El biodiésel, ¿actor protagonista o secundario en la sostenibilidad?: Cuentos, leyendas y narraciones de este biocombustible

La semana pasada estaba consultando en mi ordenador un informe de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) sobre los biocombustibles, cuando un artículo dirigió mi atención El sector de biodiésel en situación crítica. Tras la lectura de esta información, reflexioné sobre el papel que hoy en día este biocombustible en la sostenibilidad, y sobre si tiene un papel de actor protagonista o de secundario. Ante estas cuestiones, recordé un bonito libro de hace décadas titulado Cuentos, leyendas y narraciones, que describe pequeñas historias con su moraleja.

No se muy bien por qué, pero de repente consideré que la variada situación del biodiésel en España se podría integrar bien dentro: de un cuento con final feliz, bien de una leyenda en la cual este biocombustible puede ser el actor principal o bien actor de reparto que no logra el éxito esperado. Finalmente también podemos establecer una narración de la situación actual en la que se encuentra este biocombustible y sus perspectivas futuras. Comenzaré desde estos puntos de vista:

1.- El cuento: Érase una vez, el biodiésel 

El biodiésel es un éster producido a partir de la reacción de aceites vegetales o grasas animales con un alcohol. En España y en el resto de la UE los aceites de primer uso más utilizados son la colza, la soja y el girasol, teniendo también un peso importante los aceites usados. En la actualidad, también se ha iniciado la producción a partir de algas, cardo y jatropha. El biodiésel inicia su mayor protagonismo junto con el bioetanol a través del Libro Blanco de la Unión Europea «La política Europea de transporte de cara al 2010: la hora de la verdad» donde se analizaba que una reducción de la dependencia del petróleo en el sector del transporte utilizando otros combustibles alternativos, además, suponía una buena medida para cumplir con los compromisos de Kyoto. Así la Directiva 2003/30/CE, relativa al fomento del uso de biocarburantes y otros combustibles renovables en el transporte por la que se recomendaba a los Estados Miembros la sustitución, de un 2% para 2005 y 5,75% para 2010, por este tipo de combustibles en el sector de transporte.

Durante estos años el biodiésel ha estado inmerso en una historia que se aproxima casi a un cuento con «final feliz». Así han aparecido compañeros y amigos como el Plan Nacional de Energías Renovables, donde se indica los beneficios de los biocombustibles. En octubre de 2008, aprobación de Orden ITC/2877/2008, por la que se establece un mecanismo de fomento de uso de biocarburantes y otros combustibles renovables con fines de transporte, continuaba en la misma senda. Pero en todo cuento también hay personajes que actúan de forma negativa, que podríamos denominar «ogros». Así en enero 2007 conocíamos la noticia: La importación de biodiésel subvencionado procedente de Estados Unidos ha pasado en sólo un año de ser prácticamente inexistente a superar en 2007 las 150.000 toneladas, copando el 50% del mercado español. Posteriormente, se indicaba que en 2008 las importaciones representaron el 71% de las ventas en España de biodiésel. Como en todos los cuentos siempre hay personajes que salen al rescate, con la aprobación del Reglamento (CE) Nº 599/2009 del Consejo de julio de 2009, por el que se establece un derecho antidumping definitivo sobre las importaciones de biodiésel originarias de los Estados Unidos de América.

Otras actuaciones favorables, son la Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, que con fines de transporte se prueba en esta norma el poder alcanzar, en el 2011, un objetivo global del 7% del contenido energético de las gasolinas y gasóleos comercializados para estos fines. Estas medidas, han permitido a los entusiastas del biodiésel confiar en el objetivo del 10% de energía de fuentes renovables para el transporte en 2020, logrando así un futuro con más o menos un final feliz. Además el bidiésel permite una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, es renovable, representa una contribución a la diversificación del consumo de energía primaria y a una menor dependencia energética de dichos carburantes fósiles, y supone efectos de arrastre positivos que podrían derivarse sobre las explotaciones agrarias y el medio rural.

2.- La Leyenda: El biodiésel de actor protagonista a secundario en sostenibilidad

El biodiésel en los últimos años ha pasado de ser un actor principal y con beneficios sostenibles a ser un actor secundario, que a veces se le ha acusado de ser perjudicial al medio ambiente. En esta línea, desde diferentes ONG´s como Greenpeace o Amigos de la Tierra. Se han lanzado campañas en contra de los biocombustibles -y por supuesto de biodiésel- pues se le atribuye una serie de cuestiones relacionadas con el mercado global de los alimentos (escasez de los mismos o el incremento de sus precios,…). Incluso importantes empresas de alimentación han lanzado mensajes poco favorables e incluso catastrofistas sobre los biocombustibles. Frente a estas ideas tan negativas, la sección de biocombustibles de la APPA ha informado las contradiciones en las que incurren muchos de estos artículos contrarios a los biocarburantes aparecidos en los últimos años. Así, APPA señala que la nueva normativa europea asegura que todos los biocarburantes deberán reducir al menos un 35% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al petróleo. Y que este sector liderará la sostenibilidad de su aprovisionamiento mediante la certificación que sus materias primas no contribuyen a la desforestación, la destrucción de zonas húmedas o la pérdida de biodiversidad. También supone una serie de beneficios sociales y económicos, entre los que destacan la reducción de la dependencia energética, el aumento de la diversificación de suministro, la mejora de la balanza comercial, el incremento del rendimiento de los vehículos y el impulso en favor del sector agrícola.

3.- La narración: De una situación crítica del sector biodiésel hacia nuevos retos.

Señalan los expertos que el sector de biodiésel en españa se encuentra actualemnte en una situación crítica. La mitad de las treinta y seis plantas abiertas en los últimos años están completamente paradas, tras haberse invertido más de 600 millones de euros y creado unos 1.000 empleos, mientars que la mayoría de las que siguen operando lo hacen muy por debajo de su capacidad. El ratio medio de producción/capacidad se situó en 2008 en el 9%, lo que resulta incompatible con la supervivencia del sector. La importación de biodiésel subvencionado y con dumping de Estados Unidos y otros países, que se hizo en 2008 con el 71% del mercado españo (51% en 2007), ha sido uno de los principales factores que ha provocado esta crisis.

Todo ello, mientras el consumo de biodiésel en automoción en España se doblo el año 2008 hasta situarse, según datos de CORES es más de 586.000 toneladas. Desde APPA se insiste, que es fundamental que se defina cuanto antes el horizonte de la obligación de biocarburantes hasta 2020, fijando para 2011 una obligación global que, teniendo en cuenta el aumento previsto de las capacidades instaladas, podría situarse perfectamente en el 10% del consumo de carburantes fósiles para el transporte. También en los próximos años el biodiésel podría estar muy presente en la aviación tema este sin duda de gran interés.

Ante las perspectivas futuras del biodiésel, me gustaría finalizar recordando una frase del director de cine Billy Wilder «Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas». En mi post he hablado de ser actor protagonista o secundario del biodiésel. Parafraseando a Wilder para que el biodiésel tenga buenos resultados, es clave que los recursos invertidos y legislación apoyen de forman clara y transparente al biodiésel, mostrando su contribución a la sostenibilidad, y de esta forma da igual que este sea el actor protagonista o de reparto, pues en ambos casos será clave si se desea apostar por los biocombustibles para el tranporte.

Espero sus comentarios. Gracias

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2 comentarios

  1. El mito de los biocombustibles tiene realidades desgraciadamente casi siempre negras. Si no es que se destruya naturaleza para implantar cultivos, es la ausencia de la necesaria implantación. Como en muchas cosas falta el equilibrio entre la clara necesidad de estos productos y la rapiña de los buscadores de ayudas y los depredadores.

  2. En tiempos de crisis es totalmente inviable. Quizas otros biocombustibles puedan ser rentables.

    Un estudio basico de un cultivo propicio en españa desvela lo siguiente:

    Tomando como referencia un precio muy bajo del Girasol, 0.18 €/Kg. Con estos precios el colectivo de cultivadores estan al limite de la huelga.

    3.3 Kg de semilla por Ltro de Biodiesel, desvela que la materia prima tiene un coste de 0.54 €, sin añadirle gastos de transformacion, impuestos, amortizacion de las instalaciones y otros gastos. El precio final supera los 0.80€ Litro sin impuestos.

    Totalmente Inviable

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