La empresa competitiva del siglo XXI: Un cóctel de innovación, diversidad y liderazgo sostenible

El arte de elaborar un buen cóctel no solo depnde de disponer de buenos licores, frutas, cremas, etc., sino sobre todo también contar con un experto barman, que sepa incorporar las cantidades necesarias para lograr que sea un cóctel suave o intenso dependiendo quien lo vaya a consumir. En el caso de una empresa para ser competitiva hoy y en el futuro debe saber combinar o gestionar correctamente, también una serie de factores o «ingredientes», entre los que son claves: la Innovación, la Diversidad, incorporando un Liderazgo sostenible.

Me parece interesante dedicar unas reflexiones sobre estos factores claves de la empresa competitiva del siglo XXI.

La Innovación: Se ha escrito tanto sobre ésta, y la integramos en nuestras conversaciones de forma tan frecuente, que a veces llegamos a olvidar el verdadero significado de la innovación. De acuerdo al Manual de Oslo, se han establecido diferentes clasificaciones de tipos de innovaciones:

• La Innovación de producto se corresponde con la introducción de un bien o servicio nuevo, o significativamente mejorado, en cuanto a sus características o en cuanto al uso que se destina. Esta definición incluye la mejora significativa de las características técnicas, de los componentes y los materiales, de la informatica integrada, de la facilidad de uso u otras características funcionales.
• La Innovación de proceso es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, proceso de producción o de distribución. Ello implica cambios significativos en las técnicas, los materiales y/o los programas informáticos.
• La Innovación de mercadotecnia es la aplicación de un nuevo método de comercialización que implique cambios significativos del diseño o envasado de un proceso, su posicionamiento, su promoción o su tarificación.
• La Innovación de organización es la introducción de un nuevo método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores de la empresa.

Desde hace años instituciones como COTEC viene realizando estudios sobre la Innovación Española y sus principales indicadores de la I+D+i. Asimismo, la Unión Europea ya elaboró un 1995 el Libro Verde de la Innovación, y este mismo año 2009 se celebra el Año Europeo de la Innovación y la Creatividad. Recientemente el pasado 1 de octubre desde el Ministerio de Ciencia e Innovación, en concreto el Secretario General de Innovación ha comentado: «queremos situar a España en el G-9 de la Innovación», señalando que entre los mercados detectados como innovadores se sitúan los referidos a:

– Economía verde: Energías renovables y cambio climático (aguas, residuos, …)

– Salud y Biotecnología

– Economía asistencial: abarca toda la industria asociada a sistencia a la dependencia: desarrollo de medicamentos (farmacia+química+genética), aplicaciones quirúrgicas y diagnósticos (biotecnología, láser, radiciones), asistencia (robótica+maquinaria+TIC)

– Industria de la Ciencia: comprende todos aquellos aprovisionamientos relacionados con las grandes infraestructuras (materiales, electrónica de potencia, construcción especializada), es decir, todo el grupo de empresas que desarrollan tecnología para instalaciones científicas y tecnológicas.

– i-Administración: el conjunto de proyectos y actividades encaminadas a la modernización y automatización administractiva.

Sin embargo, y a pesar de la importancia de la Innovación para la competitividad en los próximos años, las últimas noticias en relación a los presupuestos en I+D+i son cuando menos algo preocupantes.

Permítanme que para diga que para innovar hay que ser creativo, es decir ser capaz de generar muchas ideas. Pero la innovación sólo se producirá si alguna de las ideas creativas llega a buen puerto.

La Diversidad: es uno de los principales catalizadores de la innovación. Su elevado protagonismo ha hecho que, en los últimos años, esté presente en foros, debates, etc., destacando su importancia para las empresas, por el valor que aporta. Ello ha conducido a que hayan surgido voces que muestran cierto escepticismo ante este «inquilino» del mundo empresarial, por tantos beneficios que se le atribuyen. Por el contrario los entusiastas, afirman que nunca antes había sido tan evidentes la diversidad que conforma el escenario social y económico, tanto global como local. En el mismo sentido, a lo largo de los últimos años, la Comisión Europea viene realizando estudios sobre diversidad.

En esta línea, la Unión Europea ha publicado en 2009 un documento «La diversidad como oportunidad de negocio» donde plantea que las políticas de gestión de la diversidad pueden tener efectos positivos en el mundo de la empresa. Y es que la gestión de la diversidad está cada día más presente en las respuestas estratégicas del sector empresarial ante la creaciente heteregeneidad de la sociedad, los clientes, la estructura del mercado y los trabajadores.

Destacar que está a punto de ser publicada una Guía para las Pymes titulada «La diversidad en el puesto de trabajo». En ella se refleja que en la Europa hay alrededor de 23 millones de Pymes, que dan trabajo a aproximadamente 75 millones de personas. Con estas cifras en la mano, queda claro que es fundamental informar a las Pymes acerca de las ventajas de la calidad.

Liderazgo Sostenible: No escribo nada nuevo, si menciono que la situación a la que se enfrentan las empresas es de la globalización y también a nuevas actuaciones ante el cambio climático. En este sentido, actualemnete parece más que nunca necesario que los líderes empresariales contemplen entre su misión empresarial, que se debe avanzar mediante la innovación y la diversidad hacia el desarrollo sostenible.

 Este liderazgo sostenible, comprende que los directivos sean conscientes del valor del medio ambiente, asumiendo sus funciones como suminitrador de recursos, soporte de actividades y gestor final de los residuos. Incorporando de forma responsable, los costes y los beneficios ambientales en el sistema económico de producción y consumo. Cuando una empresa decide afrontar los costes ambientales, internalizarlos, expresarlos en una contabilidad ambiental y después publicarlo en un plan de comunicación, no cabe duda de que es una empresa que inicia decididamente un cambio de liderazgo hacia una estrategia de la sostenibilidad.

Aunque, muchas empresas han venido incorporando el factor ambiental porque la cadena de valor se lo exigía a través de sus clientes, y ellas a sus proveedores, a fin de garantizar su propio sistema de gestión basado en procedimientos normalizados, como la ISO 14001 o EMAS de la Unión Europea, el liderazgo sostenible implica que las innovaciones sean cad vez más ecoinnovaciones así como una apuesta decidida hacia la RSE donde el competente social debe contemplar la diversidad interna y externa a la empresa.

En resumen, comenzaba este post comentando sobre los cócteles afirmando que el barman debe conocer que apora cada ingrediente y por supuesto valorar las cantidades que debe añadir para que el cóctel sea el adecuado al cliente y sus nuevos gustos y exigencias.

Para finalizar me gustaría recordar que hace más de 200 años Benjamín Flanklin (1706, Boston – 1790, Filadelfia). Filósofo, político y científico estadounidense, afirmaba «No hay inversión más rentable que la del conocimiento». A lo que yo añadiría que para las empresas que quieran sobrevivir y ser referentes en el siglo XXI, la inversión más rentable y sostenible es apostar por la innovación, para ello será clave favorecer y reconocer la diversidad de los empleados/as, y comprender que sus stakeholders forman parte de un mundo cada vez más global y diverso. Para lo cual es imprecindible disponer de conocimiento.