Estabilidad para la ciencia
El martes 17 de enero se celebró un Foro de Excelencia en la Universidad Autónoma de Madrid con el título «UAM-Empresa: Investigación, Innovación y Progreso sostenible para la sociedad del Siglo XXI».
Las recomendaciones del Foro con respecto a la situación actual de la I+D+i son sencillas. Por una parte, se debe alcanzar un Pacto de Estado sobre la Ciencia, de manera que los planes nacionales de I+D+i alcancen la estabilidad necesaria para que la investigación llegue a buen puerto; para que no se interrumpan líneas de investigación; para los investigadores Ramón y Cajal consigan consolidar sus puestos.
Es lo sensato. Mayor Zaragoza, antiguo director general de la Unesco, afirmó en el acto que la I+D+i debería ser intocable. Pero ahí están las manos de unos y otros quitando de aquí y de allá. Lo insensato sería que se llevara a cabo la propuesta ya difundida en este blog acerca de una casilla en la declaración de la renta para apoyar la ciencia. Esa propuesta no debe, a nuestro entender, tomarse en sentido literal, sino como una campaña de propaganda a favor de la ciencia que denuncia la gravísima situación en la que se encuentra. Y así lo han demostrado los comentarios críticos que han llegado a este blog. «La ciencia beneficia a todos», decía uno de esos comentarios. No es como una autopista de peaje, que es pagada por quien la usa, o como la buena conciencia, que se queda tranquila tras marcar una donación a Cáritas. La apuesta española por la ciencia no puede reducirse a que los ciudadanos suficientemente concienciados aporten una pequeña cuantía.
El Foro UAM-Empresa propuso que el Pacto por la Ciencia se elevara a categoría europea, de modo que toda la Unión trabajase como un solo hombre para mantener su posición en el mundo actual. Está claro que se trata de iniciativas completamente enfrentadas con las tendencias actuales en política europea. Quizá por ello sean valiosas.