Mujeres en STEM: Tianyue Chu

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, entrevistamos a nuestra estudiante de doctorado Tianyue Chu. Nos habla de sus referentes femeninos, de por qué decidió dedicarse a la investigación y de los pasos que considera importantes para contribuir a aumentar el número de mujeres en las carreras STEM.

Ella es un ejemplo de vocación científica. Actualmente, trabaja en seguridad y privacidad en aprendizaje federado bajo la supervisión del Dr. Nikolaos Laoutaris para el Grupo de Transparencia de Datos. En esta entrevista, nos habla de sí misma y sirve de inspiración para aquellas que dudan si estudiar ingeniería es para ellas.

  1. ¿Qué querías hacer cuando eras pequeña?

Antes quería ser presidenta de las Naciones Unidas. Pero cuando me hice mayor, me di cuenta de lo increíble que es la ciencia y empecé a soñar con ser científica. Hay algo superguay en sumergirse en los misterios del mundo, hacer descubrimientos radicales y aportar mi granito de arena a cómo vivimos.

  1. ¿Por qué decidió optar por una carrera STEM?

Desde que era pequeña, me encantaban las matemáticas. Luego me metí en la física y empecé a preguntarme cómo funciona el mundo. ¿Y sabes qué? Entré en la informática. Resulta que puedo mezclar mis conocimientos matemáticos, resolver problemas reales y formar parte del ‘hype’ por la tecnología. Saber que puedo hacer descubrimientos que realmente ayuden a la sociedad es el tipo de excitación que mantiene mi curiosidad viva y coleando. Es como una combinación de friki y hacer algo que realmente importa.

  1. ¿Por qué estudiar una carrera de investigación?

Elegí estudiar una carrera de investigación porque no me canso de profundizar en lo desconocido. Es como estar en una aventura sin fin. Hacer preguntas que nadie ha planteado antes, aventurarse en territorios inexplorados y añadir piezas de rompecabezas a lo que conocemos… es un subidón total. La excitación del descubrimiento y la oportunidad de cambiar las cosas en un campo me mantienen enganchada. Es el camino adecuado para alguien a quien le gusta innovar y aportar ideas útiles al mundo.

  1. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Lo que más me gusta de mi trabajo es la libertad de perseguir problemas del mundo real, siguiendo mi curiosidad dondequiera que me lleve. Disfruto profundizando en los temas, descubriendo los detalles y averiguando qué puedo hacer.

La idea de que mi trabajo puede marcar una diferencia en la sociedad enciende un verdadero fuego en mi interior. Ya sea superando los límites de la tecnología o afrontando retos del mundo real, saber que estoy contribuyendo a un cambio positivo es una gran motivación. Es como tener lo mejor de los dos mundos: hacer lo que me gusta y tener un impacto. Eso es lo que me hace seguir adelante en este alocado viaje.

  1. ¿Cómo ha conseguido sus logros profesionales?

He conseguido mis logros profesionales gracias a una combinación de trabajo duro y colaboración eficaz. Creo firmemente que hay que arremangarse y trabajar duro. Para mí, el trabajo duro es como el motor que mantiene las cosas en movimiento: superando límites, afrontando retos y buscando siempre la excelencia.

Pero aquí está el giro: no es un espectáculo unipersonal. Formar equipo con este grupo increíble ha sido el verdadero cambio. Aportamos lo mejor de nosotros/as mismos/as, combinamos distintas habilidades y afrontamos los proyectos más complejos sin rodeos. Esta mezcla de dedicación personal y trabajo en equipo ha allanado el camino para todos estos éxitos profesionales. Dedicación y trabajo en equipo: una fórmula ganadora, en mi opinión.

  1. Háblanos sobre tus referentes femeninos.

Uno de mis modelos femeninos es Margaret Hamilton. Es una leyenda de la ingeniería de software. Dirigió el equipo que se aseguró de que el software de las misiones Apolo de la NASA, especialmente el alunizaje del Apolo 11, fuera perfecto. Sus enfoques innovadores, como el software asíncrono y la detección de errores, demostraron su visión de futuro y su destreza técnica.

Pero lo mejor es que no sólo triunfó en un campo dominado por los hombres, sino que cofundó su propia empresa de software. Una auténtica pionera. Margaret Hamilton no es sólo un genio de la tecnología; es una inspiración para las mujeres en STEM, demostrando que la resistencia y la brillantez pueden romper cualquier barrera. Su legado es como un cohete en el cielo: audaz, pionera y sigue iluminando el camino para todos nosotros.

  1. ¿Cómo ves la situación de la mujer en tu campo?

En las conferencias, cursos de verano y talleres a los que he asistido, la representación femenina solía ser escasa. Pero últimamente he observado un cambio positivo: cada vez hay más mujeres y parece que avanzamos hacia un panorama más equilibrado en nuestro campo.

Y ahora se abren más oportunidades para las mujeres. Además, se ven redes de apoyo e iniciativas que promueven activamente la diversidad y la inclusión. Es como si estuviéramos dando pasos en serio para crear un espacio mejor y más propicio para las mujeres en nuestro campo.

Sin embargo, seguimos teniendo nuestros retos. Por ejemplo, cómo equilibrar el trabajo y la vida personal y el sesgo de género, y también la posible barrera al desarrollo profesional. Pero podemos ver que estos esfuerzos en curso muestran un compromiso para abordar las disparidades de género y construir un entorno más inclusivo. Así que tenemos que apoyar estas iniciativas y participar activamente en ellas. Así es como seguimos empujando la aguja de la diversidad y la igualdad en STEM.

  1. ¿Qué le dirías al tecnólogo/a del futuro?

Al tecnólogo/a del futuro le diría: «Adopta la curiosidad como brújula y la innovación como guía. Sé pionero/a, sumérgete en lo desconocido y ve los retos como oportunidades. Colabora con otras disciplinas: las mejores ideas suelen surgir de lugares inesperados. Piensa siempre en el impacto de tus creaciones, haz de la tecnología una fuerza para el bien. Tu perspectiva y creatividad son poderosas, así que sueña a lo grande, trabaja duro y nunca subestimes el impacto de tus contribuciones».

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