¿Tiene fecha de caducidad el trasvase Tajo-Segura?

Próximamente se va a tramitar en el Congreso de los Diputados el proyecto de nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla la Mancha que incluye en su redacción actual una referencia explícita a la derogación del trasvase Tajo-Segura a partir de 2015.

 

[Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA)

Universidad Rey Juan Carlos]

 

Muchas zonas del litoral mediterráneo español, por su suelo fértil, temperaturas templadas y ausencia de heladas, han sido desde antiguo un terreno propicio para la agricultura. Sin embargo, la región sudeste ha tenido desde siempre una condición muy desfavorable: la escasez crónica de agua. Durante la II República, siendo Ministro de Obras Públicas el socialista Indalecio Prieto, el ingeniero Manuel Lorenzo Pardo planteó la solución definitiva a la escasez de recursos hídricos mediante el trasvase de aguas desde la cabecera del río Tajo dentro del “Plan Nacional de Obras Hidráulicas”. Se trataba de una alternativa al trasvase desde la desembocadura del Ebro, pero no llegó a ponerse en práctica.

Treinta años después, se retomó la idea dentro del marco de los proyectos de desarrollo económico del franquismo de la década de los 60 y en 1966 comenzaron las obras que se dieron por concluidas en 1979. El trasvase tiene su comienzo en los embalses de Entrepeñas y Buendía, con una capacidad conjunta de 2.443 hectómetros cúbicos. La presa de Entrepeñas sobre el Tajo se terminó en 1956 y la de Buendía, sobre el Guadiela, lo hizo en 1957. Aguas abajo de ambos embalses, en la confluencia de los dos ríos, se construyó la presa de Bolarque desde donde se impulsa el agua hacia el gran depósito de La Bujeda construido en las alturas de la sierra de Altomira, más de doscientos metros por encima de Bolarque.

 

Conducciones de elevación del agua desde la presa de Bolarque a las alturas de la Sierra de Altomira (Fuente: CEDEX/Ministerio de Fomento)

 

Desde La Bujeda, el agua del trasvase desciende por gravedad a través de canales, acueductos y túneles hasta la cola del embalse de Alarcón donde se une a los aportes que proceden del río Júcar. Desde Alarcón la conducción se dirige a la entrada del túnel de Talave que constituye la pieza maestra del trasvase pues salva la divisoria Júcar-Segura atravesando, mediante un túnel de 32 Km de longitud, la sierra de Hellín. Desde la salida del túnel la conducción en rápido descenso se dirige al embalse de Talave en el río Mundo, afluente del Segura.

 

Acueducto del trasvase Tajo-Segura (Fuente: CEDEX/Ministerio de Fomento)

 

En 1971 se dictó la Ley sobre el Aprovechamiento Conjunto Tajo-Segura que preveía la transferencia de hasta 600 hm3/año de caudales excedentes del Tajo a la cuenca del Segura. Estimando unas pérdidas de unos 90 hm3/año, se esperaba que la disponibilidad neta para la cuenca del Segura sería de 510 hm3/año. Incluso se especuló con la posibilidad de aportes venideros de hasta 1000 hm3/año. Sin embargo, estas expectativas han estado muy lejos de verse satisfechas.

 

Recorrido del trasvase Tajo-Segura  y caudal anual (Fuente: Wikipedia)

 

El trasvase está gestionado por el Gobierno central que es el que tiene competencias en las cuencas hidrográficas de los diferentes ríos. La Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura es la encargada de decidir la cantidad trasvasable excepto si los embalses de partida poseen menos de 557 hm3 a día 1 de julio, en cuyo caso la gestión pasa directamente al Consejo de Ministros. Si en los embalses de cabecera del Tajo hay menos de 240 hm³, no se puede trasvasar agua bajo ningún concepto.

Los intereses económicos y sociales que se entrecruzan en la explotación del trasvase son múltiples, empezando por los propios regantes tradicionales del río Segura, ya que las infraestructuras del postrasvase que reparte el agua a los beneficiarios últimos no comienza en el embalse de Talave, sino muchos kilómetros aguas abajo, en el azud de Ojós que para muchos es la tumba del Segura y de miles de hectáreas de huertas tradicionales de Murcia y Alicante que toman de él sus aguas para regar. ¿Por qué? Pues porque el agua que se deja correr en Ojós es un beneficio para el ecosistema del río y los regantes tradicionales; pero claro, ni el río ni los regantes tradicionales pagan por lo que siempre les ha pertenecido. Sin embargo si ese agua se deriva en Ojós a nuevos regadíos, campos de golf o urbanizaciones del litoral; entonces el agua se paga y muy cara.

La propuesta de derogación del trasvase Tajo-Segura para 2015, que el proyecto de nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla la Mancha contempla, al igual que la derogación del Plan Hidrológico Nacional (erróneamente considerado solo el trasvase del Ebro) por parte del gobierno socialista surgido tras las elecciones del 14 de marzo de 2004, pone sobre la mesa una serie de cuestiones de importancia capital:

·              ¿De quién es el agua? Se supone que, como el aire, es “de todos”; pero …

·              ¿Deben las autoridades locales o autonómicas ser las responsables de las políticas y decisiones en materia hidrológica o como hasta ahora debería ser competencia exclusiva del Estado o incluso de entidades supraestatales?

·              ¿Es una cuestión de precio? Se suele decir que si los donantes de agua recibieran una contrapartida económica por parte de los receptores se solucionarían muchos problemas. Pero, en tal caso, ¿quiénes son los donantes? ¿los particulares, los municipios, las provincias, las comunidades autónomas, los políticos que las gestionan? ¿deberían cobrar quienes viven en la costa ya que gracias a la evaporación del mar se forman las nubes de la lluvia?

·              Detrás de muchas decisiones y comportamientos ¿no está la demagogia que siempre funciona de “esos de fuera vienen a llevarse lo que es nuestro”?

En cualquier caso, y sea cual sea su futuro, el trasvase Tajo-Segura es una gran obra de la ingeniería pública española cuyos diferentes tramos merece la pena visitar y conocer.

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