Cuando una cuestión aparece y desaparece siempre se le asemeja con el rio Guadiana, que atraviesa la submeseta Castellano-Manchega, Extremadura y Andalucía hasta desembocar en el Atlántico. La metáfora, respecto de la RSC, viene como anillo al dedo, porque le viene a pasar lo mismo, cuando hay sequía económica desaparece y cuando hay cierta recuperación vuelve aparecer.

En estos últimos meses, asistimos a titulares en prensa donde políticos, empresas e instituciones no escatiman palabras sobre las ventajas de la RSC. Francamente las personas que llevamos más de 20 años haciendo una labor a favor de la RSC, como profesora y consultora, esta abundancia de noticias únicamente denotan la falta de conocimiento y rigor, además de un cierto oportunismo. Para intentar explicar las razones y clarificar algunas ideas, he recordado que cuando era estudiante me enseñaron la importancia de ser didáctica, y, por ello, voy a tratar serlo.

Aun siendo aparentemente sencillo, desgraciadamente en demasiadas ocasiones, sobre todo en tiempos de incertidumbre o crisis, a pesar de  haber asumido este compromiso,  no se aplica lo recogido en los Informes de RSC. Esto ha contribuido al escepticismo de muchos ciudadanos que no dudan de calificarla de marketing o moda.

Continuando con mi símil del Guadiana, la meseta castellano-manchega hace que este rio desaparezca y luego vuelva a surgir con apariciones emblemáticas como los famosos Ojos del Guadiana y en las Tablas de Daimiel, mostrando que sigue allí. La RSC también pasa desapercibida en muchas ocasiones y solo muestra escasas acciones sociales y medioambientales. Pero al igual que el Guadiana recupera su gran visibilidad en Mérida y Badajoz, y sobre todo cuando a través de Huelva llega al Océano Atlántico, existen empresas y organizaciones donde a través de sus actuaciones estratégicas la RSC está muy presente, y son referentes para todos.

Para finalizar, y volviendo a recordar al Guadiana, me gustaría recordar a Don Quijote de la Mancha. Nuestro Hidalgo  al contemplar Las Lagunas de Ruidera que durante mucho tiempo se ha tenido como nacimiento de este rio, afirmó “Cada uno es artífice de su propia ventura”, y parafraseándole yo diría cada organización y la sociedad somos artífices de su Responsabilidad.

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2 comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo con la profesora Vallejo. No existe una responsabilidad social de «quita y pon». La RSC es un concepto que debe calar en las estructuras de las empresas e instituciones. No es posible convertir algo tan importante en un artículo de lujo reservado para momentos económicos pujante.El compromiso ético, la sostenibilidad, la transparencia en los negocios no son ideas abstractas son elementos concretos que, como bien dice la profesora, deben estar insertados en el ADN de las instituciones, las empresas y lo que es más importante en el de las personas que forman parte activa de las mismas en todos los niveles.

  2. Muchas gracias Beatriz, por compartir mis reflexiones en relación a la RSC.

    Efectivamente la RSC debe formar parte de la estrategia empresarial a todos los niveles y toda la sociedad también es participe de actuar a favor de la RSC.

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