Desigualdades sociales en salud en la Comunidad de Madrid (8): El crecimiento urbano e industrial (IV): La pesada herencia del franquismo
Por Javier Segura del Pozo
Médico salubrista
Continuamos hoy la serie sobre DSS en la Comunidad de Madrid. Como ya hemos visto en artículos anteriores (Madrid villa y corte , Murallas, arrabales y conventos, El ensanche y los extrarradios ), la segmentación social y territorial de Madrid (incluido su patrón norte-sur o la estratificación social en centro histórico-ensanche-extrarradio) ya existía antes del franquismo. Sin embargo, el modelo de desarrollo urbanístico impuesto por el régimen franquista la intensificó. Después de la reconstrucción del Madrid devastado en los años 40, que beneficio claramente a los vencedores de la guerra civil, asistimos en los años 50 al fracaso de la iniciativa pública de vivienda del régimen para abordar el empuje migratorio del campo a la ciudad. El chabolismo y las infraviviendas, fueron sus consecuencias. A finales de los 50, se inicia una nueva etapa en que se deja el urbanismo en manos de los promotores privados, con la consecuente espiral especulativa y la profundización en la segmentación socio-territorial. Junto a algunas promociones para clases medias, destaca un nuevo ensanche de la ciudad hacia los extrarradios, basado en la construcción de viviendas para trabajadores. Sin embargo, este nuevo “Ensanche” carecía de la racionalidad urbanística y las exigencias de calidad del proyecto de Castro del siglo anterior. Junto a las chabolas, surgen nuevos “bosques” de bloques de viviendas en barrios socialmente homogéneos y aislados, con pobres infraestructura y equipamientos. Esta reiterada segmentación, explica en parte los actúales patrones territoriales de distribución de ciertos indicadores de salud, como la mortalidad.
San Blas, viviendas del INV 1958. Fuente: Dolores Fernandez Alta y cols. LA VIVIENDA EN MADRID 1939-1961 (http://www.ucm.es/info/hcontemp/madrid/vivienda.htm )
Años 40. La reconstrucción del Madrid devastado
En los años 40, asistimos a la reconstrucción de la ciudad devastada por la guerra civil. Esta labor se hace por iniciativa pública: Instituto Nacional de la Vivienda (INV), Junta de Reconstrucción, Obra Sindical del Hogar (OSH), etc.. Los beneficiarios de estas promociones son los vencedores de la contienda. Hay una clara diferenciación en las calidades de las viviendas según la clase social a las que se dirigen. Por ejemplo, junto con promociones para clases bajas, se hacen las llamadas viviendas bonificables que permiten la venta de viviendas a una clase de economía desahogada. Como dice D. Fernández Alta y cols (Universidad Complutense de Madrid: “La vivienda en Madrid 1939-1961”)[1]:
“Ello, permitió obtener buenas ganancias a promotores que se beneficiaban de subvenciones y préstamos a largo plazo. Son ejemplos de viviendas bonificables el barrio del Niño Jesús y Mirasierra para clase media alta y el Barrio de la Estrella y Concepción para clase media. (…) La industria, hasta entonces pequeña y dispersa (Tetuán, Delicias), se trató de agrupar en zonas especiales al sur y urbanizadas a tal fin. Así la Comisaría actuó en Canillejas y Vallecas, y Regiones Devastadas solucionó el abastecimiento de agua, en el polígono de Villaverde, donde el I.N.I. situó la industria pesada”.
Años 50: El empuje migratorio y el Gran Madrid
La inmigración del campo a la ciudad se acelera durante la década de los 50 sin que haya una oferta suficiente de viviendas para absorber esta población. La consecuencia será el chabolismo en las zonas limítrofes de la ciudad (alrededor de lo que hoy es la M-30) y el crecimiento exponencial de los municipios próximos, que transforman su original carácter agropecuario. Los 13 municipios más cercanos a los extrarradios (Carabanchel, Vallecas, Hortaleza, etc.) y sus más de 300.000 habitantes, acabarán siendo absorbidos por la ciudad como nuevos distritos entre 1948 y 1954, formando “El Gran Madrid”. En una segunda fase (años 60 y 70), los mas lejanos (Alcorcón, Leganés, Getafe, Coslada, etc.) acabarán constituyendo el cinturón metropolitano de ciudades-dormitorios.
Orcasitas, falta de infraestructuras y alcantarillado, 1950-70. Fuente: D. Fdez Alta y cols. LA VIVIENDA EN MADRID 1939-1961 (http://www.ucm.es/info/hcontemp/madrid/vivienda.htm)
“En los años 50 la ciudad vive el gran empuje migratorio. La idea del «Gran Madrid» empezó a tomar cuerpo en 1950 cuando se agregaron a la ciudad municipios como Aravaca, Barajas, Canillas, los Carabancheles, Hortaleza, Vallecas, Vicálvaro… Se consolidaba la segregación espacial de Madrid que ya venía de decenios anteriores. Entre 1956-1960 se acentuó claramente la división norte-sur de la ciudad que encontró proyección en el área metropolitana. A pesar de la ley del suelo de 1956, los precios del suelo se elevaron desorbitadamente, fruto de la especulación desatada, dejando en manos de la iniciativa privada el desarrollo urbano de Madrid. Con ello se formaron varios Madrid en función de la zona geográfica y la calidad de las viviendas. Viviendas de lujo en el norte. Otras de calidad constructora y urbanística aceptable para las clases medias, como el barrio de la Concepción, en el noreste” [1].
“Además, surgió una nueva periferia, en la confluyeron las barriadas estatales, las edificaciones privadas para las clases trabajadoras, las unidades de absorción, o las aglomeraciones de chabolas con importantísimas carencias infraestructurales. Fueron, entre otras, las zonas del Pozo del Tío Raimundo, Palomeras, la Alegría o la Celsa. Los enormes déficits de estas barriadas obreras sentaron las bases del posterior auge de las asociaciones de vecinos y su marcado carácter reivindicativo creció de manera significativa en los años finales de la dictadura franquista y en los inicios de la transición democrática, dando lugar a una fuerte movilización social en las que se demandaban mejoras en la calida de vida y en las condiciones de habitabilidad de los barrios” [1].
Hubo que esperar al final del régimen franquista para que estas demandas ciudadanas encontraran respuesta en una nueva racionalidad planificadora que los primeros ayuntamientos democráticos y la recién nacida Comunidad de Madrid pusieron en marcha en los años ochenta. La idea era resolver, en lo posible, el desastre causado anteriormente.
Evolución de la población de Madrid 1900-2006. Como puede apreciarse el gran crecimiento se da en la décadas de los 50 y los 60, cuando se duplica su población (de 1,5 millones en 1950 a 3 millones en 1970). Durante los 70 y los 80 el crecimiento se desplaza al área metropolitana. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Madrid
Poblados de Absorción y Poblados Dirigidos
Una de las herencias de esta era franquista fueron dos iniciativas de vivienda protegida para solucionar el problema del chabolismo. Una eran los llamados poblados de absorción, para el alojamiento de la población chabolista, la destrucción de estas infraviviendas y la ordenación de la zona. Otros eran los poblados dirigidos, cuyo fin era acoger a los recién llegados y evitar que edificasen nuevas chabolas, canalizándolos hacia los terrenos liberados por los poblados de absorción[2].
En Madrid estos poblados son promocionados a través del INV y de la Comisaría general de ordenación urbana de Madrid (COUMA), que compró y preparó el suelo para cedérselos a las empresas privadas, sociedades inmobiliarias o a la Obra Sindical del Hogar, que a su vez construyeron las viviendas. La incorporación de un grupo de jóvenes arquitectos (Sáenz de Oiza, Romany, Cubillo, etc.) con ideas modernas permitió encontrar en algunos casos soluciones urbanísticas valiosas al complejo desafío político-social. Éste tenia su origen en la necesidad de la clase dominante del franquismo de alojar a las familias de su deseada mano de obra barata. Estas familias, que llegaban en oleadas crecientes del medio rural socio-economicamente devastado, tenian una minima capacidad adquisitiva, por lo que debian ser alojadas en viviendas pequeñas y baratas, construidas con escasez de materiales en los suburbios de la ciudad (donde el suelo era barato y fácil objeto de operaciones especulativas de recalificación que daban lugar a pingües plusvalias) y con una minima o nula inversión para equipamientos. Todo ello en un contexto de falta de libertades políticas y ausencia total de participación ciudadana, que imposibilitaba la contestacion social y facilitaba el enriquecimiento de los poderosos a costa del empobrecimiento de la vida cotidiana de los más debiles.
A finales de los 50 se construyen ocho poblados de absorción situados dos al norte (Fuencarral), uno al noroeste (Canillas), dos al suroeste (Carabanchel: Caño Roto y Pan Bendito ) y tres al sur (Zofio, San Fermín y Villaverde). En un segundo programa se construyeron los barrios de Manoteras, La Elipa, Vallecas, Entrevías, dos en San Blas, la segunda fase de San Fermín, Juan Tornero y General Ricardos. En la misma época se levantan siete poblados dirigidos en Orcasitas, Canillas, Caño Roto, Entrevias, Manoteras, Fuencarral y Almendrales. Los tres primeros se edifican mediante autoconstrucción.[3]
La Elipa 1950-60. Fuente: D. Fdez Alta y cols. LA VIVIENDA EN MADRID 1939-1961 (http://www.ucm.es/info/hcontemp/madrid/vivienda.htm)
Así pues, la mayoría de estos barrios, condenados a ser guettos socialmente muy homogéneos, se sitúan de nuevo preferentemente en la mitad sur de Madrid, próximos a los polígonos industriales (Villaverde, Vallecas) y concentración de talleres donde trabajan la mayoría de sus moradores. Cuando veamos la distribución de la mortalidad por secciones censales entre 1996 y 2003 (ver “Atlas de mortalidad y desigualdades socio-económicas en la Comunidad de Madrid”), comprobaremos como las zonas con sobremortalidad por problemas de salud con claro gradiente social (ejemplo, mortalidad por SIDA) coinciden con estas zonas del primitivo extrarradio de Madrid, además de ciertos barrios del distrito Centro. Esta situación heredada de desigualdad social con impacto sobre la salud se arrastrará varias décadas después (¡más de medio siglo despues!) y explica porqué el mapa de los actuales 16 planes municipales de barrio 2009-2012, que buscan “el reequilibrio territorial y la cohesión social”, coinciden bastante con estas zonas.[4]
Atlas de mortalidad por SIDA en hombres por secciones censales, 1996-2003. Comunidad de Madrid (izquierda) y Madrid ciudad (recuadro de la derecha). Proyecto MEDEA. Las secciones con mayor mortalidad (en rojo) se sitúan dentro de la capital, en los distritos de Vallecas, Villaverde, Usera, Carabanchel, Centro, Fuencarral y San Blas. La menor mortalidad (verde) se encuentra en los municipios del norte y oeste de la Comunidad de Madrid. Fuente: Atlas de mortalidad y desigualdades socio-económicas de la Comunidad de Madrid. Portal Salud Madrid de la Consejeria de Sanidad.
Mapa de las 16 zonas de Madrid afectadas por los planes municipales de barrio 2009-2011. Fuente: Área de Gobierno de Economía y Empleo. Ayuntamiento de Madrid
Años 60: El gran negocio especulativo
Como ya hemos mencionado anteriormente, a finales de los 50, el estado franquista trató de resolver el problema del déficit de la vivienda en Madrid mediante el concurso de la iniciativa privada. Es decir, dejando el desarrollo urbanístico en manos de los promotores privados. A finales de los 50, estos promotores privados (estrechamente ligados a los políticos del régimen) se enriquecieron con las subvenciones publicas para alojar, mediante viviendas protegidas, a las masas rurales que llegaban a la ciudad con una capacidad adquisitiva minima. Sin embargo, en los años 60, el desarrollo económico permitió hacer promociones de viviendas para la clase obrera con una incipiente capacidad de consumo, cuya marca de triunfo social era poder comprar el coche utilitario (SEAT 600) y el piso propio tipico de 40-50 m2 con dos o tres dormitorios, «salón», cocina y baño independientes, terraza… y toldo verde. Ello propició la generación de importantes plusvalías para los promotores (Urbis, Banus, etc.) y un urbanismo salvaje, cuyo ejemplo paradigmático puede ser el barrio del Pilar (iniciativa de José Banus), que hizo posible que este barrio de Madrid (situado al norte, dentro del distrito de Fuencarral) acabara teniendo el triste record de la mayor densidad poblacional de Europa.
…”se dio lugar a una espiral especulativa en la que la recalificación del suelo y la construcción masiva de viviendas no fue acompañada de las imprescindibles garantías respecto de las calidades y la dotación de las imprescindibles infraestructuras de los nuevos barrios que proliferaron en la ciudad. Esto supuso la aparición de zonas marginales en la periferia de Madrid escasamente dotadas de servicios, cuando los tenían, mal comunicadas y, en muchos casos, sin ningún tipo de urbanización. Este urbanismo salvaje derivó en una escandalosa especulación del suelo que enriqueció a unos pocos afectos al régimen” [1].
“Podemos decir, que entre los decenios de los años cuarenta y sesenta se produjo un progresivo aumento en el proceso de segregación del territorio, que se proyectaría a lo largo de los años setenta, agravando el desigual comportamiento económico y demográfico de la región metropolitana madrileña, cuyos efectos todavía pueden ser percibidos a pesar de las profundas transformaciones que desde el punto de vista de la ordenación del territorio ha supuesto el restablecimiento de la democracia, con la constitución de los ayuntamientos democráticos, y la creación de la Comunidad Autónoma de Madrid” [1].
Arriba: Barrio del Pilar.
Fuente: http://www.pte-jgre.com/GaleriaFotosLaUnion/subalbum_13_thumbs.html
Abajo: Foto de José Banus (segundo a la derecha) en una fiesta en Puerto Banus (Marbella) Fuente: Michael Reckling. Magicmarbella.com. Para verla mas grande pinchar en http://www.magicmarbella.com/gallery/famosos/html/11-72.htm
Ni los poblados de absorción, ni los poblados dirigidos erradicaron el problema del chabolismo y la infravivienda, que estuvo presente durante el resto del periodo franquista y ha permanecido hasta la actualidad. En los años 60 la administración volvió a la carga con las Unidades Vecinales de Absorción (UVA), que no tuvieron en cuenta las enseñanzas de los poblados dirigidos. Estas UVA`s se construyeron, teóricamente de forma provisional, en (de nuevo) Fuencarral, Hortaleza, Canillejas, Vallecas, Villaverde y Pan Bendito, sumando 4.780 viviendas.[5]
Años 70 y 80: El área metropolitana y «los realojos»
En 1974 seguía habiendo sin embargo un censo de 45.000 chabolas y un número importante de infraviviendas y viviendas de muy baja calidad. La especulación urbanística y el urbanismo salvaje de los años 60 continuaron durante la década de los 70, cebándose ahora en los municipios del área metropolitana, que se configuran como ciudades dormitorio. En 1973 empieza a construirse la carretera de circunvalación M-30. Debido a la conciencia de que la panificación urbanística de Madrid y el freno a este urbanismo destructivo no podia ser posible sin incluir las actuaciones en este cinturón metropolitano, la COUMA se transforma en la Comisión de Planeamiento y Coordinación (COPLACO), donde empiezan a destacar los estudios y las obras de arquitectos, urbanistas y sociólogos, comprometidos con la democracia y la justicia social, como el equipo alrededor de Eduardo Mangada, que luego tendría un papel fundamental en el urbanismo y la ordenación territorial de la Comunidad de Madrid de los años 80.
A principios de los 80, el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) abordaría un ambicioso plan de realojamiento de las poblaciones chabolistas y eliminación de las UVA´s, cuyos resultados todavía están en debate. Cambiar viviendas bajas por viviendas en altura de mayor calidad no eliminaba el problema social de fondo, aunque era un avance. Junto con notables éxitos, como fueron la construcción de nuevos barrios con dignos equipamientos, a partir de núcleos de infraviviendas sin urbanización, como fueros los casos en El Pozo del Tío Raimundo, Palomeras, Orcasitas, San Fermín, San Pascual [5], o experiencias muy bien ilustradas como fueron la del realojo de Plata y Castañar [6] a partir de la UVA de Villaverde, tenemos casos de zonas donde se concentraron los realojados de otras UVA’s y donde el fracaso escolar, el desempleo, la drogadicción, la delincuencia y la sobremortalidad, fueron algunas de las consecuencias de esta formación de guetos sociales. En este sentido os recomiendo que veáis la película de Santiago Zannou “El truco del Manco” (aunque esta grabada en Barcelona-L´Hospitalet de Llobregat, San Adria de Besos y Viladecans-, refleja el fruto de la misma herencia y narra la misma dificil realidad social y humana de estos barrios de Madrid) [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=nYulblh-gks[/youtube] y leáis el interesante articulo de Maria Martín, aparecido hoy en El País sobre el barrio de Pan Bendito (Carabanchel) “Los siete pecados capitales de Pan Bendito”
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Este articulo forma parte de la serie sobre DSS en la Comunidad de Madrid constituida por las 16 entregas siguientes que he escrito hasta la fecha (te inserto “los link” a los 16 artículos ya publicados):
4. La proximidad a cloacas y chimeneas
5. El crecimiento urbanístico e industrial (I): Madrid, villa y corte
6. El crecimiento urbanístico e industrial (II): Murallas, arrabales y conventos,
7. El crecimiento urbanístico e industrial (III): El ensanche y los extrarradios ,
8. El crecimiento urbanístico e industrial (IV): la pesada herencia del franquismo ,
9. El crecimiento urbanístico e industrial (V): la construcción de la democracia y el urbanismo del desencanto
10. El crecimiento urbanístico e industrial (VI): La precariedad del exceso
11. La desigual distribución de la renta
12. La inmigración
13. La estructura de clases sociales
15. Un viaje en tren por las desigualdades en mortalidad
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[1] Dolores Fernandez Alta y cols. LA VIVIENDA EN MADRID 1939-1961
[2] Celine Vaz. “Una década de planes: planificación y programación en los años cincuenta”. En: Carlos Sambricio (editor). “La vivienda protegida. Historia de una necesidad”. Ministerio de la Vivienda. AVS Promotores públicos. 2009
[3] Ana María Esteban Maluenda La vivienda social española en la década de los 50: Un paseo por los poblados dirigidos de Madrid. Cuaderno de Notas 7.
[4] Miguels. Planes de barrio 2009-2012. Espormadrid.
[5] Pedro Montoliu Camps. “Madrid Villa y Corte, historia de una ciudad”. Silex. 1996
[…] rural (Ver en este blog: DSS en la CM (8): El crecimiento urbanístico e industrial (IV): la pesada herencia del franquismo ). Barrio de típicos edificios de fachada de ladrillo rojo visto y pequeñas terrazas […]
Se trata de una petión.
Tengo un amigo que vivía en la siguiente dirección, en los años 60 la direción era » Poblado Dirigido bloque 27 Mirasierra -Fuencarral Madrid, a esta dirección e mandado un carta pero me la devuelven alegando que esta direccion es desconocida. Agradecería que me informen cual es el nombre de
actual de esta dirección.
El nombre de mi amigo es Manuel Lopez Serrano, fuimos amigos en Alemania en los años 60. Les quedare muy agradecido si me pueden ayudar.
Atentamente Sigfrido Marzo
Se trata de una petición.
Tengo un amigo que vivía en la siguiente dirección, en los años 60 la direción era ” Poblado Dirigido bloque 27 Mirasierra -Fuencarral Madrid, a esta dirección e mandado un carta pero me la devuelven alegando que esta direccion es desconocida. Agradecería que me informen cual es el nombre dela actual de esta dirección, o donde puedo informarme, pues yo vivo en la provincia de Barcelona y me resulta bastante dificil
El nombre de mi amigo es Manuel Lopez Serrano, fuimos amigos en Alemania en los años 60. Les quedare muy agradecido si me pueden ayudar.
Atentamente Sigfrido Marzo
[…] El crecimiento urbanístico e industrial (IV): la pesada herencia del franquismo , […]
[…] de muchos políticos recalificadores y constructores del régimen, como José Banus (ver “La pesada herencia del franquismo”. Blog “Salud Pública y algo más”, marzo […]
[…] de muchos políticos recalificadores y constructores del régimen, como José Banus (ver “La pesada herencia del franquismo”. Blog “Salud Pública y algo más”, marzo […]