, algo más del dos por ciento de los infectados, no lo clasifican como excesivamente mortal en comparación con el 9% de la epidemia de SARS de 2002- 2003, o el 34% del más reciente MERS en la pasada década. La gripe estacional produce una mortalidad variable dependiendo de los virus que dominan cada año y el rango puede ir desde el 1% en años normales hasta algo más del 10% en las epidemias de los peores años cuando aparecen los virus más mortíferos como en 1918. Otro dato tranquilizador es que por ahora no se ha detectado que el virus inicial haya mutado

Los tratamientos que se están usando contra el 2019-NCoV son por ahora los que sirven para aliviar la neumonía. Los antivirales más comunes parecen poco eficaces. Aunque una combinación usada en Tailandia de dos antivirales, uno contra la gripe y otro para tratar el VIH, parece que sin ser una cura alivian los casos graves de la enfermedad. Prevenir el contagio es quizás la mejor medida, para ello hay que seguir las mismas recomendaciones, aislamiento, uso de mascarillas e higiene, como se hace en otras infecciones por virus respiratorios. Evitar el contacto corporal con enfermos es difícil si no se les puede identificar, las mascarillas no profesionales son una pequeña barrera sin ser completamente eficaces pero sí que se puede evitar propagar el virus si ya estamos enfermos y sobre todo hay que mantener la calma.

INFLUENCERS

Como en muchos otros temas, no debe prestarse atención a las abundantes conjeturas alarmistas de personajes mediáticos que opinan sin base científica. Se han dado opiniones que no solo carecen de fundamento científico y que pueden ser erróneas e intranquilizar sin motivo. En esos casos declaraciones a los medios de comunicación hechas incluso por algún médico famoso hay que tomarlas como si las dijese Gwyneth Paltrow. Con igual desconfianza hay que tomarse las opiniones de tertulianos populares cuya formación en virología nos es desconocida. Pero como el pánico da paso a reacciones extremas, ya se ha encargado el gobierno chino de dar parte de razón a alguna de esas conjeturas reimplantando en los primeros días de febrero medidas de control sobre las comunicaciones en redes sociales.

Figura 2. Juego del coronavirus, ejercicio de dudosa empatía. Un juego en fase de desarrollo y que indica que “El objetivo del juego es ver el mundo desde el punto de vista del coronavirus, comprendiendo sus sentimientos y ayudándole a conseguir poder en todo el mundo”. Fuente enlace.

 

No es cierto que el coronavirus infecte solo a los chinos, mucho menos que todos los chinos sean portadores del 2019-NCoV ni que la comida china esté contaminada con coronavirus. No se ha podido comprobar que el virus proceda de las serpientes y el que lo propagasen algunos murciélagos solo es hasta ahora una hipótesis basada en otras epidemias de virus como el ébola y no se ha comprobado en el 2019-NCoV. Tampoco el coronavirus se cura con los compuestos que propugnan conocidos homeópatas que sin base científica alguna venden remedios inútiles.

Estamos ante una nueva epidemia y todo lo anterior puede cambiar a mejor o a peor según se vayan teniendo más datos al pasar los días. Para el ciudadano lo esencial es por ahora evitar ser contagiado, no solo por el virus sino por las opiniones procedentes de famosos sin conocimientos de virología que circulan por las redes sociales y algunos medios de comunicación como si fuesen una epidemia paralela difundiendo información falsa y propagando miedo y prejuicios.
Recordaré que el pasado sábado una cadena de televisión dejaba hablar sin problema a uno de sus tertulianos más vehementes, que creo específicamente no es especialista en biología y se permitió cortar a medias la intervención del presidente de la Academia de Farmacia.

 

 

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9 comentarios

  1. Unir sentido común y conocimiento es una fórmula implacable contra todo tipo de epidemias.
    Enhorabuena.

  2. Interesante artículo. No sé por qué no especifica cuál es la cadena de televisión que menciona en el último párrafo. Si hacen esas cosas hay que avergonzarlos públicamente.

  3. Existe mucha información errónea acerca del coronavirus y esta muy mal que las personas hagan esto solo para tener «popularidad» o simplemente por creerse «influencers», es un tema delicado y si queremos estar bien informados deberiamos checar las fuentes de las que proviene dicha información.

  4. Por la desinformación nosotros mismos generamos más pánico y controversias dentro de la población, entre dichos y pensares o «remedios de prevención» pasamos información errónea que alteran a la población. Antes de compartir algo deberíamos corroborar la información.

  5. Interesante artículo. Tiene mucha razón en el mundo hay mucha mala información sobre el COV19, también que algunas personas creen que es falso el virus. Tenemos que hacer conciencia

  6. Todavía vivimos en una sociedad ignorante donde las personas no buscan informarse o solo creen lo que mejor les parece, realmente debemos tomar conciencia y ser mas responsables con nuestra salud pero también de la salud de los que nos rodean.

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