La central hidroeléctrica de Aguayo (Cantabria) se convertirá en la segunda de España y contribuirá al aprovechamiento de la energía eólica y solar

La central hidroeléctrica de Aguayo (Cantabria) opera almacenando excedentes de energía, básicamente los debidos a energías renovables¸ y produciendo electricidad en momentos de demanda eléctrica alta. Para ello opera realizando trasvases entre dos embalses a distinta altura. Con la ampliación prevista se aumentará la frecuencia de los ciclos de trasvase producción, alcanzándose una potencia instalada de 1.360 MW y convirtiéndose en la segunda central hidráulica de España.

[Grupo de Procesos y Sistemas de Ingeniería Ambiental, Universidad Autónoma de Madrid]

La central hidroeléctrica de Aguayo basa su operación en la acumulación de excedentes de producción eléctrica en forma de energía potencial, mediante el bombeo de agua a un embalse elevado. La producción en Aguayo se realiza utilizando el agua de dos embalses: uno superior, el de Mediajo, de 10 hectómetros cúbicos; y otro inferior, el de Alsa, de 22,9 hm3. En momentos de aumento de la demanda el agua almacenada se trasvasa al embalse superior produciendo electricidad a su paso por una turbina. El rendimiento de la operación se sitúa en torno al 70%.

En la actualidad, lo que se hace normalmente es producir energía durante la semana, cuando se producen picos de demanda eléctrica, mientras el fin de semana, cuando desciende el consumo, se bombea de nuevo el agua al embalse superior, un proceso que tarda 33 horas. La empresa que explota la central, E.ON España, invertirá 600 millones de euros en ampliar la central con el objetivo de acelerar ese proceso y pasar a un ciclo diario. El bombeo al embalse superior sólo necesitará 8 horas y se podrá generar más potencia.

De esta forma, se pretende que la central de Aguayo responda mejor a las necesidades de flexibilidad derivadas del aumento del peso de las energías renovables en el sistema eléctrico español, ya que la producción de energías como la solar o la eólica no se puede controlar y es fluctuante. Una de las grandes ventajas de las centrales hidroeléctricas es que tienen capacidad de respuesta inmediata para empezar a generar electricidad cuando falta energía de esas otras fuentes renovables (porque no haya sol o viento) y, además, pueden consumir la electricidad generada por la eólica y la solar cuando hay un exceso.

Para la ampliación de la central no se abordarán obras en los embalses que utiliza la central, pues el objetivo es acortar los ciclos de bombeo y producción con el empleo de los mismos embalses. Se construirán dos tuberías subterráneas de 1.500 metros de longitud y una nueva central en una ‘caverna’, también excavada, de 40 metros de altura, por 20 de ancho y 80 de longitud. La sala de generación tendrá cuatro grupos de turbinas reversibles con una potencia de 250 MW cada una.  La ampliación en 1.000 megavatios (MW) en la potencia instalada llevará a la central hidroeléctrica de Aguayo hasta los 1.360 MW y se convertirá en la segunda central hidráulica del país y la quinta central eléctrica si se tienen en cuenta todos los tipos de producción. Se prevé que se produzcan anualmente 2 millones de megavatios hora (MW/h), cuatro veces su capacidad actual.

 La empresa que explota la central ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) la modificación de su actual concesión de aguas y que se pronuncie sobre la necesidad o no de someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental. También se ha presentado solicitud ante Red Eléctrica de España (REE) para acceder a la red de transporte para poder evacuar la nueva producción.

La ampliación planeada tendría cuatro años de duración, comenzando en el primer trimestre de 2014 y terminando a principios de 2018, aunque los primeros grupos empezarán a funcionar en 2017. El proyecto ha recibido alabanzas desde la Presidencia Autonómica, pues supondría  generar el 50% del consumo energético cántabro y convertiría a la región en excedentaria.

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