¿El gen de la sostenibilidad? Un debate abierto.

Desde nuestro origen hasta el futuro

A mediados de los años 80 del pasado siglo XX, aparece el término desarrollo sostenible, que se aplica a aquel que busca un equilibrio entre el desarrollo económico, medioambiental y social. Y que fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987) fruto de los trabajos de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983.

Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades. Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: Nuestro Futuro Común.1987.

Dicha definición se asumiría en el Principio 3º de la Declaración de Rio (1992) y que el año 2002 se continúo apoyando a través de Rio+10 en Jonhannesburgo. En estos más de 20 años desde 1987 y en un nuevo siglo, la sostenibilidad está presente en multitud de foros, se han aportado nuevas definiciones, pero lo es más importante y que representa un denominador común, la necesidad de un compromiso por parte de los todos los agentes: Administraciones Públicas, empresas, Organizaciones No Gubernamentales y los ciudadanos para evitar que nuestras actividades afectan a la biodiversidad y en consecuencia al medio ambiente.

Ante la «presencia de la sostenibilidad a nuestro alrededor», me ha venido a la mente que sería muy interesante si haciendo uso de las leyes de la relatividad de Albert Eintein, pudiésemos, salvando el factor tiempo y espacio, reunir en una mesa redonda a grandes científicos como: Mendel, Darwin, Lamarck y Watson y Crick para preguntarles si ellos piensan que en el gran libro de la vida que es el Genoma Humano ¿Existe un gen a favor de la sostenibilidad? o ¿la necesidad de supervivencia nos lleva a tener un comportamiento sostenible?

Los cientificos mencionados fieles a sus hallazgos tendrían sus reflexiones y respuestas a las cuestiones anteriores:

  • Gregor Johan Mendel (1822-1884) fue un monje agustino y naturalista, que describió las llamadas Leyes de Mendel que rigen la herencia genética. Para Mendel la respuesta vendría dada por las propias leyes de la genética. Las Leyes de Mendel son un conjunto de reglas básicas sobre la transmisión de las características de los organismos de padres a sus hijos.Tal vez Mendel opinaría que si nuestros antepasados hubiesen tenido el gen de la sostenibilidad lo habrían transmitido a sus hijos de generación a generación. No cabe duda que tribus ancestrales y civilizaciones antiguas sabían de la importancia de vivir en armonía con el medio natural. Sin embargo, a lo largo de los siglos, el ser humano ha ido transformando el entorno para utilizar sus recursos, desequilibrando su biodiversidad y generando situaciones como el cambio climático, quizás porque el gen de sostenibilidad era recesivo, y a lo largo del tiempo se ha perdido la transcripción y traducción para producir las proteinas necesarias, y también afectaría a nuestro comportamiento sostenible. O ¿tal vez se ha producido una mutación hacía un gen insostenible?

  • Charles Robert Darwin (1809-1882) fue un naturalista inglés que postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. Y autor de El Origen de las Especies (1859) marcando una nueva era en el desarrollo de las ciencia. La selección natural fue propuesta para explicar la evolución biológica. Esta explicación parte de dos premisas: la primera de ellas afirma que entre los descendientes de un organismo hay una variación aleatoria, no determinista, que es en parte heredable. La segunda premisa sostiene que esta variabilidad puede dar lugar a diferencias de supervivencia y de éxito reproductor, haciendo que algunas características de nueva aparición se puedan extender en la población. La acumulación de estos cambios a lo largo de las generaciones produciría todos los fenómenos evolutivos. Entonces aquellos miembros con características mejor adaptadas sobrevivirán más probablemente.Quizá Darwin manifestaría que los seres humanos con características favorables para el cuidado del medio ambiente lograrán sobrevivir mediante un uso ecoeficiente de los recursos de la naturaleza lo que asegura su propia existencia.

  • Jean-Baptiste-Pierre-Antoine de Monet, Caballero de Lamarck (1744-1829) fue un naturalista francés, uno de los grandes nombres de la época de la sistematización de la Historia Natural. Para Lamarck, los organismos tienen la capacidad de responder a cambios en las condiciones ambientales y restablecer la armonía con su medio. Los cambios ambientales modifican sus necesidades, lo que, a su vez, determina en su conducta tendentes a satisfacer las nuevas necesidades o nuevos hábitos. Para Lamarck, de acuerdo a la herencia de los caracteres adquiridos, aunque no naciéramos con genes sostenibles, la adaptación al entorno para garantizar nuestra propia supervivencia, nos conduciría a tener que ir modificando nuestro comportamiento adquiriendo un fenotipo en pro de la sostenibilidad.

  • Por su parte, Francis Crick y James Dewey Watson reconocidos por ser los descubridores de la estructura de la molécula de ADN en 1953, lo que les valió el reconocimiento de la comunidad científica con la concesión del Premio Nobel de Medicina y Fisiología, que permitió visualizar la doble hélice. En relación al desarrollo sostenible, Crick y Watson tal vez nos comentarían que la visión de los efectos ocasionados por el cambio climático como el deshielo, la desforestación, perdidas de especies, etc. son tan graves e importantes que debemos actuar de inmediato, pues «Una imagen vale más que mil palabras».

Evidentemente, cada uno de los científicos tendría su propia opinión sobre la exsietncia de un gen de la sostenibilidad. Pero considero que todos coincidirían en la necesidad de actuar a favor del desarrollo sostenible. Y entre las actuaciones que recomendarían se podrían mencionar: la apuesta por energías renovables, el desarrollo de empleos verdes, la estrategia española de movilidad sostenible, las inversiones en industrias bajas en carbono, el comercio de los derechos de emisión de CO2, los estudios del cambio climático marino,  actuaciones en reciclaje,etc. También es fundamental un seguimiento mediante indicadores medioambientales.

Me gustaría finalizar con Rosalind Elsie Franklin que nació en Londres en 1920, y que obtuvo un titulo universitario en física, química y matemáticas, en el College Newnham. Fue ella quien contribuyó con una fotografia ya célebre, la foto 51, que permitió ver la doble hélice ADN. Esta científica, en el verano de 1940 escribió una carta a su padre, Ellis Franklin, donde recogía: The science and everday life cannot and should not be separated (…).

Comenzaba este post preguntándome si existe un gen para la sostenibilidad ante el enorme interés que muestran los diferentes Estados, Administraciones Públicas, Empresas, ONGs y ciudadanos por este tema. En mi opinión, hoy más que nunca, lo verdaderamente importante es tener presente que la fotografia de la sostenibilidad no es una foto fija sino que está en constante movimiento, es decir, es dinámica, recordando que todos debemos contribuir a que el desarrollo sostenible y los avances en ciencia e innovación caminen juntos.

Me gustaría indicar que las supuestas ideas que he imaginado para Mendel, Darwin, Lamarck, Crick y Watson, y el contenido de las mismas  es meramente ilustrativo y por su puesto no tiene una base científica.

 

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3 comentarios

  1. curiosa reflexión.

    me gusta la idea del gen de la sostenibilidad, tal vez codificado en una región del genoma relacionada con la subsistencia.

    desde mi escepticismo, lo que no tengo tan claro es que ese gen se esté manifestando. ¿la respuesta fenotípica es debida a la presencia del gen o se trata más bien de la aplicación de aplicaciones de retoque fotográfico? en las portadas de las revistas especializadas lucen igual de bien, pero en las distancias cortas pierden mucho…

    saludos

  2. Interesante ensayo. Solamente mediante una mejor interconexión y colaboración entre el mundo científico y las necesidades de la sociedad se podrá alcanzar eso que llamamos sostenibilidad

  3. Me ha encantado este artículo, Carmen, en el que dialogas con grandes figuras de la ciencia, seguro que tendrían mucho que decir al respecto. Muy creativo 🙂

    Leila

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