Incertidumbres en la monetización de los contenidos audiovisuales (II)
En la actual situación del sector audiovisual, la prospectiva de monetización de los contenidos digitales genera muchas incógnitas en todos los agentes implicados en esta cuestión. Si hace algunas semanas realizábamos una reflexión desde el punto de vista de la industria sobre algunas de las cuestiones que más preocupan en torno a este asunto, hoy ponemos sobre la mesa otros interrogantes de interés desde un ángulo diferente del negocio: los consumidores.
Como señalábamos en la primera parte de esta reflexión, la entrada en vigor de la “Ley Sinde-Wert” ha generado gran controversia entre los profesionales del sector. Igualmente, desde el punto de vista de los usuarios de estos contenidos, tampoco las opiniones son unánimes e, incluso, a pie de calle, entre los propios consumidores, existen diferencias con respecto a un tema que suscita gran polémica.
Asimismo, desde el ámbito académico y de investigación, también se están produciendo acercamientos a esta cuestión para tratar de esclarecer algunos de los aspectos que rodean a la monetización de los contenidos audiovisuales en el entorno tecnológico vigente.
En la última edición de FICOD (Foro Internacional de Contenidos Digitales), se presentó el Primer Estudio sobre las Características de la Demanda de Contenidos Digitales en España, llevado a cabo por la consultoría Iclaves. Los resultados mostraban la tendencia de los usuarios -especialmente de los nativos digitales- a pagar por los contenidos de forma legal, aunque el precio que consideraban adecuado variaba en función del tipo de material y la calidad global de la experiencia. Pero, además, para el establecimiento de nuevos modelos de negocio en esta era digital, se necesitará no sólo ajustar la oferta a la demanda en términos de precio y de catálogo, sino también llevar a cabo campañas de marketing en las que se dé a conocer dicha oferta a todo el público.
La convulsa situación presente sólo permite afirmar que las incertidumbres en cuanto a la monetización de los contenidos audiovisuales en la industria digital son muchas, variadas y, algunas de ellas, con la dificultad añadida de encontrar una respuesta con la que todas las partes implicadas se muestren de acuerdo.
¿Podrá y sabrá adaptarse el sector de los contenidos a las nuevas demandas y hábitos de uso de unos consumidores cada vez más exigentes? ¿Qué cambios en el panorama audiovisual conllevarán éstas y otras cuestiones tan estrechamente relacionadas con los imparables desarrollos tecnológicos? Y por último, aunque no menos importante, ¿qué nuevos modelos de negocio deberán crearse para monetizar los contenidos audiovisuales en la imparable sociedad digital actual?
Sólo el futuro, cada vez más cercano, podrá responder a todas estas incógnitas.