El Consejo de la Juventud de España critica el Marco de Calidad para Prácticas… y puede que le haya costado la vida.

El Consejo de la UE ha aprobado recientemente un Marco de Calidad para Prácticas. Formalmente es un buen paso, pero la valoración del contenido no puede ser más rotunda.

Esto es agua de borrajas, e incluso de pocas borrajas olvidadas en muchos litros de agua. Lo que se está recomendando es, únicamente, que las estancias en prácticas se basen en un convenio escrito entre la institución de acogida y quien realiza las prácticas. Nada más. Claro que se reconoce el diagnóstico, porque hay puestos encubiertos, prácticas no remuneradas a las que solo pueden acceder los pudientes, prácticas con remuneración simbólica y por debajo del Salario Mínimo Interprofesional…

Pero no se propone ni establecer una remuneración mínima, ni unos requisitos en cuanto a cobertura sanitaria, ni nada por el estilo. No hay requisitos mínimos más allá del documento legal. De modo que unas prácticas no remuneradas, sin seguro de salud ni accidentes, con una dedicación semanal de 40 horas y una duración de, por ejemplo, seis meses, cumplirían con el Marco de Calidad con tan solo reflejar estas leoninas condiciones en dos juegos de papel firmados por todas las partes. Por lo menos, hasta que alguien consiga que un juez dictamine que estos pedazos de papel vulneran el derecho constitucional al trabajo.

Esto es lo que denuncia el Consejo de la Juventud de España. ¿Será casualidad que el Gobierno haya decidido suprimir este organismo?