La amenaza de la sequía

A pesar de que España a lo largo de su historia ha sufrido distintos períodos de sequía, en el conjunto de los últimos tres meses (Noviembre-Diciembre-Enero) las precipitaciones acumuladas sólo suponen el 40% del valor normal y en el caso extremo de enero, tan sólo el 16% del valor medio. Este trimestre ha supuesto el periodo noviembre-enero de menor precipitación media en España en los últimos 50 años. Por ello, en la última semana han sido frecuentes las declaraciones a cerca de las amenazas de esta sequía. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha asegurado en declaraciones recientes que el Gobierno seguirá trabajando para evitar que se produzcan restricciones en el suministro de agua a las ciudades, si bien indicó que las restricciones continuarán para los regadíos

[CyPS-UCM-Grupo de Catálisis y Procesos de Separación

Universidad Complutense de Madrid]

Las sequías en nuestra península no es un fenómeno reciente como algunos podrían creer. Diversas crónicas medievales que han llegado hasta nosotros nos hablan de periodos de baja pluviometría. El número de las rogativas pro pluvia determina terribles períodos de sequía entre 1567 y 1568. Los inviernos de 1603-04 y 1604-05 fueron bastante secos en gran parte de la geografía peninsular, aunque entre 1616-1617 se dio un período generalizado de sequía, así la cosecha de 1616 fue la más baja de los tiempos modernos; un 90 por 100 inferior respecto a la media de 1592-1604. Lo mismo volvió a ocurrir entre 1868 y 1869 Ya en el siglo XX, una terrible sequía se produjo en 1930, a la que siguieron varias sequías en los años centrales del siglo XX que pusieron de manifiesto el desfase existente entre el consumo y recursos de agua disponibles. Como resultado, el trasvase Tajo-Segura y cerca de 1070 grandes embalses. En los años dos 1980-83 la sequía se palió con el «Plan Agua Roja, para asegurar el abastecimiento de agua. La sequía de 1990-94 dió lugar al anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional.

Según los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Meteorología el año hidrometeorólogico 2004-2005 que ha comenzado se está caracterizando por un acusado déficit de precipitaciones, incluso el pasado mes de enero ha sido uno de los meses más secos de los últimos 50 años, junto con los de los años 1983 y 1993. En la tabla se recoge la pluviometría entre 1990 y 2005.

En cuanto a el agua embalsada en España (23-01-2007) es de 29742 hm3 , que corresponde al 54,92% de la capacidad total, superior a la embalsada en 2006, 25251 hm3 ( 46,63% ) aunque inferior al valor medio de los últimos 8 años (58,11%).

Por ello, a pesar de que la lluvia empezó a caer el lunes en buena parte de España, este es uno de los inviernos más secos de los últimos veinte años que no ha discriminado entre la España seca y la húmeda.  Aunque las precipitaciones que se produzcan en aliviarán las necesidades de embalses, agricultura y ganadería, la sequía es un problema crónico que amenaza con hacerse permanente.

Desde el inicio de la sequía el Ministerio de Medioambiente ha invertido 620 millones de euros, que se reparten en más de un 60 por ciento entre la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, porque es aquí donde la sequía ha afectado y sigue afectando a la agricultura.

La ministra de Medioambiente en declaraciones recientes sostuvo que las restricciones para los regadíos continuarán, al tiempo que destacó el esfuerzo del Gobierno para compensarlas mediante ‘obras de emergencia”, como la apertura de pozos o la utilización de algunas infraestructuras que no estaban hasta ahora optimizadas.

Por otra parte, el director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, aseguró  que aunque lloviera de forma abundante no se van a poder atender todas las demandas de agua, pero que las restricciones se limitarán al regadío.

En declaraciones a Efe, precisó que las obras de emergencia que se han ejecutado durante los últimos años y las medidas de gestión que se han aplicado permitirán ‘salvar’ otro año sin restricciones al consumo urbano. Valoró además la respuesta que han dado los ciudadanos y que a su juicio han contribuido en gran medida a evitar las restricciones, señaló que los madrileños recortaron su consumo en un 14 por ciento, en Valencia ahorraron un 11 por ciento, y que en la Costa del Sol el comportamiento fue “ejemplar”.

Esa situación y esas restricciones sólo se invertirían, según Palop, si las lluvias fueran ‘muy excepcionales’, y recordó que todos los episodios de sequía que se han registrado en España han acabado con lluvias torrenciales.

Entre tanto el programa Agua,  que sustituye al Trasvase del Ebro, avanza lentamente y aunque ya se ha iniciado con la construcción de desalinizadoras, estas   empezarán a funcionar  a  finales de 2008. El problema es que a esas alturas las previsiones realizadas se hayan quedado cortas.  Entre otras propuestas aparecen como medidas recomendables,  la persecución de extracciones ilegales, la reestructuración de las riberas, el establecimiento de caudales medioambientales en todos los ríos y la renuncia a seguir ampliando regadío,  especialmente los grandes consumidores de agua.

En resumen, las reservas de los embalses son bajas, y aunque el Gobierno  asegura que se está trabajando para poder garantizar el suministro, es posible que las restricciones lleguen el próximo verano.

 

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