Reutilización de aguas depuradas para riego

La reutilización de las aguas depuradas es un elemento esencial del ciclo natural del agua y, de hecho, la Directiva Marco del Agua (2000/60/CEE) la contempla como medida para solucionar los problemas de la escasez de agua. La reutilización es muy valiosa para la agricultura, dado que garantiza el recurso de forma continua. Su aplicación es una práctica común en muchas zonas, especialmente en las regiones áridas y semiáridas. No obstante, la reutilización no está exenta de riesgos, tanto en lo referente a su posible falta de idoneidad agronómica para riego, como de los sanitarios, debidos a la posible presencia de microorganismos patógenos en el agua regenerada. Por ello, el empleo de aguas residuales depuradas para riego de cultivos destinados al consumo humano ha suscitado mucha preocupación a los consumidores, a las autoridades sanitarias y medioambientales.

En este artículo se resumen los riesgos microbiológico-sanitarios asociados al riego con agua depurada y los parámetros a controlar para mantener la idoneidad agronómica de este tipo de aguas.

CyPS-UCM-Grupo de Catálisis y Procesos de Separación

La reutilización de las aguas depuradas es un elemento esencial del ciclo natural del agua y, de hecho, la Directiva Marco del Agua (2000/60/CEE) la contempla como medida para solucionar los problemas de la escasez de agua. La reutilización es muy valiosa para la agricultura, dado que garantiza el recurso de forma continua. Su aplicación es una práctica común en muchas zonas, especialmente en las regiones áridas y semiáridas. La tecnología actual de depuración permite obtener efluentes de agua regenerada de diversas calidades, incluso hasta un nivel tan alto como la del agua potable. La finalidad es conseguir un producto que sea adecuado para ser empleado en diferentes usos (agrícola, industrial, recreativo, municipal, etc.). Para poder aplicar la reutilización para cualquier uso agrícola, se requiere de tratamientos terciarios avanzados.

No obstante, la reutilización no está exenta de riesgos, tanto en lo referente a su posible falta de idoneidad agronómica para riego, como de los sanitarios, debidos a la posible presencia de microorganismos patógenos en el agua regenerada. Además, debemos de tener en cuenta que con la reutilización podemos afectar al medioambiente, por la posible presencia de agentes biológicos, metales pesados, y diversos compuestos orgánicos que son capaces de producir efectos perjudiciales a largo plazo.  Los riesgos microbiológico-sanitarios asociados al riego con agua depurada dependen de varios factores que pueden ser agrupados en dos clases:

  • Factores asociados a las características propias del agua y el tratamiento recibido: carga microbiana y sistema de depuración empleado.
  • Factores derivados de la manipulación del agua en el riego: sistemas de riego (aspersión, riego localizado y por superficie), climatología local (temperatura y vientos), exposición de las personas al agua regenerada o a aerosoles de la misma. En este sentido, el riego localizado es el método más adecuado para el uso del agua regenerada, ya que el contacto del agua con el cultivo y las personas es mínimo. Si se emplea el riego por aspersión, el riego debe hacerse de modo que las plantas dispongan del tiempo suficiente para secarse antes de que los usuarios tengan acceso a la zona regada, debe minimizarse el riesgo de encharcamiento, asegurando que la escorrentía superficial queda confinada en el propio terreno. Además, indicar que la captación, los sistemas de almacenamiento, las redes de distribución y aplicación de las aguas depuradas para riego deben estar diseñados y señalizados de forma que en ningún caso puedan producirse contaminaciones cruzadas ni inducir a errores. Las señales de aviso, tuberías y accesorios serán de color violeta (PANTONE 2577U ó RAL 4001), por ser el color más consensuado entre los países que ya han implantado el sistema de regeneración de aguas

destinados al consumo humano ha suscitado mucha preocupación a los consumidores, a las autoridades sanitarias y medioambientales. Pero por otro lado se debe tener en cuenta, de acuerdo con el Catedrático Joaquín Melgarejo que “la regeneración y reutilización planificada del agua para los distintos usos es una estrategia que ha ido ganando aceptación en muchas partes del mundo, que conecta directamente con el nuevo paradigma de la Economía Circular”.  Para poder garantizar una calidad de agua adecuada para la reutilización, desde un punto de vista sanitario y medioambiental, se debe llevar a cabo un programa de control analítico o Autocontrol. Realizando una serie de mediciones de distintos parámetros, con las frecuencias establecidas para cada uno de ellos y en cada uno de los puntos de control, como mínimo se deben controlar los siguientes parámetros: Nematodos intestinales, Escherichia coli, Legionella spp (en riego por aspersión), sólidos en suspensión y turbidez.

A este respecto en España, en diciembre de 2007 se promulgó el Real Decreto 1620/2007, que establece los usos permitidos y los criterios de calidad, de frecuencia mínima de muestreo, de punto de referencia para los métodos analíticos y de conformidad. También especifica los procedimientos relativos a las concesiones de reutilización de aguas. Posteriormente, en 2010 el MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO publicó la Guía para la Aplicación del R.D. 1620/2007 por el que se establece el Régimen Jurídico de la Reutilización de las Aguas Depuradas. El objetivo de esta guía es orientar y proponer procedimientos y criterios para la aplicación del RD de reutilización a los distintos agentes involucrados, facilitando el trabajo de comprensión e interpretación del mismo.

Hay que señalar que de acuerdo con Domingo Zarzo: «España es el primer país europeo en capacidad de reutilización y uno de los pocos que tienen una legislación propia que regula esta actividad». En este sentido, un gran referente nacional e internacional en reutilización es la Región de Murcia, donde de manera directa o indirecta se está reutilizando más del 95% del agua tratada en sus EDARs. Todo esto se ha debido: (i) a una apuesta clara de los regantes y de la Administración por el uso de estos recursos no convencionales, con la concesión de ayudas por parte de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente para el aprovechamiento en regadío de las aguas residuales regeneradas procedentes EDARs; y (ii) todo este proceso se está llevando a cabo con una gran coordinación entre las comunidades de regantes y la Entidad Regional de Saneamiento y Depuración (ESAMUR), bajo la supervisión y vigilancia de la autoridad sanitaria, cumpliendo con lo exigido por el R.D. 1620/2007. Además, en muchas comunidades de regantes los recursos procedentes de la reutilización, antes de ser distribuidos a sus regantes, se mezclan con otras fuentes de agua.

Respecto a la idoneidad agronómica de este tipo de aguas, las aguas depuradas pueden presentar altos niveles de sal y altas concentraciones de iones fitotóxicos. Por ello es muy importante un seguimiento de su calidad, mediante el control de los siguientes parámetros:

  • El pH del agua puede alterar el equilibrio del suelo.
  • Sólidos en suspensión. Pueden provocar obturación en los sistemas de riego localizado.
  • Exceso de salinidad. Conforme aumenta la conductividad eléctrica del agua (CE) disminuye el rendimiento de los cultivos. Valores por debajo de los 1000 µS/cm no producen efectos perjudiciales en las producciones de los cultivos; y valores entre 1000 y 2000 µS/cm pueden producir reducciones de la producción que en ningún caso superan el 10%. A partir de 3000 µS/cm se consideran aguas no aptas para riego. Además, se puede provocar la salinización del suelo agrícola.
  • Toxicidad por iones, cuando su concentración supera el nivel de tolerancia se manifiestan los síntomas de toxicidad y la disminución del rendimiento de los cultivos: (i) Cloruro, se considera como límite de tolerancia a este ion 0,5 g/l, este valor sólo es orientativo pues la manifestación de toxicidades concretas dependerá de las condiciones particulares en cada caso; (ii) Sodio, concentraciones superiores a 0,2 – 0,3 g/l en agua de riego pueden dar lugar a la aparición de los síntomas de toxicidad, también puede provocar la degradación del suelo; (iii) Boro, entre los cultivos más sensibles a esta toxicidad se encuentran los cítricos que puede manifestarla con concentraciones inferiores a 0,5 mg/l; (iv) además en algunos casos muy concretos, algunos iones como sulfatos y bicarbonatos también pueden provocar daños tóxicos.
  • Nutrientes como nitrógeno, fósforo o potasio esenciales para el desarrollo vegetal, pueden estar presentes en altas concentraciones en las aguas depuradas, por lo que se puede aprovechar su valor fertilizante, disminuyendo la utilización de productos agroquímicos. Pero una carga excesiva de estos nutrientes puede provocar efectos nocivos para el suelo, las aguas subterráneas y las superficiales (riesgo de eutrofización).

Debido a esta gran cantidad de nutrientes que contienen las aguas depuradas, cuando estas son almacenadas en balsas, junto con unas condiciones climáticas adecuadas, provocan el crecimiento y desarrollo de algas que pueden provocar obturaciones de los emisores de los sistemas de riego localizado que afectan principalmente a la uniformidad de aplicación de agua de riego en parcela, lo cual conduce a variaciones en el crecimiento y reducciones en la productividad del cultivo.

Para finalizar indicar la gran importancia y responsabilidad de la Administración, los gestores de la Estaciones Depuradoras, y de los usuarios de la reutilización. Dado que un fallo en el control de la calidad del agua depurada puede afectar negativamente a todo el sector agrícola. Como ejemplo, recordar el brote de Escherichia Coli localizado en Alemania en mayo de 2011. Este brote en un principio se relacionó erróneamente con una partida de pepinos españoles, y ocasionó un importante efecto negativo sobre las exportaciones y los precios de todo tipo de cultivos españoles.

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