Fuentes de olor en estaciones depuradoras de aguas residuales II. Resultados y protocolo de actuación

Con la utilización combinada de métodos de detección empleados se logró la caracterización físico-química y sensorial del olor generado en una EDAR en explotación así como la identificación de los procesos que lo provocan y la evaluación de su incidencia en el entorno. Esto propició el diagnóstico y la mejora del proceso de producción e impacto social. Además se propuso un protocolo de actuación para la evaluación y control eficiente de los olores.

Grupo Ingeniería Química UAM

Los resultados obtenidos con los diferentes métodos sensoriales demostraron que, a pesar de encontrarse eventuales niveles de olor fuertes en el pretratamiento y centrifugado, y episodios puntuales en la descarga de la tolva de fangos o el MBR, los niveles de inmisión en los alrededores pueden considerarse “no desagradables” y cumplen con todas las normativas consideradas.

Simultáneamente a los estudios anteriores, para el análisis cromatográfico de gases se tomaron de 2 a 5 muestras mensuales. Los resultados reflejaron la aparición de dos compuestos olorosos con mayores concentraciones, el limoneno principalmente en el pretratamiento y el indol principalmente en el MBR y en condiciones de mal funcionamiento.

Con el sistema portátil de monitorización en continuo se pudo comprobar la evolución de las concentraciones de TRS, NOx y NH3, y que la aparición de concentraciones elevadas estaba directamente relacionada con los momentos de la descarga de la tolva de fangos. Las mediciones con la nariz electrónica mostraron una tendencia similar a la registrada con el Nasal Ranger® y su ventaja de trabajo en continuo sirvió como aviso instantáneo de alarma. Se realizaron 480 mediciones de COVs registrándose las mayores emisiones en la zona de pretratamiento y durante las descargas puntuales de la tolva de fangos, en el exterior las concentraciones se comportaron muy bajas o indetectables. A pesar de estos resultados, se comprobó mediante el contraste de ambos métodos que no existe relación evidente entre la presencia de COVs y la detección olfatométrica.

Propuesta de protocolo:

Evaluación de la planta y su entorno, para seleccionar los puntos de medida de emisión en inmisión de olor, mediante la percepción simple teniendo en cuenta el grado de molestia.

Caracterización sensorial y físico-química simultánea. Sensorial mediante el olfatómetro de campo Nasal Ranger®. Físico-química mediante el sistema portátil de monitorización en continuo.

Contraste de resultados y definición de las actividades/episodios críticos o molestos siguiendo los criterios, recomendaciones y normativas vigentes.

Toma de medidas de corrección y propuesta de mejoras de funcionamiento

Elaboración de un plan de control y seguimiento con el apoyo del Nasal Ranger y la Nariz Electrónica

 

Fuente:

Canal de Isabel II Gestión.

http://www.esamur.com/jornadas/documentos/documento21.pdf

 

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