Desigualdades sociales en salud en la Comunidad de Madrid (5): El crecimiento urbano e industrial (I): Madrid villa y corte

Por Javier Segura del Pozo

Médico salubrista

Continuamos hoy la serie sobre DSS en la Comunidad de Madrid. Como ya hemos visto en artículos anteriores, entre los factores que pueden explicar la actual segmentación social y territorial de la región, están el paisaje, la vegetación y el confort climático  y los usos del suelo (incluido la localización de industrias y vertidos). Estos usos han estado determinados por el modelo de crecimiento urbano que ha seguido la ciudad y sus alrededores en los últimos siglos, y que ha definido una jerarquía social del espacio de residencia y una prioridad a la hora de diseñar o ignorar los espacios públicos o comunes.  Hoy veremos como se va configurando la ciudad en el Madrid barroco (siglos XVI y XVII) alrededor de la monarquía y su corte, en un espacio urbano denso, constreñido e insalubre; socialmente muy jerarquizado y religioso; con un urbanísimo mas preocupado por las necesidades de Dios y del Rey, que por el bien común.

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Auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid. 1680. Francisco de Ricci (Museo del Prado)

 

Desigualdad social, espacios desiguales

Los espacios desiguales son fruto de la desigualdad social, la retroalimentan y generan desigualdades en la salud. Para entender el Madrid actual y los determinantes urbanísticos de sus desigualdades sociales, tenemos que conocer su historia: la herencia de la ciudad medieval; la influencia de albergar la corte a partir de Felipe II; la abundancia de monasterios, palacios de la nobleza y centros militares; el crecimiento caótico alrededor de los caminos de salida; los arrabales; la limitación del crecimiento por la muralla de Felipe IV; la liberación y «oxigenación» tras su derrumbe y el consecuente ensanche de la ciudad; los modelos de planificación urbana importados; los barrios donde se fueron alojando las clases bajas a medida que crecía la capital; las lógicas geográficas, demográficas y sociales del desarrollo industrial; las nuevas necesidades de abastecimiento, saneamiento e iluminación y los consecuentes problemas de salubridad. Así llegaremos hasta nuestro pasado mas reciente: la destrucción del Madrid del «no-pasarán» en la Guerra Civil y su reconstrucción y desarrollo caótico durante el franquismo (postguerra y desarrollismo), dejando una pesada herencia. La herencia de un urbanismo que profundizó la segmentación social previa y empobreció el espacio publico. La herencia, que los más de 30 años de democracia que llevamos, no solo no han sido capaces de neutralizar del todo, sino que,  tras la «liberalización» del suelo urbanizable en la Comunidad de Madrid a la entrada del siglo XXI (hito en la victoria de los intereses especuladores inmobiliarios sobre la cultura y la racionalidad de la planificación urbana democrática, cultivada durante los años 70 y 80 del siglo anterior), parecen haber reiniciado la misma senda hacia la desigualdad y el desinteres por el bien común.

Usaremos varias fuentes de información, pero en estos primeros capítulos dedicados al crecimiento urbano del Madrid preindustrial, nos basaremos especialmente en la muy recomendable obra “Aula Virtual de la ciudad de Madrid del Instituto de Tecnologías Educativa ( Ministerio de Educación y Ciencia),  de la que extractaremos párrafos y usaremos sus magnificos y pedagógicos mapas. Esta inmensa obra ha sido realizada por el Centro de Documentación y Estudios para la Historia de Madrid de la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de Virgilio Pinto Crespo. La autoria de los textos, planos e imágenes corresponde a Rafael Gili Ruiz y Fernando Velasco Medina. Mientras no indiquemos lo contrario, los párrafos en cursiva y entre comillas en este capitulo tienen esa fuente. Aprovecho para manifestar nuestro reconocimiento,  admiración y agradecimiento a sus autores. Recomendamos a nuestros lectores que exploren y se deleiten con la obra completa[1].

Madrid villa y corte

El Madrid medieval  tuvo su centro de gravedad en su fortaleza o alcázar, situado en los que hoy es el Palacio Real. Es decir, la ciudad se organizó alrededor de  uno de sus puntos estratégicamente más altos, con vistas sobre la atalaya oeste del río Manzanares. Al estar limitado su crecimiento por el oeste por esta atalaya y por el río, creció hacia el este en círculos concéntricos. La muralla y los limites de la ciudad se irían desplazando alrededor, siendo entonces su periferia zonas que hoy consideramos el centro y “cogollo” de la ciudad (Plaza Mayor y Puerta del Sol, que debe su nombre a que fue una de las puertas de entrada a la ciudad). Posteriormente, la ciudad se extendió al este “cuesta abajo” y sus límites llegaron hasta lo que hoy es el eje central de la ciudad: el Paseo de la Castellana. Por el norte, el límite se situará alrededor de lo que hoy es el eje formado por las calles de Alberto Aguilera-Sagasta-Genova.

La monarquía y su edifico de residencia (el alcázar o el palacio real) fueron siempre el núcleo, tanto  del poder como  del espacio urbano de la capital. Alrededor de ellos se organizó el desarrollo urbanístico de Madrid. No es posible comprender la actual geografía social, ni la composición de las clases sociales de nuestra región, sin entender este carácter de la ciudad como sede del conglomerado  político-económico-financiero-militar-religioso que gobernó y gobierna el Estado Español.  Madrid ha sido y es “villa y corte”. No puede entenderse la villa sin entender su carácter de corte, de capital política y administrativa de España.  Por ejemplo, lo veremos cuando estudiemos, en varios capítulos mas adelante, la composición de las clases sociales de la Comunidad de Madrid y el peso que tiene el sector servicios de la administración publica (el funcionariado) en el empleo femenino y en la configuración de una amplia clase media baja. Y viceversa, probablemente, las características de la villa (su situación en el centro de la meseta, su ausencia de costa, su clima continental, el origen de sus pobladores, etc.) también determinaron las características de la corte. Basta con imaginar la diferencia que hubiera supuesto el implantar la capital en una ciudad de las caracteristicas geograficas y sociales de Barcelona (!). El lugar determinó pues sus oportunidades y limitaciones.

 Nueva imagen

 Crecimiento de Madrid hasta 1600. (Con la imagen de la corona que hemos insertado en el mapa se quiere indicar la localización del primitivo Alcázar y del actual Palacio Real, alrededor del cual creció la ciudad en circulos concentricos). Fuente: “Aula Virtual de la ciudad de Madrid” . Instituto de Tecnologías Educativa. Ministerio de Educación y Ciencia. http://www.ite.educacion.es/w3/recursos/bachillerato/historia/madrid_virtual/index.htm

 

La decisión de Felipe II (1561)

“El acontecimiento que favoreció que la Villa de Madrid pasara de presentar unas características propias de una ciudad medieval, a convertirse en una ciudad preindustrial, fue sin ninguna duda la decisión de Felipe II de convertirla en 1561 en sede permanente de la Corte, y por tanto, Capital del Imperio de los Austrias (…) (Ello) implicaba la llegada de los aparatos centrales del Estado de los Austrias (…): un nutrido grupo de servidores de la Casa Real, los soldados de las guardias reales, el personal de los consejos, tribunales, y otros órganos de gobierno, los prelados y aristócratas, los embajadores extranjeros y un selecto grupo de banqueros y proveedores de la Corona. Este séquito de alrededor de 3.000 personas se amplió a 20.000 con la llegada a Madrid de sus familiares y criados, con lo que prácticamente en apenas unos meses se duplicó la población de la villa, y eso que muchos funcionarios tuvieron que ser instalados en la vecina ciudad de Alcalá de Henares. (…) Pocos años después, la Corte se había convertido en un centro de atracción para la población, los recursos y las rentas del interior peninsular. (…) La población de Madrid pasó en apenas 40 años de 12.700 a 90.000 habitantes. Lógicamente, todos estos «nuevos madrileños» debían ser alojados en una vivienda, por lo que la ciudad creció en espacio de una manera tan espectacular como lo había hecho la población[2]”.
 

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Este articulo forma parte de la serie sobre DSS en la Comunidad de Madrid constituida por las 16 entregas siguientes que he escrito hasta la fecha (te inserto “los link” a los 16 artículos ya publicados):

1. La línea de la pobreza

2. El paisaje y la vegetación

3.  El confort climático

4. La proximidad a cloacas y chimeneas

5. El crecimiento urbanístico e industrial (I): Madrid, villa y corte

6. El crecimiento urbanístico e industrial (II): Murallas, arrabales y conventos,

7. El crecimiento urbanístico e industrial (III): El ensanche y los extrarradios ,

8. El crecimiento urbanístico e industrial (IV): la pesada herencia del franquismo ,

9. El crecimiento urbanístico e industrial (V): la construcción de la democracia y el urbanismo del desencanto

10. El crecimiento urbanístico e industrial (VI): La precariedad del exceso

11.  La desigual distribución de la renta

12.  La inmigración

13. La estructura de clases sociales

14. El nivel educativo

15.  Un viaje en tren por las desigualdades en mortalidad

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[1] http://www.ite.educacion.es/w3/recursos/bachillerato/historia/madrid_virtual/index.htm

[2] “Aula Virtual de la ciudad de Madrid” Instituto de Tecnologías Educativa. Ministerio de Educación y Ciencia. http://www.ite.educacion.es/w3/recursos/bachillerato/historia/madrid_virtual/index.htm

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3 comentarios

  1. «…Leo en el blog salud pública y algo más, tres interesantes entradas sobre desigualdades sociales en salud en la Comunidad de Madrid, escritos por el médico salubrista, Javier Segura del Pozo . Me gusta la manera en que aborda el tema, a partir de aspectos muy concretos, empezando por el más reciente: el confort climático, paisaje y vegetación y la línea de la pobreza…»

  2. […] Todo esto afectó a la ciudad moderna con una expansión del casco urbano extramuros mediante arrabales siguiendo los ejes de los caminos. Para poder organizar la expansión se construyeron las nuevas “Plazas Mayores” de forma rectangular y remarcar así el papel del poder por falta de espacio de construcción en el interior medieval. Los edificios importantes se empezaron a construir fuera de las murallas y se marginó a la ciudad medieval. Los caminos que salían de la nueva expansión originados en las plazas mayores llevaban a conventos y fincas señoriales semi-rurales que acabaron organizando las futuras expansiones mediante un crecimiento desorganizado a su alrededor. Crecimiento de Madrid durante la dinastía de los Austrias (siglos XVI-XVII). La corona representa el Alcázar de la ciudad musulmana donde se construiría el actual Palacio Real. La antigua muralla medieval se circunscribía a la parte más oriental del sector color crema, siendo la parte occidental los arrabales. También podemos ver la Plaza Mayor en el centro de la ciudad desde donde se organizaba la red de caminos. El gran crecimiento de la ciudad se debió a su condición de capital. Fuente. […]

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