Las personas científicas y el coronavirus: entre la primavera y la esperanza
La primavera siempre ha sido una estación de una renacer de la vida, bastaría con asomarse a los balcones, ventanas o llegar al campo para comprobar la belleza de la naturaleza, y como diría Einstein “La belleza no mira, sólo es mirada”. Sin embargo, huelga decir que actualmente estamos viviendo una pandemia debido al Coronavirus, y que muchas personas en las ciudades nos debemos contentar con mirar tras las ventanas los arboles de las calles o plantas que hay en las casas.
Pero en este mes de marzo tan atípico y preocupante por razones obvias del Coronavirus, también ha aparecido una “cierta primavera de la I+D+i” porque ha tenido que ocurrir esta crisis sanitaria global, para que desde las Administraciones Públicas, sean conscientes que son los científicos y científicas los que con su trabajo tantas veces apenas reconocido y con escasos fondos, son los que a través de sus investigaciones buscan soluciones a problemas sanitarios, agrarios, etc. Por eso, bienvenidos sean que el Instituto de Salud Carlos III recibirá 25,2 millones de euros y el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC obtendrá 4,5 millones para estudiar el nuevo coronavirus y trabajar en el desarrollo de vacunas. En total, la concesión de 29,65 millones de euros para la investigación científica frente al coronavirus SARS-CoV2.
Con esta medida, el Gobierno impulsa el desarrollo de los trabajos que ya están llevando a cabo los organismos públicos de investigación e infraestructuras críticas y apoya la apertura de nuevas líneas de investigación para hacer frente al SARS-CoV2.
El proyecto diseñado por el CNB tiene seis objetivos: generar herramientas básicas y modelos experimentales esenciales para el desarrollo de estrategias de protección; identificación y test de compuestos antivirales para el tratamiento del SARS-CoV2; desarrollo de anticuerpos específicos monoclonales para la protección frente a la infección; desarrollo de la próxima generación de candidatos de vacuna; caracterización molecular, estructural y funcional, y modelado computacional para entender la propagación del nuevo coronavirus.
El Centro Nacional de Biotecnología del CSIC es pionero mundial en un método de clonación de virus que permite manipularlos genéticamente para atenuar su virulencia y lograr una vacuna. El equipo liderado por los profesores Luis Enjuanes e Isabel Sola trabaja ya en un proyecto para estudiar los mecanismos de patogénesis del nuevo coronavirus. Este equipo del CNB también fue seleccionado en la reciente convocatoria urgente de la UE, para un proyecto que busca desarrollar anticuerpos monoclonales protectores frente al nuevo coronavirus.
Esta búsqueda de vacuna o medicamento que ahora está recibiendo nuestra atención y recursos, no debería ser algo puntual y aislado. Como muy bien sabes los científicos y científicas la investigación requiere tiempo, muchos análisis y comprobaciones y por supuesto necesita recursos económicos, para tener cierta seguridad que pueden aplicarse a la población.
Pero ante esta pandemia desde el Ministerio de Sanidad, se ha anunciado el 20 de marzo que varios hospitales españoles van a comenzar dos ensayos clínicos con pacientes para demostrar la efectividad del remdesivir, un fármaco desarrollado por la farmacéutica estadounidense Gilead para tratar el ébola que aún está en fase experimental. Tres hospitales —La Paz, en Madrid, el Clínico, en Barcelona, y Cruces, de Vizcaya— han comenzado ya a reclutar pacientes y se espera que se sumen otros cinco en los próximos días: el 12 de Octubre y el Ramón y Cajal, en Madrid; el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid); el Carlos Haya en Málaga y el Vall d’Hebron en Barcelona.
Estos ensayos van en paralelo de los que buscan vacunas viables y que lideran EE UU, China y Alemania y que en el mejor de los casos tardarán unos 18 meses en poder tener un candidato listo para su uso generalizado. En España, el Ministerio de Ciencia, ha informado que el reciente paquete de financiación urgente para investigar tratamientos y vacunas contra la Covid-19 incluye modificaciones en la Ley de la Ciencia para agilizar el proceso de concesión de las ayudas de investigación y que estas lleguen “lo antes posible”.
Para finalizar, haciendo mía la frase del poeta Pablo Neruda: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. Espero aunque se hayan cortado nuestras salidas para ver las flores, estoy segura que más pronto que tarde la ciencia permita dar los primeros frutos para frenar el coronavirus. MI APLAUSO A LAS PERSONAS INVESTIGADORAS POR SU LABOR FRENTE AL CORONAVIRUS!!
A través de cientos de miles de años, la humanidad ha logrado sobrevivir y esta lo será igualmente, vencida. Lo que no podremos evitar será el costo,no económico, que eso de alguna manera se resolverá, lo que no tiene ni tendrá solución será el costo de vidas sobre todo de las capas económicamente desfavorecidas las que pagarán con el número de defunciones. El volumen será el indicador de nuestro nivel de inteligencia humana, que espero que no sea tanto y que podamos modificar lo esencial del sistema que ha promovido estas situaciones tan graves.