Santander es la ciudad con mayor consumo de agua de España, con una media de 200 litros per cápita al día.

Según Belén Ramos, responsable ambiental de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Santander encabeza la lista nacional en consumo de agua, con una media de 200 litros per cápita al día, superando en 40 litros la media nacional, debido a la abundancia de lluvias y a los precios bajos del agua en la comunidad cántabra.

 

[Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA)
Universidad Rey Juan Carlos]

Así lo afirmó en el curso de verano de la Universidad de Cantabria ‘Gestión eficiente del agua en núcleos urbanos’, en el cual ha participado junto al director ejecutivo de la Fundación Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales, según ha informado la UC en nota de prensa.

 

La experta subrayó que en España «no estamos valorando este recurso, y no tenemos en cuenta que el agua es un recurso limitado, que se puede agotar en cualquier momento», teniendo en cuenta que hay países en los que «no se llegan a gastar ni 70 litros por persona al día». Por este motivo, insistió en la necesidad de un cambio de mentalidad, porque «aunque decimos que somos conscientes del problema, nuestros hábitos nos delatan».

 

De hecho, destacó que, en la última encuesta sobre consumo de agua de la OCU realizada en junio de este mismo año, un 10 por ciento de los encuestados reconoció que los grifos de sus casas pierden agua. «Un grifo estropeado puede desaprovechar hasta 30 litros diario, pero el problema real está en la suma de todos esos litros despilfarrados en todo el territorio nacional», dijo.

 

Y aunque las nuevas propuestas pasan por el cambio de los grifos rotos a «grifos ahorradores», que no deberían gastar más de ocho litros al minuto, la realidad dice que muchos de estos productos «ahorrativos» están malgastando el doble de lo que dice la normativa. «La industria debería ser seria en este punto, y no utilizar algo tan serio como el ahorro de agua como una estrategia de marketing. Igualmente, las autoridades deberían prohibir que salgan al mercado productos que no son realmente eficientes», aseveró.

 

Asimismo, Belén Ramos afirmó que la ciudadanía puede hacer «mucho» para frenar esta tendencia, empezando por hacer un «uso racional del agua y consumir sólo la que necesitamos», aunque la tarea no es sólo de los ciudadanos, que suponen el 15 por ciento del consumo, sino también de la «industria, los consumidores agrícolas, e incluso los ayuntamientos, que se deberían responsabilizar y hacer un uso eficiente de este recurso tan preciado».

 

AGUA Y DERROCHE

 

Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales, argumentó que «el cambio climático se está expresando básicamente a través del agua: se derriten los polos, hay sequías, inundaciones», y esto implica «muchos desafíos» en la gestión del agua.

 

En este sentido, recalcó que «hay que hacer una revolución en cuanto a la eficiencia», porque los países desarrollados se están derrochando mucho, y cuanta más agua gastan, más energía consumen.

 

Del mismo modo, aseguró que los esfuerzos deben ir encaminados a los «controles de calidad», porque en España «el agua es demasiado buena para tirarla por el inodoro, pero, en muchos casos, le falta calidad para el consumo doméstico». Además, invitó a la creación de una institución nacional que ayude a los municipios en el control y gestión de las aguas, ya que «es una tarea difícil y seria, que debería ser cosa de todos».

 

Por último, Viñuela explicó que en el mundo existen «más de 1.200 millones de seres humanos sin acceso al agua potable, y mueren en torno a 4.500 niños al día por esta causa». Por tanto, es un «desafío» para las ciudades de los países desarrollados el mejorar el uso de sus recursos naturales, y a su vez, ser solidarios con los países en los que los ciudadanos no tienen un grifo que abrir, ni agua bebible que les llegue a casa», explicó.

 

 

Fuente: Europa Press

 

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