La Comunidad Valenciana a la cabeza en la reutilización del agua.

Los datos de recogida y tratamiento de las aguas residuales durante el año 2004, publicados por el INE apuntan diferencias importantes a nivel de CCAA en las políticas relacionadas con el tratamiento de las aguas y su reciclado.

En los últimos días, diferentes medios de comunicación han recogido los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) acerca del suministro y tratamiento del agua. En la siguiente tabla se reproducen dichos datos referentes a la recogida y tratamiento de las aguas residuales del año 2004 para las principales Comunidades Autónomas implicadas en el Programa Agua (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua) del Ministerio de Medio Ambiente, para nuestra comunidad y el global estatal.

Tabla 1. Recogida y tratamiento de las aguas residuales en el año 2004

Fuente: Base de datos del INE 2007.    

Conforme a los datos de la Tabla 1, la Comunidad Valenciana es la CC.AA. que más agua recicla, 183.5 hm³ al año frente a los 393.4 hm³ al año que se recuperan en todo el territorio nacional, lo que supone un casi la mitad (46,6%) de todo el agua reutilizada en España. A una distancia considerable de la comunidad levantina, nuestra comunidad, Madrid, es la tercera del país (7,8%). Hay que felicitarse por estos datos, en especial de Comunidades como la valenciana con problemas claros de abastecimiento y recursos.

La Comunidad Valenciana utiliza estos datos para reprochar a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona y a su ministerio, que la solución dada por su cartera para resolver la escasez de agua ha sido el de incrementar su recirculación. Ahora, tras salir a la luz estas estadísticas y situar a la Comunidad Valenciana a la cabeza de España en recirculación de agua, 15 veces más que Cataluña, 54 que Castilla La Mancha y 368 veces por encima de Aragón. Estas regiones son acusadas de insolidarias con el Levante, ya que Aragón se ha marcado una reserva de 6550 hm³ para uso exclusivo de los aragoneses en la reforma de su Estatuto, y Castilla La Mancha en la misma actuación jurídica plantea poner fin a los trasvases Tajo-Segura en el 2015.

A pesar que las estadísticas del INE han fortalecido las demandas de agua de Valencia, visto el panorama político no hay ninguna intención gubernamental de modificar el Programa Agua actual. Las desaladoras en contraposición de los trasvases, la reutilización del agua contra el derroche, y las inversiones, que en los últimos años se han multiplicado por seis (157 millones de euros en el último año), son insuficientes para paliar la necesidad de agua de esta región.

Desde la cartera de Medio Ambiente se detallan los 300 millones de euros invertidos en la región: modernización de los sistemas de regadío de los cultivos, construcción de numerosas plantas desalinizadoras por el litoral, el trasvase Júcar-Vinalopó, detener desecación de acuíferos, y un largo etcétera.

Las subvenciones públicas del gobierno regional conducidas hacia los diferentes servicios y especialmente a los urbanos, permite que no se reflejen en el precio del agua los verdaderos costes generados en su desalación, trasvase o extracción de aguas subterráneas. Esto no ocurre con los costes de saneamiento y depuración del agua residual y la Comunidad Valenciana tiene los costes más altos de toda España. Ahora cabe esperar una reducción de estos costes con inversiones en tecnologías más eficaces.

La siguiente tabla recoge datos de costes de reutilización de agua incluidas en el informe del INE a cerca de la recogida y tratamiento de las aguas residuales del año 2004 para las principales Comunidades Autónomas. 

Tabla 2. Costes de reutilización de agua de aguas residuales para las principales Comunidades Autónomas en el año 2004

Fuente: Base de datos del INE 2007.    

El éxito de la Comunidad Valenciana en la reutilización y reciclaje de agua es un indicador positivo de la concienciación social de la población levantina acerca de la escasez de este recurso, pero solo eso, un indicador. Pero hay que destacar la importancia de una gestión que debería ser siempre responsable con los recursos con los que se cuenta y las necesidades crecientes que se crean con cierto grado de irresponsabilidad, en especial en la franja mediterránea.