Las aguas residuales no tratadas contienen virus desconocidos hasta la fecha

El tipo y concentración de microorganismos de un agua residual dependen del estado general de salud de la población, la existencia de portadores de alguna enfermedad y la capacidad de los agentes infecciosos a sobrevivir fuera de los huéspedes bajo diversas condiciones ambientales.

Recientemente, un equipo de científicos ha llevado a cabo mediante técnicas novedosas, la identificación de virus desconocidos hasta ahora y con potencial para afectar a humanos en aguas residuales no tratadas. El equipo también indica que muchos de los virus conocidos descubiertos en aguas residuales no tratadas procedían de plantas, probablemente debido a que los humanos se alimentan de vegetales y los virus vegetales superan con creces a otros tipos de virus en las heces humanas.

[CyPS-UCM-Grupo de Catálisis y Procesos de Separación]

La mayoría de los microorganismos patógenos contenidos en el agua se eliminan en las primeras etapas del tratamiento de purificación. No obstante, es necesaria la desinfección para que el agua potable no sea dañina para la salud.

Los actuales tratamientos que se aplican a las aguas residuales pueden reducir mucho las concentraciones de organismos patógenos existentes pero es difícil asegurar su eliminación completa por lo que puede existir la posibilidad de transmisión de enfermedades en aguas reutilizadas si no se llevan a cabo tratamientos adecuados.

El tipo y concentración de microorganismos en un agua residual depende del estado general de salud de la población, la existencia de portadores de alguna enfermedad y la capacidad de los agentes infecciosos a sobrevivir fuera de los huéspedes bajo diversas condiciones ambientales.

Los microorganismos patógenos en el agua se pueden dividir en tres categorías: bacterias, virus y protozoos parásitos. Las bacterias y virus se pueden encontrar tanto en las aguas subterráneas como en las aguas superficiales, mientras que los protozoos son comunes en las aguas superficiales.

En un agua residual pueden detectarse numerosos tipos distintos de bacterias, entre las que pueden nombrarse las especies Vibrio, Mycobacterium, Clostridium, entre otros. Aunque estos microorganismos patógenos pueden encontrarse en el agua residual, sus concentraciones son normalmente muy bajas para iniciar un brote epidémico.

La supervivencia de las bacterias en el agua depende mucho de la presencia de otros microorganismos que puedan competir con ellas. Muchas veces las bacterias sobreviven más en aguas limpias que en aguas sucias, mientras que los virus sobreviven mejor en las aguas contaminadas, ya que pueden interaccionar con partículas sólidas suspendidas en el agua sucia que ejercen un efecto protector.

Los virus son parásitos intracelulares que sólo pueden multiplicarse dentro de una célula huésped, encontrándose inactivos fuera de ella.  Al contrario que las bacterias, los virus no están presentes en el ser humano de manera natural. Cuando las personas quedan afectadas por un virus, éstos generalmente se eliminan del cuerpo humano mediante secreciones.

El primer virus conocido, el virus del mosaico del tabaco, fue descubierto por Martinus Beijerinck en 1899 y actualmente se han descrito más de 5.000, si bien algunos autores opinan que podrían existir millones de tipos diferentes. Los virus se hallan en casi todos los ecosistemas de la Tierra y son el tipo de entidad biológica más abundante.

No se conoce con toda seguridad la evolución de los virus, ya que algunos podrían haber evolucionado a partir de plásmidos (fragmentos de ADN que se mueven entre las células), mientras que otros podrían haberse originado desde bacterias.

No todos los virus provocan enfermedades, ya que muchos virus se reproducen sin causar ningún daño al organismo infectado. En los animales, sin embargo, es frecuente que las infecciones víricas produzcan una respuesta inmunitaria que confiere una inmunidad permanente a la infección. Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus, pero se han desarrollado medicamentos antivirales para tratar infecciones potencialmente mortales.

El virus causante de la hepatitis A es el que se transmite con más  frecuencia a través del agua contaminada. El único huésped que se ha encontrado parar el virus de la hepatitis A es la persona humana. En principio cualquier virus excretado y capaz de producir infección a través de su ingestión, puede ser transmitido mediante un tratamiento inadecuado del agua residual.

En 1962, André Lwoff, Robert Horne y Paul Tournier fueron los primeros en desarrollar una forma de clasificación de los virus, basada en un sistema jerárquico. El Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) desarrolló el sistema de clasificación actual, desarrollándose  a partir de 1966 un sistema universal para clasificar los virus y una taxonomía unificada.

Sin embargo, actualmente sólo se ha estudiado una pequeña parte de toda la diversidad de los virus, y diversos estudios han revelado que algunas muestras del ambiente, presentan secuencias completamente nuevas.

Recientemente, un equipo de científicos de la Universidad de Barcelona (España), la Universidad de Pittsburgh y la Universidad Washington de San Luis (Estados Unidos) ha llevado a cabo mediante técnicas novedosas, la identificación de virus desconocidos hasta ahora y con potencial para afectar a humanos en aguas residuales no tratadas. Los resultados de su estudio se han publicado en la revista mBio. El equipo también indica que muchos de los virus conocidos descubiertos en aguas residuales no tratadas procedían de plantas, probablemente debido a que los humanos se alimentan de vegetales y los virus vegetales superan con creces a otros tipos de virus en las heces humanas.

Referencias

Cantalupo, P.G., et al. (2011) Raw sewage harbors diverse viral populations, mBio, 2 (5): e00180-11. DOI: mBio.

 

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