Reflexiones sobre el E3
Ausencia de novedades en la última edición del E3. Detrás de esta falta iniciativa por parte de las grandes compañías (Microsoft, Sony, Nintendo) se esconde un mercado maduro que necesita una renovación de plataformas para generar un nuevo mercado.
Durante los días 5 a 7 de junio se ha celebrado en el Centro de Convenciones de Los Ángeles la E3 (Electronic Entertaiment Expo), una de las citas más importantes a nivel mundial sobre el mundo del videojuego y el ocio electrónico. Numerosos desarrolladores de software estuvieron presentes, así como los tres grandes fabricantes de consolas: Microsoft, Sony y Nintendo.
Los medios especializados del sector han estado de acuerdo en calificar esta edición de la E3 como una de las peores de los últimos años, caracterizada por la escasez de novedades por parte de las grandes compañías, sólo solventada por las aportaciones de las third parties. Sin embargo, tras esta falta de iniciativa de las compañías, se esconde un mercado maduro que empieza a agotarse y necesita una renovación.
De acuerdo con los datos recopilados en el Informe de la Industria de Contenidos Digitales de 2011, elaborado por AMETIC, el mercado de los videojuegos se encuentra en una situación de estancamiento. Si desagregamos las cifras, se observa que el mercado más “tradicional” (venta de videojuegos y consolas) va perdiendo peso, y ganan fuerza los nuevos modelos de negocio como los juegos online o los juegos para dispositivos móviles. Esta situación de estancamiento e incluso declive del modelo tradicional se reproduce en el resto del mercado mundial.
La nueva generación de consolas permitirá no sólo una mayor capacidad para los juegos tradicionales (mayor resolución, soportes con mayor capacidad), sino que se abren nuevas posibilidades en la propia forma de jugar. Nintendo ya presentó algunos juegos para la que será su próxima consola, Wii U. Sony ha puesto a la venta este año su PS Vita, dispositivo portátil que entra en competencia con la Nintendo 3DS. Este tipo de dispositivos suponen un reto no sólo para las third parties, que deben tener en cuenta las posibilidades de cada plataforma a la hora de crear sus productos. Pero también es un reto para los propios fabricantes, puesto que es frecuente que la tecnología eclipse al contenido y surjan videojuegos sin mayor intención que la de poder utilizar las características exclusivas de las respectivas plataformas.
El actual contexto de crisis no es favorable para la comercialización de nuevos dispositivos y contenidos que supondrían unos precios demasiado altos para los consumidores. Ni Microsoft ni Sony han anunciado la que se espera serán sus consolas de sobremesa de nueva generación: Xbox 720 y PlayStation 4. Será necesario que transcurran un par de años para que se renueve el catálogo de hardware que, presumiblemente, suponga una renovación del mercado del videojuego y se produzca un nuevo crecimiento en el sector, como ya ocurrió con la primera PlayStation.