Perspectiva del cine en 3D tras su éxito inicial

El formato de cine en 3D digital ha supuesto un aliciente para la taquilla durante los últimos años. El título que sin duda contribuyó de manera definitiva a su éxito fue Avatar. Aunque ya habían aparecido otras películas en tres dimensiones anteriormente, el filme dirigido por James Cameron, estrenado en diciembre de 2009, batió récords de taquilla. En tan sólo 14 días de exhibición, Avatar recaudó casi 23 millones de euros en España, convirtiéndose en el segundo título con más recaudación de todo ese año. Ya en 2010, obtuvo otros 50 millones.

A pesar de que Titanic (también de James Cameron) registró más espectadores en nuestro país, Avatar pulverizó su recaudación. La causa, además del lógico incremento en el precio de la entrada en estos 12 años, es que casi dos tercios de los espectadores de Avatar la vieron en 3D, por lo que abonaron una entrada 3€ más cara de media.

Tras unos años de notable incremento de la recaudación de películas en 3D, parece que el fenómeno ha quedado estancado, como se ve en la gráfica. Aunque las cifras absolutas son coincidentes para los años 2011 y 2012, el porcentaje que suponen dentro de la recaudación total es un punto inferior en 2012. No obstante, en 2012 hubo menos títulos exhibidos en 3D.

Fuente: MPAA

En España, el informe AMETIC de la Industria de Contenidos Digitales de 2011 habla de un cierto agotamiento de este formato una vez ha perdido su carácter novedoso, a lo que se suma la incomodidad de su visionado (uso de gafas especiales). Hay que tener en cuenta además que existen varios sistemas de proyección en 3D, que requieren diferentes tipos de gafas, por lo que la experiencia varía de un caso a otro. Igualmente, algunas películas no son rodadas originalmente para el formato 3D, sino que se “inflan” en postproducción. La diferencia en la calidad de los resultados puede ser palpable. Valgan como ejemplo dos casos de reestreno en salas de películas adaptadas a 3D: Titanic y La guerra de las galaxias, episodio 1: La amenaza fantasma. Crítica y público coincidió en la buena labor realizada en la primera, frente a la mediocridad del trabajo en la segunda.

En definitiva, el formato 3D digital no es la revolución que se anunció en su momento, pero tampoco va a desaparecer a corto plazo. Se usó como reclamo para la asistencia a las salas de cine en momentos de crisis y debido a su precio elevado la recaudación total ha compensado el descenso de espectadores. Además, aunque los ingresos por sala representan sólo una parte de los beneficios de una película, es la ventana de comercialización más importante, ya que su éxito o fracaso repercute en el resto de soportes.

 

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Un comentario

  1. La verdad que el 3D ha tenido un inicio espectacular y la verdad que el «hype» que teniamos todos de descubrir como se veían las películas era altísimo. Incluso he llegado a ver noticias cine por ahí que decían que algunas películas el 3D no les funcionaba muy bien, pero yo creo que el 100% de las películas que yo he visto hasta el momento en este formato han estado perfectas y a mi me han dejado asombrado. Supongo que habrán casos de todo tipo 🙂 Saludos.

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