Licencias Creative Commons

Hace tiempo que se comenta entre los profesionales del cine (y los datos dan fe de ello) la paulatina disminución de espectadores en las salas, lo que parece dar la razón a quienes afirman que el modelo cinematográfico tiene que reformularse si quiere convivir con las nuevas tecnologías para acabar integrándose con el mundo digital.

En esta línea, hay que mencionar la renovación de las formas de producción y distribución gracias, entre otras, a las licencias Creative Commons, con las que el autor y la audiencia cobran gran protagonismo al reducirse los intermediarios.

Cada vez son más los creadores que apuestan por estas licencias (más flexibles que el Copyright), pues otorgan al propio autor la decisión de determinar qué usos dar a su obra, fomentando así su difusión y facilitando el acceso al usuario.

En general, las licencias Creative Commons (abreviado CC) amplían el campo de contenidos disponibles para su acceso y utilización por lo que la creatividad, la innovación y la difusión de contenidos,  a través de todos los medios posibles, es algo de lo que se beneficia la sociedad y el público en particular.

No todo son críticas favorables pues hay quienes asocian el término licencia libre al de gratuidad, lo cual no es del todo cierto ya que es posible explotar comercialmente una película bajo este tipo de licencias, permitiendo así al autor obtener ingresos por su obra.

A favor o en contra, hay que tener presente que las licencias CC son, sin duda, un buen modo de otorgar visibilidad a obras y a autores que, de otra manera, tal vez nunca accederían al circuito comercial.