Los dispositivos móviles ocupan un lugar cada vez más importante en la sociedad actual.  Su alta penetración no diferencia geografía ni demografía y algunos de ellos han logrado superar las barreras socio-económicas, como es el caso de los teléfonos móviles. Además, su desarrollo se mantiene, en general, de forma continua, incluso en periodos de gran incertidumbre económica como el presente.

En la última edición del Mobile World Congress (MWC), los “smartphones” -esos teléfonos móviles “inteligentes” que permiten a sus usuarios la instalación de diversos programas según sus propias y particulares necesidades- han ocupado un lugar preferente. El año pasado se vendieron 432 millones de estos aparatos en todo el mundo y, en España, ya los utilizan, al menos, el 50% de los clientes de telefonía. Estas cifras señalan, sin lugar a dudas, un elevado crecimiento que tiene consecuencias positivas dentro de su propio sector industrial y comercial, pero que también da lugar a que se generen a su alrededor otros mercados capaces de producir, a su vez, grandes beneficios.

El desarrollo de aplicaciones o “apps” que proporcionan a sus consumidores facilidades en aspectos tan diversos como seguridad, ofimática, juegos, información, música, contenidos audiovisuales, etc. conforma uno de esos negocios paralelos en torno a los dispositivos móviles con mayores expectativas de expansión y generación de beneficios presentes y futuros.

Estas aplicaciones están diseñadas para poder ser disfrutadas en cada uno de los aparatos usados en movilidad, aprovechando las características esenciales que ofrecen cada uno de ellos. Quizás sea esta la razón que ha llevado a que más de cinco millones de personas usen aplicaciones móviles en nuestro país, ya sea mediante ordenadores portátiles, “smartphones”, televisión conectada o tabletas, según señala el Segundo Informe sobre Aplicaciones Móviles en España difundido por The AppDate.

De acuerdo con esta publicación, los españoles descargamos un millón cuatrocientas mil “apps” al día, lo que es un claro indicador del volumen de negocio que es capaz de generar este sector directa o indirectamente. Pero lo que es aún más halagüeño es que 15 millones de usuarios estarían dispuestos a utilizarlas en el momento en que adquirieran uno de estos aparatos.

En la actual coyuntura económica donde casi todos los sectores económicos están viéndose afectados por recortes o pérdidas en mayor o menor medida, lo cierto es que en el entorno de los dispositivos móviles y sus mercados adyacentes parece que el futuro se presenta de los más prometedor, con cifras de negocio y prospectivas de futuro deseables por muchos otros. Así que… ¿quién dijo crisis en un mundo “móvil”?

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Un comentario

  1. […] El mundo en el que vivimos es un mundo móvil. Los sectores económicos relacionados, directa o indirectamente, con esos dispositivos susceptibles de ser usados en cualquier momento y lugar, atraviesan un periodo de expansión y crecimiento a pesar de la situación económica actual. Los usuarios utilizan, cada vez más, los “smartphones” o teléfonos inteligentes, tabletas, etc. y en ellos instalan multitud de aplicaciones (“apps”) con el fin de solucionar necesidades muy concretas. […]

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