La necesidad de líderes extraordinarios para el siglo XXI:De la innovación a la inspiración

Hace unas semanas leía un artículo que realmente me gustó sobre ¿Qué clase de liderazgo necesitan las empresas en el escenario de la globalización, para el desarrollo sostenible y ante los retos socioeconómicos del siglo XXI? Tras su lectura la principal conclusión es, que para gestionar los importantes desafios y turbulencias, los líderes deben ser innovadores, tener inspiración y en definitiva ser extraordinarios.

Pero el pasado lunes estaba comprando unos libros y, de repente, uno de ellos me llamó la atención, su título: El líder inspirador, como motivan los líderes extraordinarios. Sus autores, Jack Zenger, Joe Folkman y Scott Edinger, han llegado a la conclusión que la inspiración es la más potente de todas las competencias de liderazgo puesto que es: la cualidad más valorada por los empleados y el factor más relacionado con el compromiso y la satisfacción de los empleados.

De camino a mi casa, y mientras esperaba un autobús, dos palabras daban vueltas en mi cabeza: innovación e inspiración. Son factores claves para esta nueva era de cambios e incertidumbres pero sin duda de oportunidades.

Pocos términos despiertan emociones tan positivas como la palabra innovación. Pero si hace unas décadas se planteaba que una de las características de la excelencia empresarial era la innovación, actualmente, innovar es una necesidad. se ha comenzado a hablar de una Nueva Era, la de la Innovación. Su gestión, supone aproximarse a la naturaleza humana de las organizaciones, que es sin duda dificil de potenciar.

 Para ello es necesario nuevos liderazgos, así de acuerdo a conocidos gurús como Warren Bennis, Philip Kotler o Tom Peters, el liderazgo no es una disciplina ajena a los procesos de innovación y transformación empresarial, sino que forma parte de éstos, siendo el elemento fundamental e indisoluble. La innovación exige cualidades directivas más complejas como utilizar el activo humano con mayor pericia y el uso de herramientas más sofisticadas. En definitiva la innovación exige un nuevo tipo de directivos que lideren las transformaciones de sus organizaciones para asegurar su éxito.

 Y es aquí donde parece que son los líderes inspiradores los que están mejor situados, pues son aquellos que se esfuerzan en fomentar la autoestima de su personal. Pues como afirmó Sam Walton «Si las personas creen en ellas mismas es asombroso lo que pueden llegar a conseguir». Los líderes inspiradores no sólo crean un ambiente en el que las personas se sienten libres de traer ideas nuevas, sino, aún mejor, un entorno en el que inyectar nuevos puntos de vista se fomenta. De esta forma se consigue un flujo continuo y regular de buenas ideas para nuevos productos, servicios, técnicas de marketing y maneras de gestionar mejor los negocios.

Sin embargo, ser un líder inspirador no es tarea fácil, requiere sin duda gran dosis de riesgo y confianza en su equipo de personas. A modo de ejemplo podemos recoger puntos fuertes de un líder inspirador para la innovación:

• Curiosidad/interés en el mundo.
• Esperanza/optimismo/inclinado hacia el futuro.
• Originalidad/inteligencia práctica.

En resumen, poder reunir liderazgo inspirador e innovación es el gran reto de las organizaciones, pero para ello es necesario que los líderes se desprendan de lo aprendido, y comiencen a prepararse para ser extraordinarios ante los desafíos del siglo XXI. Y en este sentido, es conveniente recordar que Napoleón Bonaparte afirmó: Un buen líder es un marchante de esperanza.

FELIZ AÑO 2010 a todos mis lectores.