Tendencias para la televisión del futuro

La televisión tal y como la conocemos tiene sus días contados, y es que según la experta en televisión digital Shirlene Chandrapal, el control del televisor a través de los movimientos corporales no tardará mucho en llegar. Teniendo en cuenta los últimos modelos de Samsung y Philips que acaban de salir al mercado, podemos decir, sin duda, que estos avances están ya a la vuelta de la esquina.

En la actualidad, vislumbramos ya el futuro de la televisión. Por un lado, el prometedor desarrollo de monitores tridimensionales u holográficos, como los que hace años ya vimos en la famosa saga de ciencia ficción Star Wars, se materializa por fin en Microsof Vermeer. Por otro, complicados proyectores y gigantescas pantallas de alta definición permiten llevarse el cine a casa. Sin embargo, un nuevo formato expresivo se abre ante nosotros: la televisión “ocular”.

Basado en la nanotecnología, este nuevo concepto de televisión asegura que, en menos de diez años, las pantallas tendrán un tamaño similar al de una lente de contacto y funcionarán gracias al aporte energético del calor corporal del espectador. Su colocación, en contacto directo con el ojo, permitiría una mayor definición de las imágenes y dotaría a la televisión de una transportabilidad plena. La interacción con el terminal sería a través de movimientos corporales o del propio ojo, incluso a través del mismo pensamiento. Importante es también subrayar el carácter ecológico de este nuevo concepto de televisión, puesto que al funcionar gracias al calor corporal del usuario, contribuiría sin lugar a dudas al ahorro energético.

Aún más sorprendente, siguiendo dentro del campo de la nanotecnología, los científicos aseguran ser capaces de construir un televisor del tamaño de una casa convencional. En efecto, la aplicación sobre la superficie deseada de una pintura con determinadas partículas microscópicas, permitiría que la capa solidificada de pintura se convirtiera en pantalla de televisión que funcionara normalmente. Así, podremos pintar o desplegar pantallas sobre paredes, suelos o techos, escapando de los límites de las superficies planas y el tamaño. ¿Podrá esto llevarnos a que el salón acabe por estar dentro de la televisión?

 

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