El segundo apagón de la TDT: la liberación de frecuencias del dividendo digital

Hace unos meses la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas, UTECA[1], confirmó en un comunicado de prensa que había recibido una propuesta de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información en relación a la reordenación del espectro radioeléctrico motivada por la necesidad de liberar la banda de frecuencias del dividendo digital [2].

Tras un tiempo de negociación se ha llegado a un acuerdo cuyo principal objetivo es impulsar la televisión digital terrestre con una clara apuesta por la alta definición y por la inclusión de la tecnología 4G en enero del 2014.

A la hora de confeccionar el Plan de Impulso de la TDT y de la Innovación Tecnológica se ha pretendido “minimizar el impacto y las molestias a los ciudadanos; limitar el coste global para los ciudadanos y operadores de televisión; adelantar la implantación de la telefonía móvil de 4G en un año, favoreciendo la inversión y la innovación, así como la generación de empleo asociada a esta tecnología; fomentar la televisión de alta definición, y promocionar la innovación y el desarrollo de la industria de fabricación de equipos y tecnologías asociadas a la TDT”[3].

Para llevar a cabo este Plan se tienen que reducir las frecuencias asignadas a las televisiones pero se mantiene el número actual de canales de televisión: 24. Entre todas las televisiones renuncian a un múltiplex, antes disponían de seis canales multiplex y ahora serían cinco. Además, donde había cuatro canales múltiplex públicos, dos de televisión española y dos de los canales autonómicos, pasa a haber dos canales múltiplex, uno de televisión española y otro de las autonómicas. Se pasaría de diez canales públicos en total a ocho: cinco serán canales múltiplex privados, dos serán múltiplex públicos y uno de ellos será tecnológico.

Con la aprobación de este Plan nos enfrentamos de nuevo a un segundo apagón de la TDT. El primero fue el paso de la televisión analógica a la digital y en la actualidad no supone la desaparición de ninguna tecnología sino el cambio de canales de unas frecuencias a otras. Este proceso obligará a sintonizar de nuevo la TDT y costará alrededor de 20 euros por vivienda, según las estimaciones que maneja la Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel).